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Libia: ¿una cuestión de petróleo o de Bancos Centrales?


Libia: ¿una cuestión de petróleo o de Bancos Centrales?

Sábado 23 de abril de 2011. Nodo50 | Descargar artículo en PDF

Por Ellen Brown

arios autores han señalado el hecho curioso de que los rebeldes libios tomaron tiempo de su rebelión en marzo para crear su propio banco central, esto antes de que tuvieran un gobierno.

Robert Wenzel escribió en el Journal of Political Economy:

Nunca antes había oído hablar de un banco central creado en cuestión de semanas durante un levantamiento popular. Esto sugiere que los rebeldes son alfo más que un montón de pobres en trapos y que hay algunas influencias bastante sofisticadas detrás de su movimiento.

Alex Newman escribió en The New American:

“En un comunicado emitido la semana pasada, los rebeldes informaron sobre los resultados de una reunión celebrada el 19 de marzo. Entre otras cosas, estos supuestos revolucionarios harapientos anunciaron la «designación del Banco Central de Bengasi como autoridad monetaria competente en las políticas monetarias en Libia y el nombramiento de un gobernador del Banco Central de Libia, con una sede temporal en Bengasi».

Newman citó al Editor Senior de CNBC John Carney, quien preguntó: «¿Es esta la primera vez que un grupo revolucionario ha creado un banco central, mientras que todavía está en medio de la lucha contra el poder político arraigado? Sin duda parece indicar lo extraordinariamente poderosos que se han convertido los banqueros centrales en nuestra época».

Otra anomalía consiste en la justificación oficial para tomar las armas contra Libia. Supuestamente son las violaciones de los derechos humanos, pero la evidencia es contradictoria. Según un artículo publicado en la página web de Fox News el 28 de febrero:

Mientras las Naciones Unidas trabajan febrilmente para condenar el líder libio Muammar al-Gaddafi por tomar medidas enérgicas contra los manifestantes, el Consejo de Derechos Humanos está a punto de aprobar un informe repleto de alabanzas sobre el desempeño en derechos humanos de Libia.

Este documento elogia a Libia por mejorar las oportunidades educativas, por hacer de los derechos humanos una «prioridad» y por mejorar su marco «constitucional». Varios países, entre ellos Irán, Venezuela, Corea del Norte, Arabia Saudita e incluso Canadá le han dado a Libia marcas positivas por la protección legal que ofrece a sus ciudadanos – que ahora se rebelan contra el régimen y enfrentan represalias sangrientas.

Dígase lo que se diga sobre los crímenes personales de Gaddafi, el pueblo libio parece estar prosperando. Una delegación de médicos de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, escribió en un llamamiento al presidente ruso, Dmitri Medvédev y al primer ministro Putin, que después de familiarizarse con la vida de Libia, en su opinión en pocas naciones vivía la gente en igual confort:

«[Los libios] tienen derecho a tratamiento gratuito, y sus hospitales están equipados con el mejor equipamiento médico. La educación en Libia es gratuita, y los jóvenes capaces tienen la oportunidad de estudiar en el extranjero a expensas del gobierno. Al casarse, las parejas jóvenes reciben 60,000 dinares (unos 50,000 dólares) de ayuda financiera. El estado otorga préstamos sin intereses, y aparentemente, sin fecha. Debido a los subsidios del gobierno el precio de los coches es mucho menor que en Europa, para que estén al alcance de todos. La gasolina y el pan cuestan un centavo, y la agricultura no paga impuestos. El pueblo libio es tranquilo y pacífico, no liba, y es muy religioso. Señalan que la comunidad internacional ha sido mal informada sobre la lucha contra el régimen. ¿A quién no le agradaría un régimen así?»

Incluso si es sólo propaganda, no se puede negar por lo menos un logro muy popular del gobierno de Libia: llevar agua al desierto mediante la construcción del proyecto de irrigación más grande y más caro en la historia, el GMMR de 33 mil millones dólares (Great Man-Made River). Incluso más que el petróleo, el agua es crucial para la vida en Libia. El GMMR provee al 70 por ciento de la población con agua potable y para riego, bombeándola desde el sistema acuífero de Nubia en el sur a las zonas costeras pobladas 4.000 kilómetros al norte. El gobierno libio ha hecho por lo menos algunas cosas bien.

Otra explicación para el asalto a Libia es que es «todo por el petróleo», pero aquí la teoría también es problemática. Como se señala en el Diario Nacional, el país produce sólo alrededor del 2 por ciento del petróleo del mundo. Arabia Saudita por sí sola tiene la capacidad libre suficiente como para compensar cualquier pérdida de producción si el petróleo libio desapareciera del mercado. Y si se trata de petróleo, ¿por qué la prisa por crear un nuevo banco central?

Otra información provocadora que circula por la Red es una entrevista de «Democracy Now» al general Wesley Clark (R), de 2007. En ella, el general señala que alrededor de 10 días después del 11 de septiembre de 2001, otro general que le dijo que ya se había tomado la decisión de atacar a Irak. Clark se sorprendió y preguntó por qué. «Yo no sé!» fue la respuesta. «Supongo que porque no saben qué más hacer!» Más tarde, el mismo general que el plan era atacar a siete países en cinco años: Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán.

¿Qué tienen estos siete países tienen en común? En el contexto de la banca, uno que sobresale es que ninguno de ellos estos países es miembro del Banco de Compensaciones Internacionales (Bank of Internacional Settlements). Eso evidentemente los pone fuera del alcance del largo brazo del banco central de los banqueros centrales en Suiza.

Los más renegados del lote eran Libia e Irak, los dos que han sido atacados. Kenneth Schortgen Jr., escribiendo en Examiner.com, señaló que «seis meses antes de que los EE.UU. atacaran a Irak para derribar a Saddam Hussein, el país había empezado a aceptar euros en lugar de dólares en pago por su petróleo, y que eso lo convirtió en una amenaza al dominio global del dólar como moneda de reserva, y su dominio como el petrodólar. Según un artículo ruso titulado «El bombardeo de Libia – El castigo a Gadafi por su intento de rechazar el Dólar», Gaddafi intentó hacer lo mismo: inició un movimiento para rechazar el dólar y el euro, y pidió a las naciones árabes y africanas utilizar una nueva moneda, el dinar de oro. Gaddafi sugirió el establecimiento de un continente africano unido, con 200 millones de personas utilizando esta moneda única. Durante el año pasado, la idea fue aprobada por muchos países árabes y la mayoría de países africanos. Los opositores sólo fueron la República de Sudáfrica y la cabeza de la Liga de Estados Árabes. La iniciativa fue visto negativamente por los EE.UU. y la Unión Europea, con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, llamando a Libia “una amenaza para la seguridad financiera de la humanidad”; pero Gadafi no se dejó influir y siguió empujando para la creación de una África unida. Y eso nos lleva de nuevo al rompecabezas del Banco Central de Libia. En un artículo publicado en el Market Oracle, Eric Encina observó:

“Un hecho que rara vez se menciona es que el Banco Central de Libia es de 100% de propiedad estatal. En la actualidad, el gobierno libio crea su propio dinero, el dinar libio, a través de los medios de su propio banco central. Pocos pueden discutir que Libia es un país soberano con sus grandes recursos propios, capaces de sostener su propio destino económico. Un problema importante para los carteles de la banca globalista es que para hacer negocios con Libia hay que pasar por el Banco Central de Libia y usar su moneda nacional, un lugar donde no tienen absolutamente cero dominio o poder. Por lo tanto, tumbar el Banco Central de Libia (CBL) puede no aparecer en los discursos de Obama, Cameron y Sarkozy, pero esta es sin duda la prioridad de la agenda globalista para absorber a Libia a su colmena de las naciones obedientes.”

Libia no sólo tiene petróleo. Según el FMI, el banco central tiene cerca de 144 toneladas de oro en sus bóvedas. Con ese tipo de reservas, ¿quién necesita al BPI, al FMI y sus reglas?

Todo lo cual provoca una mirada más atenta a las normas del BPI y sus efectos en las economías locales. Un artículo en el sitio de Internet del BPI indica que los bancos centrales que son parte del Central Bank Governance Network deben tener como objetivo único o principal «preservar la estabilidad de precios». Han de mantenerse independientes de los gobiernos para asegurarse de que las consideraciones políticas no interfieran con este mandato. «La estabilidad de precios» significa el mantenimiento de una oferta monetaria estable, incluso si eso significa crear más deuda externa. Los bancos centrales son desalentados de aumentar la oferta monetaria imprimiendo dinero y utilizándolo en beneficio del Estado, ya sea directamente o como préstamos.

En un artículo de 2002 en Asia Times, titulado «El BIS versus los Bancos Nacionales», Henry Liu Jianchao señalaba:

“La normativa del BIS sólo sirve el único propósito de fortalecer el sistema de banca privada internacional, incluso a riesgo de las economías nacionales. El BIS le hace a los sistemas bancarios nacionales lo que el FMI le hizo a los regímenes monetarios nacionales. Las economías nacionales bajo la globalización financiera ya no sirven a los intereses nacionales…la IED [inversión extranjera directa] denominada en moneda extranjera, principalmente en dólares, ha condenado a muchas economías nacionales a un desarrollo desequilibrado hacia la exportación, sólo para hacer los pagos de intereses en dólares, con pocos beneficios netos a las economías nacionales”.

Y añadía: «según la Teoría del Dinero Estatal, ningún gobierno puede financiar con su propia moneda nacional todas sus necesidades de desarrollo para mantener el pleno empleo sin inflación». Esta teoría del dinero estatal se refiere a dinero creado por los gobiernos en lugar de los bancos privados.

La presunción de la norma que prohíbe los préstamos del propio banco central del gobierno es que éstos son inflacionarios, mientras que los préstamos existentes en dinero de bancos extranjeros o del FMI no lo son. Pero en realidad todos los bancos, ya sean públicos o privados, crean en sus libros el dinero que prestan. La mayor parte del dinero nuevo hoy proviene de préstamos bancarios. Y tomar préstamos del propio banco central estatal tiene la ventaja de que el préstamo es sin intereses. Y está demostrado que la eliminación de intereses reduce el costo de los proyectos públicos en un promedio de 50%.

Y así parece ser cómo funciona el sistema libio. Según Wikipedia, las funciones del Banco Central de Libia son «la emisión y regulación de los billetes y monedas en Libia» y «la gestión y emisión de todos los préstamos del Estado». El banco estatal de Libia emite la moneda nacional y presta dinero para fines estatales.

Eso explicaría de dónde obtiene Libia el dinero para ofrecer educación y atención médica gratuitas y préstamos sin intereses de $ 50,000 para los recién casados. También explicaría de dónde obtuvo el país los $ 33 mil millones para construir el proyecto Gran Río Artificial. Los libios están preocupados de que la OTAN esté bombardeando peligrosamente cerca de obra, creando otra amenaza de desastre humanitario.

Entonces, ¿es esta nueva guerra por petróleo o por bancos? Tal vez ambos – y por agua, también. Con energía, agua y crédito suficiente para desarrollar su infraestructura, una nación puede ser libre de las garras de los acreedores extranjeros. Y eso puede ser la verdadera amenaza de Libia: puede mostrar al mundo lo que es posible. La mayoría de los países no tienen petróleo, pero las nuevas tecnologías podrían hacer que los países no productores de petróleo sean energéticamente independientes, sobre todo si los costes de infraestructura se reducen a la mitad con préstamos del propio banco de propiedad pública de la nación. La independencia energética liberaría a los gobiernos de la telaraña de los banqueros internacionales, y de la necesidad de trasladar la producción nacional a los mercados extranjeros para pagar deudas.

Si el gobierno de Gadafi cae, será interesante ver si el nuevo banco central se une al BIS, si la industria petrolera nacional es vendida a los inversores, y si la educación y el cuidado de la salud siguen siendo gratuitos.

Ellen Brown es abogada y Presidenta del Public Banking Institute

Fuente original: Sin Permiso

SI TUMBAN A KADAFFI… ¡SE LES CAE EL TABLERO!


SÁBADO 16 DE ABRIL DE 2011

SI TUMBAN A KADAFFI… ¡SE LES CAE EL TABLERO!

http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2011/04/si-tumban-kadaffi-se-les-cae-el-tablero.html

SI TUMBAN A KADAFFI… ¡SE LES CAE EL TABLERO!

Popayán, 16 de abril de 2011

La revolución democrática mundial – que se expresa con particularidades nacionales y étnicas en el mundo árabe – está revelando no sólo la crisis sistémica que vive el mundo capitalista sino la extremada debilidad y fragilidad del régimen político que las potencias occidentales han organizado a nivel orbital para legitimar sus acciones intervencionistas (ONU, OTAN, y demás alianzas).

Esas luchas por democracia política que los pueblos y trabajadores árabes desarrollan en la actualidad también han puesto en evidencia la crisis de los movimientos anti-capitalistas y anti-imperialistas.

El pensamiento revolucionario de los demócratas “socialistas” y/o nacionalistas, no pasó la prueba de las nuevas realidades del siglo XXI. Han caducado las teorías que sustentaron los movimientos nacionalistas anti-imperialistas del siglo XX.

Hoy los pueblos y trabajadores de Túnez, Egipto, Libia, Bahréin, Yemen, Marruecos, Jordania, Siria, Irán, Irak y otros que preparaban sus propias revueltas, enfrentan casi solos – huérfanos de orientación y solidaridad internacional – a los gobiernos dictatoriales y sápatras criminales en el poder y, están a expensas de las intrincadas y clandestinas intervenciones armadas y “pacíficas” de las potencias económicas de todo el mundo (occidental y oriental, del norte y del sur), que no quieren perder el control sobre el petróleo pero que también temen la expansión del espíritu revolucionario en sus propios países.

En Túnez y Egipto, las oligarquías capitalistas usan al ejército y a las cúpulas de los partidos burgueses y pequeño-burgueses para frenar la revolución y para derrotarla a plenitud.

La trampa montada en Libia ha querido ser utilizada en los demás países para confundir a la población rebelde que exige democracia. Sin embargo, el ímpetu de lucha contra las dictaduras y gobiernos autocráticos no ha decaído.

Los estrategas imperiales sabían de antemano que el derrocamiento en cadena de los déspotas subordinados a sus intereses era muy mal ejemplo para otras regiones del mundo.

Eran conscientes que el triunfo político de los pueblos árabes alimentaría el espíritu revolucionario de los trabajadores y pueblos de Europa, Norteamérica, China, India y otros países en donde se han acumulado problemas sociales, económicos y políticos que reflejan la crisis estructural del sistema capitalista.

Además, cada avance democrático de los pueblos árabes – así fuese parcial e incipiente –, serviría para profundizar la revolución, generaría condiciones para un nuevo tipo de nacionalismo pan-árabe, y pondría en peligro la “estabilidad regional”, que es la definición que le dan al control político imperial de esa región del mundo, que está centrado en sostener a la aliada y subordinada hegemonía saudí (Arabia Saudita).

Con la intervención en Libia, aprobada por todas las potencias económicas del mundo – incluyendo los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que miraron para otro lado, y la autorización de la Liga Árabe –, aspiraban a que esa intervención generara entre las masas árabes la sensación de que la “transición democrática” podría hacerse desde la ONU, con moderación y control supervisado por las potencias occidentales.

Pero no fue así. Tal cálculo no se cumplió. Los pueblos y los trabajadores de los demás países árabes perciben la caída de Kadaffi en Libia como parte de sus luchas, y aunque rechazan la intervención extranjera, saben que un triunfo contra las autocracias va a abrir – como lo está haciendo –, una gran brecha para avanzar en la conquista de libertades políticas, el derecho de reunión y de asociación y la libertad de prensa, que son armas de gran importancia para construir nuevas realidades sociales y políticas en cada país y en la región.

Hoy las potencias imperialistas no saben qué hacer. Anuncian todos los días la caída de Kadaffi pero saben que si lo tumban no podrán detener el desplome de sus dictadores de bolsillo en los demás países.

Además, al igual que en la misma Libia, no tienen la seguridad absoluta de que las nuevas realidades políticas les garanticen el mantenimiento de “su estabilidad” y control, dado que no tienen la fuerza política interna que les genere la suficiente confianza. Están aprendiendo de Irak y Afganistán.

Mientras tanto, los heroicos pueblos y trabajadores del mundo árabe – a pesar de las masacres y conspiraciones internacionales –, siguen mostrando una energía y beligerancia admirables.

La hegemonía saudí está en graves problemas. Es posible que – en el corto plazo – las revoluciones sean derrotadas, pero los pueblos dieron ya los principales pasos: se liberaron del miedo, removieron de sus mentes las divisiones étnicas y religiosas, desmitificaron los ejércitos y líderes “nacionalistas”, y re-descubrieron su fuerza transformadora. ¡Esa es la mayor conquista!

Lo que sucede en el Norte de África y Medio Oriente ha puesto sobre el tapete la necesidad de profundizar el debate sobre la “crisis de pensamiento revolucionario”.

El proletariado – golpeado en su esencia revolucionaria desde hace 87 años –, cuando la línea “chovinista gran rusa” se impuso en el proceso socialista de la URSS, no se había podido reponer de esa derrota histórica.

Los intereses nacionales terminaron por ahogar los sueños libertarios de los trabajadores y las teorías radicales de transformación social se fueron diluyendo en un anti-imperialismo estrecho. Hoy se empieza a desbrozar de nuevo la senda internacionalista.

Sólo si clarificamos el camino podremos alimentar y unificar las luchas democráticas de los pueblos latinoamericanos, árabes y de otras regiones del mundo, para transformarlas en revoluciones sociales.

Sólo así los pueblos y trabajadores del mundo entero podrán aprovechar la actual parálisis inercial de los imperios y diversos bloques de potencias económicas que, ante la decadencia estadounidense y la debilidad estructural que sufre todo el sistema-mundo capitalista, lo único que hacen es sobreaguar su propia crisis.

La revolución despeja el camino. No tengamos miedo de enfrentar nuestras deficiencias teóricas y vacilaciones políticas. La fase pre-revolucionaria que estamos viviendo nos obliga a ajustar el pensamiento y a mirar hacia el futuro. ¡Hagámoslo!

PUBLICADO POR FERNANDO DORADO EN 12:55

Ni OTAN, ni Gadafi, ni rebeldes libios, ni Sarkozy, ni Zapatero, ni Berlusconi, ni Obama… en fin, lo de todos los días.


Libyana
Ni OTAN, ni Gadafi, ni rebeldes libios, ni Sarkozy, ni Zapatero, ni Berlusconi, ni Obama… en fin, lo de todos los días.
Manuel M. Navarrete | Para Kaos en la Red | Hoy a las 4:44 | 205 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/libyana

Una enfermedad frecuente en estos desolados días que vivimos es el analfabetismo funcional.

Consiste en leer a la perfección, pero sin comprender una sola palabra.

Como todos los males que convienen al poder, este mal está enormemente extendido entre la izquierda.

Por ejemplo, una vez escribí un artículo criticando a Trotsky precisamente por parecerse a Stalin mucho más de lo que muchos querrían admitir, y fui tildado de “estalinista”.

En otra ocasión, en un debate, critiqué que IU pacte con el PSOE y me tacharon de hacer “la pinza” con el PP.

Hace unos días, escribí un texto denunciando a los rebeldes libios por ser tan oligarcas como Gadafi y he sido tachado de… “gadafista”.

He llegado a la conclusión de que soy incapaz de comunicarme, tal vez por falta de manejo de estos complicados resortes que hacen que la lengua castellana todavía sirva para comunicarnos.

Por ello, voy a tratar de simplificar la gramática lo más posible, a fin de hacerme entender:

1) OTAN ser mala, muy mala.

2) Gadafi ser también malo, casi tanto como OTAN.

3) Rebeldes libios ser asimismo malos, y encima aliarse a OTAN.

4) OTAN ser imperialista. Rebeldes libios ser colaboracionistas aliados a OTAN. Gadafi ser capitalista, pero no imperialista ni colaboracionista.

5) Yo estar de acuerdo con Lenin al distinguir al menos dos tipos de guerras, aparte de la guerra civil: imperio contra imperio, e imperio contra colonia.

6) Yo no apoyar tiranos, ni a Gadafi ni a ninguno. Tú caer en simplificación “ninista”: como ser contrario a rebeldes libios, ¿tener que ser partidario de Gadafi?

7) Yo querer tres “ni”: ni OTAN, ni Gadafi, ni rebeldes (o mil: ni Sarkozy, ni Zapatero…). Pero yo no ser ridículo, al escoger mis lemas. Por ejemplo, yo llevar, hace años, cuando invasión de Irak, lema: “No a la guerra imperialista”. Yo no poner detrás “y no también a Sadam”. Sobreentenderse. Ser una gilipollez. No ser momento. Un lema ser un lema. Para explayarse y analizar estar interior del artículo (que seguro tú no entender de todos modos).

8) Yo querer ante todo que OTAN perder esta guerra. Ellos buscar petróleo. Yo ser internacionalista, solidarizarme con el pueblo libio y defender su soberanía nacional, sin la cual ser imposible cualquier otro orden económico distinto al colonial. Por tanto, mi lema ser “No a la OTAN, solidaridad con el pueblo libio”, que de hecho ser la gran víctima de todos estos bastardos.

9) Yo estar contra Gadafi al igual que estar contra todos los gobernantes del mundo, excepto tres o cuatro latinoamericanos. Tú ser un quemabrujas útil para el poder. Por yo decir “No a la guerra” hace unos años, yo no ser cheerleader de Sadam Hussein. Ninis tener más complejos que actores del PSOE.

10) A mí gustarme que pueblo libio rebelarse, como pueblo tunecino, egipcio y otros. Pero realidad no ser así. Rebeldes ser oligarcas. Ojalá mañana rebeldes perder, ojalá pasado mañana revolución social del pueblo libio sí ser realidad.

———————-

PD: Un candidato al Nobel dejó un incisivo comentario (anónimo, faltaba más) en Kaosenlared que argumentaba: “dice que es una guerra entre sectores de la oligarquía, ¿tantos oligarcas hay en Libia?”. Lo reconozco: pura causa y efecto. Agradezco al lector que me haya hecho comprender que, dado que los señoritos siempre fueron muy pocos y que jamás les gustó demasiado mancharse las manos, todas las guerras y golpes de Estado de la historia de la humanidad han sido en realidad bucólicas revoluciones sociales.

 

Móvil criminal Tricéfalo contra Libia


Móvil criminal Tricéfalo contra Libia

LQSomos. Azalea Robles*. Abril de 2011.
Agua, petróleo, reservas multimillonarias en divisas

Libia es la mayor potencia petrolera de África: produce alrededor de 2 millones de barriles de petróleo diarios, con un potencial estimado en más de 3 millones diarios (1).
Su petróleo es de los más livianos del mundo, por lo que su coste de refinamiento y producción es más rentable que el del petróleo pesado.
Desde 2009 Gaddafi adelantaba un plan para nacionalizar el petróleo libio :“Los países exportadores de petróleo deben tender a la nacionalización” expresó en febrero 2009 ante el Congreso (2).
El plan de nacionalización fue impedido por opositores en el mismo seno del gobierno: lograron retrasarlo en las votaciones de marzo 2009. Muchos de estos opositores a la nacionalización hoy fungen de “jefes rebeldes”.
Además Libia posee una inmensa reserva hídrica subterránea estimada en 35.000 kilómetros cúbicos de agua, que forma parte del Sistema Acuífero Nubio de Arenisca (NSAS), la mayor reserva fósil de agua del mundo (3).
En los años ochenta Libia inició un proyecto a gran escala de aprovisionamiento de agua que aún está en construcción. El Gran Río Artificial de Libia es considerado uno de los más grandes proyectos de ingeniería y provee agua desde los acuíferos fósiles.
El sistema que cubriría Libia, Egipto, Sudán y Chad sin recurrir a los fondos del FMI  es algo que contraviene la aspiración del monopolio global de los recursos hídricos por parte de Occidente y potencia la seguridad alimentaria de una región aquejada por la escasez de agua para cultivos.
Por otro lado Libia poseía 200 mil millones de dólares de reservas internacionales que fueron confiscadas. Hugo Chávez, preguntó dónde están esos 200 mil millones de dólares de las reservas internacionales de Libia, que representan mucho más que el patrimonio de algunos países europeos que atraviesan grandes dificultades financieras (4).
Estos son los móviles del crimen que actualmente cometen contra Libia los ejércitos de Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea. Los “bombardeos humanitarios” son algo absolutamente inverosímil cuyo cinismo desata indignación.
La agresión contra Libia, país de 6,5 millones de habitantes que está teniendo que afrontar sólo los ejércitos descomunales de las mayores potencias bélicas del planeta, debería replantear los parámetros en los que se mueven los pueblos.
Tal invasión cuestiona a las instituciones internacionales, cuyo rol abiertamente partisano y bélico no podía quedar más en evidencia.
Tal invasión hace sonar las alertas en todos aquellos países que intentan emprender un camino mínimamente soberano pues significa no sólo la agresión contra el pueblo libio, sino el aviso de la plenipotencia del imperialismo estadounidense y europeo, en una cruzada acelerada por la captación de los recursos del planeta.
Es evidente que lo que tratan de hacer con Libia las potencias que gozan de total impunidad, es lo mismo que hicieron con Irak.
El libreto de la CIA de fabricar la apariencia de “poblaciones rebeladas contra el tirano” (cuando el supuesto tirano no es amigo de Estados Unidos y la UE) está ya en marcha en Irán, Siria y Venezuela.
Ya en el 2002 intentaron esa estrategia contra Venezuela, causando la masacre de Puente Llaguno, mediante franco tiradores y con mass-media que se prestaron al montaje (5).
El Objetivo es saquear a gusto y sin trabas y posicionarse geoestratégicamente: el objetivo nunca fue, ni será, para las potencias neo-coloniales, el “proteger a la población civil”; al contrario, están dispuestas a urdir montajes con víctimas reales para legitimar invasiones, dispuestas a fomentar mercenariato, dispuestas a bombardear un país destruyendo sus hospitales, sus centros de abastecimiento alimentario, y toda su infraestructura con tal de hacerse con sus riquezas.
La agresión contra Libia marca un paso más en la prepotencia del imperialismo y evidencia que las reglas del juego están hechas a su medida y a la medida de sus trampas: por lo tanto debería llevar a los pueblos a replantearse hasta qué medida el jugar con las reglas del juego del imperio es conveniente a sus intereses.
Hoy las potencias bélicas, las productoras de armas, las que consumen el 80% de los recursos del planeta, agreden a Libia: castigándola por su protagonismo en los procesos panarabistas y socialistas de los años pasados, quebrándola por no adherir al AFRICOM, posesionándose geoestratégicamente para seguir saqueando y reprimiendo a los pueblos de la región y del mundo.
A pesar de las concesiones que Libia hizo a occidente en los últimos años (presionada tras decenios de embargo); el hecho que en el 2009 Gaddafi planteara nacionalizaciones hizo que soterradamente las potencias imperiales aceleraran esta agresión descomunal, ayudadas por una élite corrupta en Libia, que ellas mismas amamantaron desde “la apertura”.
Esta agresión debería hacerse cuestionar a más de un líder que se acoge a las reglas del juego que propone el “mundo libre”. ¿Cómo protegerse? ¿Cabe realmente acatar las listas del imperio que mantienen a los pueblos en la indignidad? Está claro que todo pueblo que busque un mínimo de soberanía corre un riesgo inminente.
* El presente texto es un capítulo del texto “Libia invasión para el saqueo: con bombardeos y uranio humanitario” de Azalea Robles. Forma parte de “Las notas de Azalea”, que son apartes de sus textos largos.
Notas:
(1) Libia es la mayor potencia petrolera  de África: produce 2 millones de barriles de petróleo a diario, con un potencial estimado en 3 millones diarios.http://www.elmundo.com.sv/economia/7304-libia-produce-17-millones-de-barriles-diarios-.html
(2) 25 de Enero de 2009
: Gaddafi  estudia la nacionalización de las compañías petrolíferas extranjeras. <http://www.energy-pedia.com/article.aspx?articleid=133583> .
16 de Febrero de 2009: Gaddafi instó a los libios a que apoyen su plan para recuperar los ingresos del petróleo.
<http://www.energy-pedia.com/article.aspx?articleid=133919>
4 de Marzo de 2009: El Congreso
retrasa el plan de reparto de petróleo de Gaddafi.
Una de las razones de la invasión a Libia es que  Gaddafi quiso nacionalizar el petróleo Libio en el 2009  http://www.librered.net/?p=5565
LIBIA: Los cables de la embajada de EEUU en Trípoli entre 2006 y 2010 filtrados por Wikileaks muestran obsesión por los pozos de petróleo
(3) Proyecto de aprovisionamiento de agua desde los acuíferos fósiles: Libia posee una inmensa reserva hídrica subterránea con 35.000 kilómetros cúbicos de agua. El sistema cubriría Libia, Egipto, Sudán y Chad sin recurrir a los fondos del FMI; lo cual es algo que contraviene la aspiración del monopolio global de los recursos hídricos por parte de Occidente y potencia la seguridad alimentaria de una región aquejada por la escasez de agua para cultivos.http://www.pravdaliberation.com.ar/2011/04/la-guerra-de-libia-se-desencadeno-por.html
Un metro cúbico de agua desde los embalses de Libia, teniendo en consideración todos los gastos, podría ascender a 35 centavos, indican los analistas. Considerando el coste del metro cúbico europeo de dos euros, el valor de las reservas hídricas de los depósitos de Libia alcanza unos 58 billones de euros; pero su valor real es mucho mayor: para las multinacionales está en juego la dependencia de los países de la región a sus políticas. De terminarse el proyecto de río artificial de Gaddafi, la región accedería a una autonomía hídrica y alimentaria muy importante.
Los investigadores de la Universidad de Stuttgart exponen la geografía del NSAS:
(4) El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, preguntó dónde están esos 200 mil millones de dólares de las reservas internacionales de Libia, que representan mucho más que el patrimonio de algunos países europeos que atraviesan grandes dificultades financieras. teleSUR
http://multimedia.telesurtv.net/20/3/2011/29755/chavez-donde-estan-los-200-mm…
Chávez: ¿Dónde están los 200 mil millones de las reservas internacionales de LIbia?
(5) Ya en el 2002 intentaron esa estrategia contra Venezuela, causando la masacre de Puente Llaguno, mediante franco tiradores y con medios masivos que se prestaron al montaje. El video de manipulación mediática del canal privado Venevisión recibió el premio internacional de periodismo rey de España: cuando quedó demostrado, por autopsias, trayectorias de las balas, videos de manifestantes y las propias víctimas sobrevivientes, que fue un montaje mediático para el cual requirieron víctimas mortales reales, dejando un saldo de 19 muertos y varios paralíticos de por vida. Documentales: «Puente Llaguno, Claves de una Masacre»: Parte I:http://video.google.com/videoplay?docid=-4520733855160096680#
(5) Una de las razones obvias de la invasión a Libia es que  Gaddafi quiso nacionalizar el petróleo Libio en el 2009  http://www.librered.net/?p=5565
LIBIA: Los cables de la embajada de EEUU en Trípoli entre 2006 y 2010 filtrados por Wikileaks muestran obsesión por los pozos de petróleo

 

Estados Unidos y Aliados Cometen Crímenes Monstruosos en Libia


Estados Unidos y Aliados Cometen Crímenes Monstruosos en Libia
by Miguel Urbano Rodrigues
 
Global Research, March 27, 2011

Los Estados Unidos y sus aliados repiten en Libia crímenes contra la humanidad similares a los cometidos en Irak y Afganistán.
La agresión al pueblo libio difiere de las otras apenas porque el discurso que pretende justificarla, respecto a la hipocresía excede lo imaginable.
Por la mentira y perfidia, el montaje previo trae a la memoria los concebidos por Hitler en la preparación de la anexión de Austria y de las campañas que precedieron a la invasión a Checoslovaquia y a Polonia.

Michel Chossudovsky, James Petras y otros escritores progresistas -citando fuentes confiables- revelaron en sucesivos artículos que la rebelión de Benghazi fue concebida con mucha antelación, muy minuciosamente, y alertaron sobre el papel decisivo desempeñado en ella por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y del Reino Unido.

La supuesta duda de los Estados Unidos en apoyar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que creó la llamada «zona de exclusión aérea», y posteriormente en asumir la «coordinación de las operaciones militares» fue también una grosera mentira. Farsa idéntica caracterizó el debate en torno a la transferencia hacia la OTAN del comando de operación llamado «Amanecer de Odisea», título que ofende el nombre y la epopeya del héroe de Homero.

El Pentágono tenía elaborado planes de intervención militar en Libia mucho antes de las primeras manifestaciones en Benghazi, cuando allí aparecieron las banderas de la monarquía fantoche inventada por los ingleses después de la expulsión de los italianos. Todo eso se estima está descrito en documentos (algunos contenidos en correspondencia diplomática divulgada por Wikileaks) que ahora comienzan a hacerse públicos por webs alternativas.

LOS CRÍMENES ENCUBIERTOS

 

Los discursos de los responsables de la agresión al pueblo libio y la torrencial y ominosa campaña de desinformación montada por los grandes media occidentales, empeñados en la defensa y apología de la intervención militar, son diariamente desmentidos por la tragedia que se abate sobre Tripolitania, o sea el occidente del país controlado por el gobierno.

Hoy ya no es posible desmentir más que el texto de la resolución del Consejo de Seguridad -que no hubiera sido aprobada sin la cómplice abstención de Rusia y China– fue violado desafiantemente por los estados agresores.

Los ataques aéreos no estaban previstos. Pero fueron inmediatamente desencadenados por la fuerza aérea francesa y por los buques de guerra de los Estados Unidos y del Reino Unido que, en un tiempo mínimo, dispararon más de una centena de misiles Tomahwac sobre blancos muy diferenciados.

Repetidamente los gobernantes de los Estados Unidos y del Reino Unido, de Francia y de Italia han afirmado que la «intervención es humanitaria» para proteger a la población, y que los «daños colaterales» por ella provocados son mínimos.

Mienten consciente y descaradamente.

Las «bombas inteligentes» no son ciegas. Con gran precisión han alcanzado depósitos de combustibles y de productos tóxicos, puentes, puertos, edificios públicos, cuarteles,  fábricas, centrales eléctricas, sedes de televisoras y de periódicos. Redujeron a escombros la residencia principal de Muamar El Gadafi.

Un objetivo transparente fue la destrucción de la infraestructura productiva de Libia y de su red de comunicaciones.

Otro objetivo prioritario fue sembrar el terror entre la población civil de las áreas bombardeadas.

Repetidas veces el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, y el de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Haggue, han afirmado que las fuerzas de aquello que llaman la «coligación» mandatada por el Consejo de Seguridad, no se desviará de las metas humanitarias de «Odisea». Garantizan que el número de víctimas civiles ha sido mínimo y, en la mayoría de los bombardeos quirúrgicos, inexistente.
No es lo que informan los corresponsales de algunos influyentes media occidentales y árabes.

Según Al Jazeera y periodistas italianos, el «bombardeo humanitario» de Adhjedabya fue en realidad una matanza sanguinaria, ejecutada con  crueldad.

Otros reporteros utilizan la palabra tragedia para definir los cuadros dantescos que presenciaron en barrios residenciales de Trípoli.

Generales y almirantes norteamericanos y británicos insisten en negar que hayan sido alcanzadas instalaciones no militares o afines. Es otra mentira. Las ruinas de un hospital de Trípoli y de dos clínicas de Ain Zara, que apuntan al cielo azul del desierto libio, expresan mejor que cualquier palabra la praxis de los «bombardeos humanitarios». Periodistas que los contemplaron y hablaron con sobrevivientes de la masacre afirman que en Ain Zara no había un solo militar, ni blindados. Y ni siquiera armas.

En una tirada de humor negro, el primer día de la agresión, un oficial de los Estados Unidos declaró que la artillería antiaérea libia, al abrir fuego contra los aviones aliados que bombardeaban Trípoli, estaba «violando el cese al fuego» declarado por Gadafi.
Cito el episodio por ser expresivo del desvarío, del fariseísmo, del primarismo de los que ejecutan la abyecta agresión al pueblo libio, definida por Berlusconi, el clown neofascista de la coligación occidental, como «nueva cruzada».
Gadafi es el sucesor de Ben Laden como enemigo número uno de los Estados Unidos y de los gobernantes que hace pocos meses lo abrazaban fraternalmente.

El dirigente libio no me inspira hoy respeto. Creo que muchos de sus compatriotas que participan en la rebelión de Cirenaica y exigen el fin de su régimen despótico actúan movidos por objetivos loables.

Sin embargo, invocar la personalidad y los desmanes de Muamar El Gadafi en el esfuerzo por presentar la criminal agresión al pueblo de un país soberano como exigencia de principios y valores de la humanidad es el objectivo  repugnante de una ambiciosa estrategia imperialista.

El subsuelo libio encierra las mayores reservas de petróleo (el doble de las norteamericanas) y de gas de África. Tomar posesión de ellas es el objetivo inconfesado de la falsa intervención humanitaria.

Es deber de todas las fuerzas progresistas que luchan contra la barbarie imperialista desenmascarar el engranaje que, en el mundo, califica de salvadora y democrática la monstruosa agresión a Libia.

Siria puede ser el próximo blanco. Eso, mientras no hay una palabra de crítica a las monarquías teocráticas de Arabia Saudita, de Bahrein, de los Emiratos.
Una nota personal para terminar. Los líderes de la derecha europea, de Sarkozy y Cameron a la canciller Merkel, cultivan en estos días –repito-  el discurso de la hipocresía. Ninguno consigue, no obstante, igualar en la mentira y la desfachatez la oratoria de Barack Obama, que, por sus actos, responderá ante la historia por la criminal política externa de su país, cuyo pueblo merecía otro presidente.

Vila Nova de Gaia, 26 de marzo de 2011

Miguel Urbano Rodrigues is a frequent contributor to Global Research.  Global Research Articles by Miguel Urbano Rodrigues

Sobre Libia


Artículos de interes:

* ¿Por qué la invasión de LIbia? de  Vicenç Navarro y publicado en Sistema y en

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=126037

*Y de Pepe Escobar  Déjame bombardearte en paz

Asia Times Online

Si el anterior supremo del Pentágono, el “conocido desconocido” Donald Rumsfeld, estuviera aún en el negocio, no pararía de quejarse de que Libia no ofrezca objetivos bombardeables, al igual que Afganistán en 2001. Por muy lejos que se apreste a llegar el atolladero estadounidense, Libia es mucho más grande que Vietnam, Iraq y Afganistán juntos. Aunque los posibles “objetivos” se concentran en unas cuantas ciudades a lo largo de la costa mediterránea.

El despliegue de Tomahawks que Barak Obama lanzó sobre las fuerzas de Muamar Gadafi (y sobre unas cuantas instalaciones) se acabó; ahora le toca a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) imponer la “acción militar cinética” (neolengua de la Casa Blanca) para así forzar el “cambio de régimen”. Y en un perfecto momento Tag Heuer, el desastre está servido. A la OTAN le encantaría bombardear todo lo que aparezca ante su vista al estilo “conmoción y pavor”, pero no puede. No puede, ni siquiera, identificar en sus rádares a las fuerzas de Gadafi.

Tú no permaneces en el poder a lo largo de cuatro décadas en un país en desarrollo sin aprender uno o dos trucos militares de ilustres predecesores, como el chino Mao Zedong y el vietnamita Ho Chi Minh, por no mencionar a chapuceros como Sadam Husein en Iraq. Gadafi, tras aprender la lección de que no debía dejar sus tanques como patos sentados al sol en el desierto para que la “coalición de los bien dispuestos” (unos cuantos miembros de la OTAN + Qatar) los bombardearan a placer, está ahora combatiendo contra los “rebeldes” al estilo guerrilla con blindaje ligero

La respuesta de la OTAN era más de prever que esos puntos muertos multilingües de cada día en Bruselas: acusaciones de que Gadafi está utilizando escudos humanos, o que han “dispersado” sus tanques de un extremo a otro dentro del perímetro de la ciudad. Traducción: la guerra aérea de los Tornado/Rafale de la OTAN es inútil, a menos que puedas bombardear una columna de tanques resplandecientes bajo el sol del desierto.

Si la OTAN está furiosa, esa variopinta pandilla conocida como los “rebeldes” está aún más furiosa, acusando a la OTAN de ser incapaces de un bombardeo en alfombra de sus propias ciudades. Esto prueba que a esos mismos “rebeldes” –que están prácticamente mendigándole a Occidente que haga el trabajo sucio- les importa un ardite los “daños colaterales” entre ellos mismos. Una cosa es verdad: si la OTAN hiciera lo que los “rebeldes” quieren que haga, los daños colaterales serían de espanto. Y la opinión pública europea se desactivaría ante esa acción “cinética” de cambio de régimen.

El circo montado es un ejemplo más de cómo esta guerra no es una guerra sino una farsa en realidad. Los franceses y los británicos han comprado especialmente su propio bombo y platillo de que el régimen de Gadafi se está desmoronando. También han comprado su propia alharaca de que toda esa mezcolanza de ex leales a Gadafi, exiliados de poco fiar, yihadistas vinculados con al-Qaida, oportunistas de los negocios y jóvenes verdaderamente revolucionarios tienen coherencia militar y política y que son realmente representativos de toda Libia.

En Londres, Religare Capital Markets apuntó hace pocas semanas que había una probabilidad de un 75% de llegar a un punto muerto en Libia (con el crudo Brent alcanzando los 130$ USA por barril). Parece que el libertador francés de los árabes, el Presidente Nicolas Sarkozy, y su cohorte británico, el Primer Ministro David Cameron, no figuran en su lista de lecturas recomendadas.

Y así aparece la brillante nueva idea de que la OTAN no tenga un papel central y que sean antiguas fuerzas especiales británicas las que entrenen a los rebeldes para que se conviertan en una máquina de combate ágil y eficiente, como si esto pudiera lograrse en cuestión de días o semanas, antes de un alto el fuego.

La guerra que en efecto nadie quiere, excepto Sarko y Cameron, se está esfumando como si fuera una espantosa nueva versión de “Los Tres Chiflados” (se abre la veda para nominar al tercer chiflado). Eso es lo que se consigue cuando tomas parte en una guerra civil africana donde incluso los “buenos” son más turbios que las aguas del Golfo de México. El condominio Pentágono/administración Obama ha eliminado del campo todo su hardware último grito. “Misión ¡uy, qué yuyu!” es el nombre del juego.

Al menos en Serbia, la OTAN sabía lo que estaba haciendo. Apoyaba a un “ejército de liberación” (el ELK, Ejército de Liberación de Kosovo) infectado de asesinos y traficantes de la droga; bombardearon compañías estatales (no privadas), bombas de racimo y uranio empobrecido incluidos, para que las corporaciones multinacionales pudieran abrirse paso y que el Pentágono levantara una inmensa base militar (Campo Bondsteel) para vigilar su protectorado.

Teóricamente, la resolución 1973 de las Naciones Unidas no permite que la OTAN vaya mucho más lejos. Los miembros occidentales de esa “coalición de los bien dispuestos”, sobre todo los británicos y franceses, por no mencionar al Pentágono, no paran de rezar para que al final del túnel se encuentren con un montón de petróleo y una base estratégica del AFRICOM/OTAN en el norte de África. Pero no hay nada seguro.

La última esperanza de cordura en todo este caos podría venir de la mano de Turquía. Su Primer Ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha propuesto su versión de hoja de ruta para la paz, estableciendo corredores de ayuda humanitaria y que la democracia vaya avanzando por etapas. Turquía está conversando con ambas partes y no postula abiertamente el cambio de régimen. En Qatar –que, como ya hemos informado, está profundamente implicado en guiar la “transición” en Libia-, el próximo miércoles, unos cuantos europeos, EEUU, unos pocos estados clientelistas de EEUU de Oriente Medio y otras tantas entidades internacionales serán quienes discutan la mencionada hoja de ruta.

Vamos a esperar. Actualmente, cualquier hoja de ruta acabaría con los bombardeos de la OTAN.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=126144. Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernándes

¿ QUIENES SON LOS REBELDES LIBIOS?


¿A quién están apoyando?

Por Eduardo Febbro

El combate contra las fuerzas oscuras es un clásico de los antagonismos universales, metafísicos o reales.

Pero el combate a favor de esas mismas fuerzas es un caso novedoso que los escenógrafos occidentales de la guerra en Libia ahondan cada día.

Dos semanas después de que se iniciara el operativo Odisea del Amanecer, mediante el cual una apretada coalición internacional liderada por tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia– emprendió bombardeos contra objetivos libios, un interrogante recurrente se mete por todos los intercisos: ¿quiénes son realmente esos ‘buenos’ rebeldes que Occidente respalda a bombazos contra los ‘malos’ de Muammar Khadafi?

La pregunta no invalida la legitimidad de la protesta inicial contra el régimen de Khadafi. Los ingredientes y los protagonistas del principio no se prestan a muchas dudas. En cambio, lo que se fue tejiendo después merece más atención.

Occidente no sólo está ayudando a sus legendarios enemigos de Al Qaida, sino también a poderosos ex miembros del aparato khadafista más radical, quienes, como por arte de magia, cruzaron la frontera de la oposición.

Sin embargo, tienen un pasado que los destellos de hoy no pueden borrar.

La historia es fiel al esquema con que Khadafi gobernó durante los 42 años de su mandato: con dos tableros.

Uno con etiqueta de indómito líder antiimperialista, lo que le valió la simpatía de una izquierda que aún se rehúsa a abarcar la complejidad oportunista del personaje.

El otro tablero es el que usó para reprimir a su pueblo y mover piezas ante Occidente, ofreciendo una inagotable colaboración en la lucha contra Al Qaida y contratos petroleros substanciales a las multinacionales norteamericanas.

En ambos tableros hay de todo: desde el respaldo material y territorial a grupos insurgentes de todo el planeta hasta una abnegada búsqueda de socios occidentales para la explotación petrolífera.

Una síntesis perfecta de este billar a tres bandas es el viaje a Londres y la posterior renuncia de quien fuera el actor central de estos dos tableros, el hoy ex canciller Mussa Kussa. Este hombre ha sido la espina dorsal del ingenioso y represivo sistema khadafista.

Y, sin embargo, en vez de refugiarse en algún país amigo –que los tiene– se fue a la capital del país que en 1980 lo expulsó por declarar que pretendía ultimar a dos opositores libios que vivían en Gran Bretaña.

¿Quién es Mussa Kussa?

¿Amigo, enemigo, traidor, exiliado o tal vez pieza escondida del exótico pero eficaz método de negociación de Khadafi con el cual algunos emisarios negocian hoy en la capital británica una salida política de la crisis libia?

Con aquellos a quienes la prensa mundial ha llamado por consenso “los rebeldes” como si eso equivaliera a decir “los buenos” ocurre lo mismo. Los hay muy buenos y otros no tanto.

Conviene recordar que el ruido y la velocidad de la historia dejaron en la sombra a quien fue el protagonista central de la revuelta libia, el abogado Fathi Tirbil.

La rebelión lleva la fecha oficial del 17 de febrero, pero los hechos remontan al 15. Ese día, Fathi Tirbil fue arrestado en su casa de Benghazi por 22 agentes de la seguridad interior del régimen de Khadafi. Tirbil es el hombre de la primavera libia. Este abogado de 38 años es una de las figuras más respetadas de la oposición.

Fathi Tirbil es el abogado de las familias de las víctimas de la matanza de la cárcel de Abou Salim, en 1996. En esa prisión los militares asesinaron a 1200 detenidos en apenas cuatro horas.

El 15 de febrero de 2011, la noticia del arresto del abogado corrió como un reguero de pólvora en una región ya influenciada por las revueltas en Yemen, Bahrein, Jordania, Túnez y Egipto.

Pocas horas después de su detención, un grupo de abogados y defensores de los derechos humanos acudió a manifestar ante la sede central de la policía de Benghazi. Esa misma noche circuló por Twitter un “hashtag” convocando a manifestar el 17 de febrero.

Fathi Tirbil y las víctimas de la cárcel de Abou Salim fueron el detonante. Prueba de ello, en los primeros días de la insurgencia y a medida que los rebeldes tomaban el control de las ciudades los retratos de las víctimas de la matanza de Abou Salim aparecían en los muros.

Ese es el primer círculo, el hartazgo. Fathi Tirbil explicó a la prensa que “la gente empezó esta revuelta a causa de las injusticias a la que está sometida desde hace mucho tiempo”.

El segundo movimiento, es decir, la posterior creación y la composición del Consejo Nacional Libio de Transición, el CNLT, es otra intriga a la que están asociados varios personajes implicados en una de las más funestas y espantosas historias montadas por el régimen: el arresto en 1999, el juicio y la condena primero a muerte y después a cadena perpetua de cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino, injustamente acusados de haber inoculado a propósito el virus del sida a más de 300 niños del Hospital de Niños Al Fatih de Benghazi.

Este caso fue usado por el régimen como moneda de cambio en sus negociaciones con Europa.

Al cabo de un inenarrable proceso de negociaciones, concesiones, pagos bajo la mesa, recompensas diplomáticas y otros regalos, los acusados fueron liberados gracias a las gestiones de la Unión Europea y al forcing final del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien consiguió la puesta en libertad en 2007.

Ese episodio es horrendo, tanto por la falsedad de la acusación, por las torturas sufridas por las enfermeras y los demás acusados, como por la utilización que el régimen hizo del mismo.

Ahora bien, quienes están hoy al frente del CNLT fueron operadores decisivos en las condenas, empezando por quien lo preside, Mustapha Abdeljalil.

El hoy líder del CNLT era el presidente de la Corte de apelaciones de Trípoli que confirmó la pena de muerte de las enfermeras.

Guéorgui Milkov, periodista del diario búlgaro 24 Tchassa, dijo a Le Monde que Mustapha Abdeljalil era “un fiel entre los fieles que, en recompensa por su intransigencia en el juicio, fue nombrado ministro de Justicia en 2007”.

No es el único. Idris Laga, actual coordinador militar de los rebeldes, ocupó el puesto de presidente de la Asociación de padres de los niños infectados por el virus del sida. ¡Qué coincidencia!

Esa asociación desempeñó un papel preponderante en los juicios contra las enfermeras búlgaras y en la instrumentación de la enfermedad que contrajeron los niños.

No menos notoria es la trayectoria del niño mimado de los occidentales, Abdel-Fattah Younis, el ex ministro de Interior de Khadafi, representante del ala más dura del régimen y, luego de su renuncia en medio de las revueltas, miembro eminente de los “rebeldes”.

Sin embargo, las enfermeras búlgaras lo apodan “el torturador en jefe” a raíz de las violaciones y la picana eléctrica a la que sus hombres las sometieron para que confesaran el crimen.

Francia fue el primer país en reconocer al Consejo Nacional Libio de Transición como el “único interlocutor del pueblo libio”.

Esa decisión desembocó en un enfrentamiento verbal entre el primer ministro búlgaro Boïko Borissov y el presidente francés Nicolas Sarkozy. Después del incidente, Borissov dijo: “En ese comité hay gente que torturó a nuestras enfermeras”.

Pero la liberación de las enfermeras terminó de abrirle a Khadafi las puertas del reino de Occidente. Y no sólo las puertas, también los mercados financieros. Allí circuló gran parte del fondo soberano libio, el LIA.

Un tesoro de 65.000 millones de dólares controlado por la familia del Líder Supremo con el que el régimen no creó ni hospitales, ni un Banco del Sur, ni un banco Mediterráneo, ni un fondo de lucha contra el sida.

Fueron al sistema financiero internacional, a los bancos y empresas de Italia, Francia, España, Estados Unidos y Gran Bretaña, donde Khadafi detenta el dos por ciento del grupo que edita The Financial Times.

Historias de doble fondo, donde se juega en dos tableros de ajedrez. Hay, entre los insurgentes, movimientos islámicos duros que siempre combatieron a Khadafi en el este de Libia.

Es el caso del Islamic Libyan Fighting Group. Este movimiento fue fundado a mediados de los años ’90 por combatientes que regresaron de Afganistán, adonde habían ido a pelear, junto a los talibán, contra la ocupación soviética. El Departamento de Estado norteamericano lo califica como una “organización terrorista”. S

in embargo, en la pugna por sacar al ejército rojo de Afganistán, estos combatientes recibieron un consistente apoyo material y logístico de Washington.

¿Y quién los comandaba? Osama bin Laden. Conviene recordar que Libia fue el primer país del mundo que emitió, a través de Interpol, un mandato de arresto contra Bin Laden.

Desde luego, el calificativo de “terrorista” es, en boca de Washington, un despropósito. Desde la pasada administración Bush todo aquel que está contra el imperio se asemeja a un terrorista. Además, el islamismo que impera en el este de Libia siempre se opuso a Khadafi y denunció sin tregua la corrupción y la violencia del sistema.

Entre los rebeldes libios hay jóvenes, militantes de los derechos humanos, demócratas, islamistas y gentes de otra hierba. Igual que con el régimen de Khadafi, la oposición tiene un espejo donde se reflejan los jóvenes de Twitter y Facebook y otro mundo que está detrás del espejo.

 

La guerra euro-estadounidense en Libia: mentiras oficiales y errores de concepto de los críticos


dimecres 30 de març de 2011
La guerra euro-estadounidense en Libia:
mentiras oficiales y errores de concepto de los críticos
per  James Petras
Muchos críticos de las actuales guerras euro-estadounidenses en Oriente Próximo y ahora en el norte de África han basado sus argumentos en estereotipos y generalizaciones carentes de fundamento. La idea más extendida sobre la actual guerra euro-estadounidense en Libia es que «todo es por el petróleo»: el objetivo consiste en hacerse con los pozos de petróleo libios.

Por otro lado, los portavoces de los gobiernos europeos y estadounidense defienden la guerra alegando que su intención es tratar de «salvar vidas civiles frente a un posible genocidio», un acto de «intervención humanitaria».

Siguiendo la estela de sus potencias imperialistas, la mayoría de los que pasan por izquierdistas en Estados Unidos y en Europa (socialdemócratas, marxistas, trotskistas, verdes y progresistas varios) afirman la existencia de un levantamiento revolucionario del pueblo libio y lo respaldan; no pocos han hecho llamamientos a una intervención militar por parte de las potencias imperialistas o, lo que es lo mismo, a la ONU, para ayudar a los «revolucionarios libios» a derrotar a la dictadura de Gadafi.

Estos argumentos carecen de base y distorsionan la verdadera naturaleza del poder imperialista de EE.UU., Reino Unido y Francia, el militarismo expansionista, como muestran todas las guerras en curso de la última década (Irak, Afganistán, Somalia, etc.). Lo que resulta mucho más revelador sobre la intervención militar en Libia es que los principales países, que rehusaron participar en la guerra, actúan a través de una modalidad muy distinta de expansión mundial basada en las fuerzas económicas y del mercado. China, India, Brasil, Rusia, Turquía y Alemania, los países capitalistas más dinámicos de Asia, Europa y Oriente Próximo se oponen básicamente a una respuesta militar «aliada» a su propio estilo contra el gobierno libio porque Gadafi no representa ninguna amenaza para su seguridad y ya disponen de pleno acceso al petróleo y cuentan con un clima favorable a las inversiones. Asimismo, estos países económicamente dinámicos no ven perspectivas de que vaya a surgir un gobierno libio estable, progresista o democrático entre los denominados líderes «rebeldes», que aglutinan a elites dispares que compiten en busca de poder y del favor de Occidente.

1- SEIS MITOS SOBRE LIBIA: LA DERECHA Y LA IZQUIERDA

Las principales potencias imperialistas y sus portavoces en los medios declaran que están bombardeando Libia por «razones humanitarias». Sin embargo, su pasado reciente y sus intervenciones militares actuales muestran un panorama distinto. La intervención en Irak provocó bastante más de un millón de muertos, cuatro millones de refugiados y la destrucción sistemática de una sociedad compleja y de sus infraestructuras, incluyendo sus sistemas de distribución de agua y de alcantarillado, de riego, su red eléctrica y sus fábricas, por no hablar de los centros de investigación, las escuelas, los archivos históricos, los museos y el amplio sistema de bienestar social iraquí.

El desastre fue aún peor tras la invasión de Afganistán. Lo que anunciaron a bombo y platillo como «intervención humanitaria» para liberar a las mujeres afganas y expulsar a los talibanes dio lugar a una catástrofe humana para el pueblo afgano.

En Irak, el camino hacia la barbarie imperialista comenzó con «sanciones», evolucionó hacia «zonas de exclusión aérea» y continuó con la segregación de facto del norte, la invasión y ocupación extranjeras y el inicio de una guerra sectaria entre los escuadrones de la muerte iraquíes «liberados».

Lo mismo puede decirse del ataque imperialista contra Yugoslavia en la década de los 90, también calificado una y otra vez de gran «guerra humanitaria» para detener el genocidio, que desembocó en 40 días de bombardeo aéreo, en la destrucción de Belgrado y de otras grandes ciudades, en la imposición de un régimen terrorista mafioso (KLA) en Kosovo, en la casi total limpieza étnica de todos los residentes no albaneses de Kosovo y en la construcción de la mayor base militar estadounidense en el continente (Camp Bondsteel).

El bombardeo de Libia ya ha destruido importantes infraestructuras civiles, aeropuertos, carreteras, puertos marítimos y centros de comunicaciones, así como objetivos «militares». El bloqueo de Libia y los ataques militares han hecho huir a montones de empresas multinacionales y han provocado el éxodo masivo de cientos de miles de trabajadores inmigrantes cualificados o no y de especialistas de todo tipo procedentes de Asia, Europa del Este, África subsahariana, Oriente Próximo y el norte de África, devastando la economía y generando prácticamente de un día para otro desempleo masivo, colas para recibir alimentos y desabastecimientos críticos de combustible. Es más, siguiendo la lógica de las intervenciones militares imperialistas previas, el llamamiento aparentemente «comedido» a patrullar los cielos mediante una «zona de exclusión aérea» ha llevado directamente al bombardeo de objetivos civiles y militares sobre el terreno, y está presionando para derrocar al gobierno legítimo. Al igual que sus predecesores, los actuales imperios belicistas que lideran el ataque sobre Libia no participan en nada que se parezca remotamente a una misión humanitaria: están destruyendo las bases sobre las que viven aquellos civiles a los que dicen estar salvando, o, como habría dicho una generación anterior de generales estadounidenses en Vietnam, están «destruyendo los pueblos para salvarlos».

2- ¿GUERRA POR PETRÓLEO O PETRÓLEO EN VENTA?

El tópico favorito de la Izquierda «crítica» es que la invasión imperial trata de «hacerse con el control del petróleo libio y entregárselo a sus multinacionales». Y lo mantienen a pesar de que multinacionales estadounidenses, francesas y británicas (así como sus competidores asiáticos) ya han «tomado» miles de hectáreas de campos petrolíferos libios sin soltar ni una sola bomba. Durante la década anterior, las grandes petroleras han estado extrayendo y exportando petróleo y gas libios y obteniendo pingües beneficios. Gadafi abrió la puerta a las mayores multinacionales para que explotaran las riquezas petroleras de Libia desde principios de los 90 hasta nuestros días. Hay más grandes petroleras operando en Libia que en la mayoría de las regiones productoras del mundo. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, British Petroleum, con un contrato de siete años para dos concesiones y más de mil millones de USD en inversiones previstas. Estas concesiones de BP explotan grandes zonas geográficas de Libia, una del tamaño de Kuwait y otra como Bélgica (Libyonline.com). A esto se añade que cinco grandes corporaciones japonesas, como Mitsubishi y Nippon Petroleum, la italiana Eni Gas, British Gas y el gigante estadounidense Exxon Mobil firmaron nuevos contratos de exploración y explotación en octubre de 2010. La concesión petrolera más reciente, firmada en enero de 2010, benefició principalmente a las compañías estadounidenses, y en especial a Occidental Petroleum. Otras multinacionales que operan en Libia son Royal Dutch Shell, Total (Francia), Oil India, CNBC (China), la indonesia Pertamina y la noruega Norsk Hydro (BBC News, 3-10-2005).

A pesar de las sanciones económicas contra Libia impuestas por el presidente Reagan en 1986, el gigante multinacional estadounidense Halliburton lleva realizando proyectos gasísticos y petroleros por valor de miles de millones de USD desde la década de los 80. Durante su mandato como máximo responsable de Halliburton, el ex secretario de Defensa Cheney encabezó la lucha contra estas sanciones declarando que «como nación (resulta) enormemente valioso que haya empresas estadounidenses haciendo negocios en todo el mundo» (Halliburtonwatch.com). Oficialmente, las sanciones contra Libia sólo se levantaron durante la presidencia de Bush en 2004. Está claro que, con todos los países imperialistas europeos y Estados Unidos ya explotando masivamente el petróleo libio, el estribillo de que la «guerra es por el petróleo» no tiene ni pies ni cabeza.

3- GADAFI ES UN TERRORISTA

Durante los preparativos del actual ataque militar sobre Trípoli, Stuart Levey, del Departamento del Tesoro estadounidense (y agente especial de Israel) autorizó una política de sanciones por la que se congelaron 30 mil millones de USD en activos libios so pretexto de que Gadafi era un dictador asesino (Washington Post, 24-3-11). Sin embargo, hace siete años, Cheney, Bush y Condoleezza Rice retiraron a Libia de la lista de regímenes terroristas y ordenaron a Levey y a sus acólitos levantar las sanciones impuestas en la época de Reagan. El gesto fue imitado rápidamente por todas las grandes potencias europeas: se daba la bienvenida a Gadafi en las capitales de Europa, los primeros ministros visitaban Trípoli, y Gadafi les correspondía desmantelando unilateralmente sus programas de armamento nuclear y químico (BBC, 5-9-2008). Gadafi se convirtió en aliado de Washington para su campaña contra muy diversos grupos, movimientos políticos e individuos incluidos arbitrariamente en la «lista de terroristas» estadounidense, deteniendo, torturando y asesinando a sospechosos de pertenecer a Al Qaeda, expulsando a militantes palestinos y criticando abiertamente a Hizbulá, Hamás y a otros oponentes de Israel. La Comisión de Derechos humanos de las Naciones Unidas otorgó al régimen de Gadafi la «patente de sanidad» en 2010. Sin embargo, por más que fuera celebrado por la elite occidental, el giro político de Gadafi no le ha salvado al final de este ataque militar masivo. La imposición de «reformas» neoliberales, su «apostasía» política, su cooperación en la «guerra contra el terrorismo» y la eliminación de las armas de destrucción masiva no han hecho sino debilitar al régimen. Libia se ha hecho vulnerable a los ataques y ha quedado aislada de cualquier aliado antiimperialista que pudiera tener. Las cacareadas concesiones de Gadafi a Occidente han convertido a su régimen en presa fácil de los militaristas de Washington, Londres y París, deseosos de obtener una rápida «victoria».

4- EL MITO DE LAS MASAS REVOLUCIONARIAS

La Izquierda, desde los principales partidos electorales socialdemócratas y verdes hasta la izquierda socialista europea y estadounidense, se han tragado todo el paquete de propaganda mediática en el que se demonizaba al régimen de Gadafi y se aplaudía a los «rebeldes». Repitiendo el estribillo de sus mentores imperialistas, la «Izquierda» ha justificado su apoyo a la intervención militar en nombre del «pueblo libio revolucionario» y de las masas «pacíficas» que «luchaban contra la tiranía», así como organizando milicias populares para «liberar a su país». Pero no pueden estar más lejos de la realidad.

El epicentro de la insurrección armada está en Bengasi, ciudad que es desde hace tiempo caldo de cultivo monárquico de partidarios tribales y clientes del depuesto rey Idris y de su familia. Idris, hasta el momento en que fue destronado por el joven y revolucionario coronel Gadafi, gobernó Libia con mano de hierro como una región atrasada semifeudal y gozaba de popularidad en Washington, ya que había proporcionado a Estados Unidos su mayor base aérea del Mediterráneo (Wheeler). Entre los líderes combatientes del «consejo de transición» de Bengasi (que se supone que lideran, pero que poseen escasos seguidores organizados) podemos encontrar exiliados neoliberales, que inicialmente promovieron la invasión militar euro-estadounidense con la idea de llegar al poder a lomos de misiles occidentales. Favorecen abiertamente el desmantelamiento de las compañías petroleras estatales libias que mantienen en este momento acuerdos de colaboración con multinacionales extranjeras. Observadores independientes han comentado la falta de tendencias reformistas claras, por no hablar de organizaciones revolucionarias o de movimientos democráticos populares entre los «rebeldes».

Mientras Estados Unidos, el Reino Unido y Francia lanzan misiles cargados de uranio empobrecido sobre las principales instalaciones militares y civiles libias, sus «aliados», las milicias armadas de Bengasi, en vez de luchar contra las fuerzas armadas del régimen van dando vueltas por ahí, deteniendo y a menudo ejecutando a cualquier posible miembro de los «comités revolucionarios» de Gadafi, etiquetando arbitrariamente a estos civiles como «quintacolumnistas». Entre los principales líderes de estas masas «revolucionarias» de Bengasi se encuentran dos recientes desertores de lo que la «Izquierda» califica como «régimen asesino» de Gadafi: Mustafá Abdul Jalil, ex-ministro de Justicia, que ha estado juzgando a disidentes hasta la víspera del levantamiento armado, Mahmoud Jebri, que destacó por invitar a las multinacionales a tomar los campos petrolíferos (FT, 23 de marzo de 2011, pág. 7), y el ex embajador de Gadafi en India, Ali Aziz al-Eisawa, que se subió a un barco tan pronto como empezó a parecer que la insurrección iba a tener éxito. Estos «líderes» autoproclamados de los rebeldes que ahora defienden incondicionalmente la intervención militar euro-estadounidense, han sido partidarios desde hace tiempo de la dictadura de Gadafi y han fomentado la adquisición de campos petrolíferos y gasísticos por parte de multinacionales. Los cabecillas del consejo militar «rebelde» son Omar Hariri y el general Abdul Fattah Younis, antiguo ministro del Interior. Ambos poseen un largo historial (desde 1969) de represión de movimientos democráticos en Libia. Dados sus ominosos antecedentes, no es de extrañar que estos militares de alto nivel desertores se hayan pasado a los «rebeldes» por no haber sido capaces de conseguir que sus tropas, formadas en su mayor parte por reclutas, se unieran a las fuerzas leales a Gadafi. También tendrán que cabalgar hacia Trípoli al rebufo de las fuerzas armadas británicas, estadounidenses y francesas.

La falta de credenciales democráticas y de apoyo popular entre las fuerzas contrarias a Gadafi se hace patente por su confianza en las fuerzas armadas imperialistas extranjeras para llevarles al poder y su sometimiento a las exigencias de estas potencias. Sus abusos y persecuciones de los trabajadores inmigrantes procedentes de Asia, Turquía y, sobre todo, del África subsahariana, así como de los ciudadanos libios negros, están ampliamente documentados en la prensa internacional. Su brutalidad hacia los libios negros, falsamente acusados de ser «mercenarios» de Gadafi, incluye torturas, mutilaciones y horribles ejecuciones, lo cual no es un buen augurio para el advenimiento de un nuevo orden democrático o incluso para la reactivación de una economía dependiente del trabajo de los inmigrantes, por no hablar de conseguir un país unido con una economía e instituciones nacionales. Los dirigentes autoproclamados del «Consejo Nacional de Transición» no son ni democráticos ni nacionalistas, y tampoco son siquiera capaces de unir al país. No son líderes creíbles que puedan recuperar la economía y crear puestos de trabajo después de tomar el poder por medio de las armas. Nadie puede pensar en serio que estos «exiliados», tribalistas, monárquicos e islamistas sean capaces de mantener los paternalistas programas de bienestar social y empleo creados por el gobierno de Gadafi y que proporcionaron a los libios la mayor renta per cápita de África.

5- AL QAEDA

La mayor concentración geográfica de sospechosos de terrorismo relacionados con Al Qaeda se encuentra precisamente en las zonas dominadas por los «rebeldes» (véase el artículo de Alexander Cockburn al respecto: Counterpunch, 24 de marzo de 2011). Durante más de una década, Gadafi ha estado a la vanguardia de la lucha contra Al Qaeda tras asumir la doctrina de la «guerra contra el terrorismo» de los presidentes Bush y Obama. Estos yihadistas libios, que perfeccionaron sus habilidades en las zonas de Irak y Afganistán ocupadas por EE.UU., se encuentran ahora entre las filas de los «rebeldes» luchando contra el gobierno libio, de corte más laico. Igualmente, los jefes tribales, los clérigos fundamentalistas y los monárquicos del este han mantenido activamente una «guerra santa» contra Gadafi, agradeciendo el apoyo armamentístico y aéreo de los «cruzados» anglo-franco-estadounidenses, del mismo modo que los mulás y jefes tribales recibieron con los brazos abiertos las armas y el entrenamiento procedente de la Casa Blanca en tiempos de Carter y Reagan para derrocar al régimen laico de Afganistán. De nuevo, la intervención imperialista se basa en formar «alianzas» con las fuerzas más retrógradas. La composición del futuro régimen (o regímenes, si Libia queda dividida) constituye un gran interrogante, y existen dudas sobre un posible regreso a la estabilidad política para que las grandes petroleras puedan beneficiarse de la explotación de los recursos de Libia.

6- “GENOCIDIO” O GUERRA CIVIL ARMADA

A diferencia de todos los levantamientos populares actuales del mundo árabe, el conflicto libio comenzó como una insurrección armada dirigida a tomar el poder por la fuerza. En contraste con los gobernantes autocráticos de Egipto y Túnez, Gadafi cuenta con una amplia base regional entre un sector sustancial de la población libia. Este apoyo se basa en el hecho de que casi dos generaciones de libios se han beneficiado de los programas sociales, educativos, de empleo y de vivienda de Gadafi financiados con el petróleo, ninguno de los cuales existía cuando gobernaba el favorito de Estados Unidos, el rey Idris. Dado que la violencia es inherente a cualquier levantamiento armado, una vez se empuñan las armas para tomar el poder se pierde el interés por los «derechos civiles». En un conflicto civil armado, los derechos civiles se vulneran en todos los bandos. Al margen del retrato sensacionalista que han hecho los medios occidentales de las «fuerzas mercenarias africanas» de Gadafi y de su menos evidente aprobación de la «justicia revolucionaria» contra los partidarios y los soldados del gobierno de Gadafi capturados en los bastiones rebeldes, deberían haber entrado en juego las reglas de la guerra, incluida la protección de los civiles no combatientes (entre los que se encuentran partidarios y autoridades del gobierno) y de los prisioneros de guerra libios en las zonas controladas por la OTAN-rebeldes.

La alegación euro-estadounidense sin fundamento de «genocidio» amplificada por los medios de comunicación y repetida mecánicamente por los portavoces de la «izquierda» queda en entredicho por los informes cotidianos que reflejan con una o dos cifras el número de muertos y heridos como consecuencia de la violencia urbana en ambos bandos a medida que el control de las ciudades y de los pueblos va pasando de uno a otro.

La verdad es la primera víctima de la guerra,

y esto es especialmente cierto en las guerras civiles. Ambos bandos se han dedicado a elaborar atroces invenciones sobre victorias, bajas, monstruos y víctimas.

Ángeles y demonios aparte, este conflicto comenzó como una guerra civil entre dos grupos de elites libias: una autocracia paternalista establecida, ahora cada vez más neoliberal y con un apoyo popular importante, frente a una elite financiada y entrenada por imperialistas occidentales, respaldada por un conglomerado amorfo de jefes regionales, tribales y clericales, monárquicos y profesionales neoliberales desprovistos de credenciales democráticas y nacionalistas -y carentes de un amplio respaldo entre las masas-.

CONCLUSIÓN

Si el motivo no es evitar genocidios, apropiarse del petróleo ni promover la democracia (mediante misiles Patriot), ¿qué es entonces lo que ha motivado la intervención imperialista euro-estadounidense?

Una de las claves está en la selectividad de la intervención militar occidental: los autócratas que gobiernan en Bahréin, Arabia Saudita, Yemen, Jordania, Qatar y Omán, aliados con y respaldados por los estados imperialistas euro-estadounidenses van por ahí deteniendo, torturando y asesinando a opositores desarmados en las ciudades con total impunidad. En Egipto y Túnez, Estados Unidos está respaldando a una junta de gobierno conservadora autoproclamada de miembros de la elite civil-militar para bloquear la profunda transformación democrática y nacionalista de la sociedad que exigen los manifestantes. Esta junta de gobierno pretende impulsar «reformas» económicas neoliberales a través de altos funcionarios pro occidentales «electos» cuidadosamente seleccionados. Aunque los críticos liberales acusen a Occidente de «hipocresía» y de «doble moral» al bombardear a Gadafi, pero no a los carniceros del Golfo, en realidad los gobernantes imperialistas aplican en cada región las mismas reglas de manera uniforme: defienden a aquellos regímenes clientes autocráticos estratégicos que han permitido a los estados imperialistas construir bases aéreas y navales estratégicas, llevar a cabo operaciones regionales de inteligencia y establecer plataformas logísticas para las guerras existentes en Irak y Afganistán, así como para el conflicto que tienen previsto iniciar en el futuro con Irán. Atacan a la Libia de Gadafi precisamente porque éste ha rechazado participar activamente en las operaciones militares occidentales en África y Oriente Próximo.

La clave es que, aunque Libia haya permitido a las mayores multinacionales estadounidenses y europeas saquear su riqueza petrolera, no se ha convertido en un activo geo-político-militar estratégico del imperio.

Como hemos dicho en muchas otras ocasiones, la fuerza impulsora para construir el imperio estadounidense es militar, no económica. Es por esto por lo que se han sacrificado miles de millones de dólares en intereses y contratos económicos occidentales al establecer sanciones contra Irak e Irán, con el costoso resultado de que la invasión y ocupación de Irak ha suspendido en su mayor parte la explotación petrolera durante más de una década.

La ofensiva sobre Libia dirigida por Washington, en la que la mayoría de los ataques aéreos y de los lanzamientos de misiles los ha llevado a cabo el régimen de Obama, forma parte de un contraataque general en respuesta a los recientes movimientos populares prodemocráticos del mundo árabe. Occidente está contribuyendo a suprimir estos movimientos pro democracia a lo largo del Golfo; financia en Egipto a la junta de gobierno proimperialista y proisraelí y está interviniendo en Túnez para asegurarse de que el régimen nuevo que surja esté «correctamente alineado». Brinda apoyo a un régimen despótico en Argelia y a los ataques diarios de Israel sobre Gaza. En línea con esta política, Occidente respalda el levantamiento de ex partidarios de Gadafi y de monárquicos de derechas en la seguridad de que la Libia «liberada» de nuevo proporcionará bases militares para los constructores del imperio militar euro-estadounidense.

En contraposición, las potencias de mercado emergentes mundiales y regionales han rechazado apoyar este conflicto, que pone en peligro su acceso al petróleo y los contratos vigentes de exploración petrolera a gran escala firmados con Gadafi. Las economías en crecimiento de Alemania, China, Rusia, Turquía, India y Brasil dependen de la explotación de nuevos mercados y de recursos naturales por toda África y Oriente Próximo, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Francia se gastan miles de millones en guerras que desestabilicen estos mercados, destruyan infraestructuras y fomenten guerras de resistencia a largo plazo. Las potencias de mercado que se hallan en fase de crecimiento son conscientes de que los «rebeldes» libios no pueden garantizar una victoria rápida y un entorno estable para el comercio y las inversiones a largo plazo. Los «rebeldes», una vez en el poder, serán los clientes políticos de sus mentores imperiales militaristas. Es obvio que una intervención militar imperialista en nombre de los separatistas regionales representa una gran amenaza para estas economías de mercado emergentes: Estados Unidos apoya a rebeldes étnico-religiosos en la provincia tibetana de China, así como a los separatistas uigures; hace tiempo que Washington y Londres respaldan a los separatistas chechenos en el Cáucaso ruso. India observa con cautela el apoyo militar estadounidense a Pakistán, que reclama Cachemira. Turquía se enfrenta a los separatistas kurdos que obtienen armas y refugio seguro de sus compañeros kurdos iraquíes abastecidos por Estados Unidos.

El precedente norteafricano que representa la invasión de Libia por parte de los imperios en nombre de sus clientes separatistas preocupa a las potencias de mercado emergentes. También representa una amenaza continua para los movimientos populares árabes en favor de la libertad. Además, la invasión no augura nada bueno para la economía estadounidense y para su frágil «recuperación»: mantener tres guerras interminables acabará con el presupuesto más pronto que tarde. Y lo más trágico de todo es que la invasión «humanitaria» de Occidente ha herido de muerte los esfuerzos genuinos de los demócratas, socialistas y nacionalistas libios por liberar a su país de una dictadura y de los reaccionarios respaldados por los imperialistas.

Fuente: The people’s voice

 

MASACRE SOBRE LIBIA


MASACRE SOBRE LIBIA

– Sarkocy, Cameron, Zapatero y Obama asesinos.

Bombas sucias para dirigentes sucios.

Uranio empobrecido: Una extraña forma de proteger a los civiles libios

Escrito por: casajuntoalrio el 28 Mar 2011 – URL Permanente

“Los misiles que llevan puntas dotadas de uranio empobrecido se ajustan a la perfección a la descripción de bomba sucia… Yo diría que es el arma perfecta para asesinar a montones de gente.” Marion Falk, experta en física química (jubilada), Laboratorio Lawrence Livermore, California, EEUU.

En las primeras veinticuatro horas del ataque contra Libia, los B-2 de EEUU arrojaron 45 bombas de 2.000 libras de peso cada una [algo menos de 1.000 kilos].

Estas enormes bombas, junto con los misiles Cruise lanzados desde aviones y barcos británicos y franceses, contenían ojivas de uranio empobrecido.

El UE es el producto de desecho del proceso de enriquecimiento de uranio. Se utiliza en las armas y reactores nucleares.

Debido a que es una sustancia muy pesada, 1,7 veces más densa que el plomo, es muy valorada en el ejército por su capacidad para atravesar vehículos blindados y edificios.

Cuando un arma que lleva una punta de uranio empobrecido golpea un objeto sólido, como una parte de un tanque, penetra a través de él y después explota formando una nube candente de vapor. El vapor se asienta como polvo, un polvo que no sólo es venenoso, también radioactivo.

Un misil con uranio empobrecido cuando impacta se quema a 10.000ºC. Cuando alcanza un objetivo, el 30% se fragmenta en metralla. El 70% restante se evapora en tres óxidos altamente tóxicos, incluido el óxido de uranio.

Este polvo negro permanece suspendido en el aire, y dependiendo del viento y de la climatología, puede viajar sobre grandes distancias. Si Vds. piensan que Iraq y Libia están muy lejos, recuerden que la radiación de Chernobyl llegó hasta Gales.

Resulta muy fácil inhalar partículas de menos de 5 micras de diámetro, que pueden permanecer en los pulmones o en otros órganos durante años. Ese uranio empobrecido inhalado puede causar daños renales, cánceres de pulmón y huesos, trastornos en la piel, trastornos neurocognitivos, daños cromosómicos, síndromes de inmunodeficiencia y extrañas enfermedades renales e intestinales.

Las mujeres embarazadas que se ven expuestas al uranio empobrecido pueden dar a luz a bebés con defectos géticos. Una vez que el polvo se vaporiza, no cabe esperar que el problema pueda desaparecer pronto. Como emisor de partículas alfa, el UE tiene una vida media de 4.500 millones de años.

En el ataque de la operación “conmoción y pavor” contra Iraq, se arrojaron, sólo sobre Bagdad, 1.500 bombas y misiles. Seymour Hersh ha afirmado que sólo la Tercera Insignia de Aviación de los Marines de EEUU arrojó más de “quinientas mil toneladas de munición”. Y todo eso llevaba puntas de uranio empobrecido.

Al Yasira informó que las fuerzas invasoras estadounidenses dispararon 200 toneladas de material radioactivo contra edificios, hogares, calles y jardines de Bagdad. Un periodista del Christian Science Monitor llevó un contador Geiger hasta zonas de la ciudad que habían sufrido una dura lluvia de artillería de las tropas estadounidenses.

Encontró niveles de radiación de entre 1.000 a 1.900 veces por encima de lo normal en zonas residenciales. Con una población de 26 millones de habitantes, eso significa que EEUU arrojó una bomba de una tonelada por cada 52 ciudadanos iraquíes, es decir, unos 20 kilos de explosivo por persona.

William Hague [Secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico] dijo que íbamos a Libia “a proteger a los civiles y a las zonas habitadas por civiles”. Vds. no tienen que mirar muy lejos para ver a quién y qué se está “protegiendo”.

En las primeras 24 horas, los “Aliados gastaron” 100 millones de libras esterlinas en munición dotada de punta de uranio empobrecido. Un informe sobre control de armamento realizado en la Unión Europea afirmaba que sus estados miembros concedieron en 2009 licencias para la venta de armas y sistemas de armamento a Libia por valor de 333.657 millones de euros.

Gran Bretaña concedió licencias a las firmas de armamento para la venta de armas a Libia por valor de 24.700 millones de euros y el Coronel Gadafi pagó también para que se enviara a las SAS [siglas en inglés de Servicio Especial Aéreo] a entrenar su 32ª Brigada.

Me apuesto a que en los próximos 4.500 millones de años, William Hague no va a ir de vacaciones al Norte de África.

Uranio empobrecido: Una extraña forma de proteger a los civiles libios

 

Stop the War Coalition
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo FernándezFuente: 

http://stopwar.org.uk/content/view/2321/27/

Vía:

http://www.rebelion.org/seccion.php?id=8

 

LIBIA, sí es IRAK


LIBIA, sí es IRAK

Llevo escuchando desde que empezó la intervención en Libia que Libia no es Irak.

Si estuviera tan claro esto, no se repetiría esta proposición una y otra vez.

Yo soy de los que pienso que Libia sí es Irak y lo demostraré a continuación.

El ataque a Irak fué algo que se preparó de antemano, basándose en pruebas falsas confesadas recientemente por los mismos promotores de la guerra, se intentó sacar una resolución de la Onu que al final fracasó, el fin último del mismo era la apropiación del petróleo y  había un motivo para hacerlo ya que Irak empezó a hacer las transacciones petrolíferas en euros en vez de dólares y eso, si se generalizaba podía hundir la economía americana.

En el caso de Libia, se está comprobando últimamente que fué un complot que preparó Francia avivando y armando a unas cuantos gupos disconformes con el régimen.

De tal modo, que en cuanto se produjeron la primeras  manifestaciones, Francia fué la primera en poner el grito en el cielo,

la primera que reconoció a un gobierno libio del cual ni siquiera se sabía cuáles eran sus miembros.

La primera que dió por hecho un bombardeo sobre la población sin ninguna prueba que lo corroborara.

La primera que movió los hilos para que se sacara una resolución que diera lugar a la intervención

y finalmente la primera en intervenir.

Me figuro que la habrán prometido una parte muy importante del pastel libio para poner como ha puesto toda la carne en el asador.

Al contrario que en el caso de Irak, aquí sí ha habido una resolución.

Lo común, es que si en Irak se pasaron por el forro el que no la hubiera, en el caso de Libia, se están pasando por el mismo su redacción, ya que lo que establece la misma, es simplemente la aplicación de una zona de exclusión aérea y el uso tan solo de la fuerza para la defensa de vidas civiles inocentes.

Y la aviación » aliada» no sólo está destruyendo todo tipo de instalaciones, tanto civiles como militares, sino que encima está sirviendo como soporte aéreo ( algo no especificado en la resolución) en el avance de las tropas rebeldes.

Que como su nombre indica son insurgentes que se han sublevado, nos guste reconocerlo o no, para derribar un estado de derecho y en contra de toda lógica y del derecho internacional, se está atacando al estado que estaba legítimizado para defenderse.

Como en el caso de Irak, se han utilizado los medios de comunicación de forma fraudulenta, soltando información partidaria y criminalizando el régimen Libio sin ningún tipo de pruebas, simplemente lanzando bulos. En primer lugar, no hubo ningún bombardeo y en segundo lugar, los únicos que en los primeros días avanzaban utilizando sus armas eran los rebeldes que se quedaron a las puertas de Trípoli.

A partir de ahí, reaccionó el régimen de Gadafi, volviendo las tornas a la situación. Recuperaron todo lo perdido y se quedaron, hasta que llegó la intervención, a las puertas de la capital rebelde Bengasi.

Me figuro, que en sus combates y avance, los rebeldes, habrán reprimido a la población simpatizante con Gadafi, pero claro está, esas víctimas no merecen ninguna protección así como, si lo hicieran las tropas de Gadafi serían tachadas de criminales de guerra.

Por último, como en el caso de Irak, aquí se ha intervenido, por dos razones que nada tienen que ver con las humanitarias expuestas en la resolución. Por un lado, por apropiarse del petróleo libio y en segundo lugar, por que Gadafi se proponía nacionalizar las compañias petrolíferas extranjeras.

Si no lo había hecho ya, era por la oposición de dos de sus ministros. Precisamente los dos que desertaron a Bengasi, justo cuando empezaron las hostilidades y que son que tan firmemente apoyados por Francia.

Por todo ello, estoy en contra de la intervención en Libia. Porque creo, que apoyándose en falsos testimonios y apelando a falsas razones humanitarias, intentan apropiarse de unas riquezas que pertenecen al pueblo Libio y para ello han utilizado métodos torticeros que  hacen que toda la operación » Odisea al Amanecer» esté totalmente ilegitimizada.

La utilización de pruebas falsas para legitimizar una intervención militar con el consiguiente balance de bajas civiles, conlleva el denominador común que tuvo la guerra de Irak. Y sus promotores, como éstos, deberían ser juzgados por crímenes derivados de la guerra.

por ARMAK de ODELOT

Libia, la desinformación es un crimen contra humanidad


Libia, la desinformación es un crimen contra humanidad PDF Imprimir E-mail
Medios de comunicación
Domingo, 27 de Marzo de 2011
Stella Calloni – Cubadebate.- La desinformación sobre lo que sucede en Libia es una de las más emblemáticas de los últimos años, porque en esta ocasión-y quizás sólo valga recordar la ilegalidad de la guerra contra la ex Yugoslavia y la liviandad de alguna prensa e intelectuales “progresistas” -la mentira y falsedades no sólo son transmitidas por los medios, mayoritariamente en manos del poder hegemónico mundial, sino por muchos de los llamados alternativos.

Incluso curiosamente se habla de que se está transmitiendo “informativamente en forma directa” los acontecimientos en Libia, pero se lo hace desde París, por ejemplo, sin que nadie haga una observación objetiva sobre esto. ¿Es posible transmitir los gravísimos sucesos en Libia desde París, Madrid o cualquier capital europea?

Es imposible. Sólo estando en el terreno es que se pueden seguir las alternativas de la guerra o en todo caso informarse por quienes están en el lugar, incluyendo diplomáticos de todos los países, a los que hay que recurrir para evitar dar sólo la versión de los “aliados”.

Un ejemplo. Leo hoy en un medio local que la oposición dice que el gobierno libio ha matado ocho mil personas. ¿Quién lo dice? ¿Cuáles y dónde están los líderes de los rebeldes, que aparecen por primera vez en su historia y que no se conocen? Es esta la rebelión más curiosa a la que se le adjudica ser mayoritaria en el país, y “popular”.

Se habló en el escaso tiempo de unos días de este “levantamiento” en zona clave petrolera y de los bombardeos libios contra los “rebeldes”, pero China y Rusia han advertido que no han sido registrados en ninguna pantalla, ni celular, ni cámaras de esas que en manos rebeldes podían registrar plenamente un bombardeo.

Un día alguien aparece como líder del Comité de Transmisión, pero a los pocos días desaparece y de repente aparece otro y estos “grupos de oposición” fantasma hacen conferencias con el gobierno de Francia y otros.

Nadie conoce el objetivo, las demandas de “los rebeldes” salvo que quieren derrocar a Gadafi, como quieren hacerlo precisamente sus aliados en esta causa y no sólo por el petróleo, sino que es también un avance geoestratégico en una zona que Estados Unidos y su socio cercano Israel intentan poner definitivamente bajo su control.

En la historia de los “levantamientos populares” nunca habíamos registrado una situación parecida.

Y ¿en qué se basan los medios para informar precisiones tales como los supuestos muertos en las filas de los llamados rebeldes? He leído en otro medio que el gobierno de Muamar El Gadafi seguía bombardeando a los “rebeldes”, mientras la coalición bombardeaba distintos lugares en Libia.

 ¿De dónde les llega la información? ¿De Francia, de Roma, de Londres, de Washington? Por qué entonces precisamente los aliados no estaban asegurando el lugar convenido con la ONU, en una zona de exclusión para los aviones libios. ¿Y qué se espera que digan los periodistas ubicados en esos “estratégicos” lugares?

Lo que tienen que decir es lo que abunda, la necesaria desinformación de los aliados en esta “Odisea del Amanecer”, que lamentablemente sepultó lo poco que quedaba de esperanza en Naciones Unidas. Estos “aliados” necesitan como el agua sostener sus argumentos falsos.

Porque es falso, absolutamente falso, que no tenían otra alternativa para los sucesos de Libia. Y porque ni siquiera tenían una precisión de lo que realmente estaba sucediendo y, como han señalado varios diplomáticos entre ellos turcos, no esperaron a tener mayores datos fidedignos sobre la situación y apresuraron la resolución de la ONU.

Luego, como si hubieran estado esperando en el pasillo con todas sus armas en las manos, en horas lanzaron sus ataques. El esquema para una zona de exclusión, especialmente en una conjunción de “aliados”, no es cosa de minutos. Cualquier militar lo sabe y especialmente si se va a actuar con responsabilidad.

No la hubo en ningún momento. Los ataques contra objetivos en Libia, que alcanzaron mayoritariamente a zonas civiles comenzaron sin haber probado siquiera el funcionamiento de la zona de exclusión. Y no se habían arbitrado los medios necesarios para evitar tomar medidas más drásticas.

Qué cambio de humor europeo cuando hacía tan poco tiempo sus gobernantes habían recibido a Gadafi, después de años de enfrentamientos y no como dicen algunos “analistas” -inventados por la circunstancia- que siempre fueron “amigos” del gobernante libio. Todo lo contrario.

La diplomacia europea y la confusión y las diferencias dentro del propio gobierno libio posibilitaron una relación ventajosa entre los gobiernos europeos y Gadafi, a los que este vendía la mayor cantidad de petróleo comparado con lo que exportaba a Estados Unidos.

Y si el petróleo está detrás de esta diligencia con que se actúa contra un país, sin tener mayo cantidad de información, ni tomarse el tiempo para el análisis, vuelve a repetirse un hecho que será gravitante para los pueblos europeos en el futuro.

Y repito aquí los párrafos de una nota que escribí anteriormente.

A principios de 2004 el analista estadounidense Paul Harris (Soberanía, Info. 2004) establecía que

“El verdadero objetivo de la guerra de Estados Unidos contra Iraq es la competencia de ese país contra el euro. Hay muchas razones para la obsesión de George Bush”

Harris ya había mencionado que la acción contra Iraq, era en realidad contra Europa.

“Siempre que una nación decide ir a la guerra se hacen planes sobre quién ganará y quién perderá; nadie va a la guerra esperando perder, pero no siempre el blanco obvio de la agresión es el verdadero motivo de la guerra. A veces no se trata de lo que esperas ganar de una guerra sino, más bien, de lo que otro pierde; y no tiene por qué ser tu enemigo declarado quien cargará con las pérdidas”.

En ese caso pronosticaba Harris la víctima esperada por Bush era la economía europea, “la cual es robusta y probablemente se haga más fuerte en el futuro cercano”.

Y analizaba que la entrada de Gran Bretaña en la Unión Europea era inevitable, que Escandinavia se unirá más temprano que tarde. Ya, incluso en esos países, habrá diez nuevas naciones miembros en Mayo de 2004, lo cual inflará el PIB de la Unión Europea a cerca de $9.6 trillones, con 450 millones de personas, en contraste con $10.5 trillones y 280 millones de personas en los EE.UU.

Esto representa un bloque formidable de competencia para los EE.UU. pero la situación es mucho más compleja de lo que revelan estos números y mucho de ello depende del futuro de Iraq”.

Recordaba que si bien el control del petróleo estaba detrás de la guerra contra Iraq, el impulso real no eran las enormes reservas sin explotar en ese país ni “tanto el deseo de EE.UU. de poner sus sucias manos sobre ese petróleo. Es mas bien por las sucias manos que los norteamericanos quieren mantener alejadas de él”.

Tampoco habían precipitado estas acciones los sospechosos atentados que derrumbaron o implosionaron las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, ni que Washington considerara que Saddam Hussein era un monstruo, sino que “lo que precipitó esto es que el 6 de Noviembre de 2000 Iraq decidió cambiar al euro la moneda con la cual hacía sus transacciones petroleras.

Esta declaración política se hizo y la depreciación constante del dólar contra el euro desde entonces, significó que Iraq obtuviera buenas ganancias al cambiar sus reservas y su divisa para hacer transacciones”.

La pregunta que surgió y que se hizo George Bush, es:

“¿Qué pasaría si la OPEP, de repente se cambia al euro? Si la OPEP siguiera el ejemplo de Iraq y empezara a negociar petróleo en euros sucedería una explosión económica y las naciones consumidoras de petróleo tendrían que hacer salir sus dólares de las reservas de sus bancos centrales y reemplazarlos por euros.

El valor del dólar se vendría abajo y las consecuencias serían las que podrían esperarse de cualquier colapso de divisa e inflación masiva. Los fondos extranjeros podrían salir atropelladamente del mercado de valores norteamericano y habría una huida de los bancos de los activos en dólares como la de 1930; el déficit presupuestario s incumpliría y así sucesivamente”.

En suma la debacle afectaría a Japón, lo que a su vez arrastraría más duramente a Estados Unidos.

También el objetivo de la guerra de Bush fue amenazar con tomar acciones significativas contra cualquiera de los productores de petróleo que pudieran cambiarse al euro. “Era el euro y por supuesto, Europa el objetivo. USA no va a cruzarse de brazos tranquilamente y dejar a esos advenedizos europeos tomar las riendas de su destino y mucho menos de las finanzas del mundo” concluía Harris, quien hizo un estudio detallado de cómo se había impuesto el dólar desde el final de la Segunda Guerra Mundial y como “la fuerza del dólar desde 1945″ residió en ser la divisa internacional para las transacciones petroleras globales (es decir, “petro-dólar”).

La invasión en Iraq encerró detrás este otro golpe encubierto para impedir el rotundo fortalecimiento de Europa y también la idea de debilitar organismos desafiantes en manos nuevas, como sucede con la OPEP y los esfuerzos del presidente venezolano Hugo Chávez, para independizar la política petrolera.

Hay demasiado detrás de cualquier acción bélica tan brutal como esta. Ya se conocen las mentiras y falsos argumentos que se usaron para invadir y ocupar Iraq, incluso Afganistán. Pero ¿a quien le importa? ¿Acaso a la ONU le preocupó el genocidio que continúa en Afganistán e Iraq? La ocupación es un “hecho consumado” al estilo Hitler.

Nadie pregunta porqué se comenzó bombardeando y no estableciendo la zona de exclusión, todo lo cuál también es ilegal en esta circunstancia, pero usando la lógica de los guerreristas -y su obligación de cumplir al menos para la galería de observadores- el primer y exclusivo paso que era establecer el corredor aéreo que impediría los presuntos bombardeos libios sobre “los rebeldes”.

Es absolutamente falso el “humanitarismo” de los que torturaron despiadadamente, mataron, asesinaron y violaron a niños, mujeres y hombres en Iraq y Afganistán. Es falso el “humanitarismo” de los que mantienen una cárcel de experimentos que degrada la condición del ser humano en la base militar de Guantánamo, territorio cubano usurpado por Estados Unidos.

Y mientras todo eso sigue sucediendo y el “humanitarismo” de Washington y sus aliados Estados Unidos corre, como lo hicieron en toda la historia de América Latina a apoyar y financiar a los terroristas de Estado de todas las dictaduras, y lo siguen haciendo como en Honduras, donde disfrazan un gobierno nacido del golpismo, como una democracia, mientras se continúa asesinando a decenas de campesinos, trabajadores, profesionales, maestros y entre ellos 11 periodistas en pocos meses.

Pero también en Colombia, donde Estados Unidos oculta a su pueblo que ellos arman a los paramilitares y un ejército como el colombiano que ejerce terrorismo de Estado en el territorio de su país.

En Colombia se denuncian 250 mil desapariciones forzadas bajo esos terrorismos de Estado encubiertos y cada semana mueren más personas de las que murieron en todo el tiempo que duró la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, como demostraron organismos de Derechos Humanos en Ginebra.

Sería largo enumerar los siniestros “humanitarismos” del imperio, y también la impunidad que les asiste. No hay un solo condenado en Estados Unidos por estos crímenes. En reemplazo de la justicia verdadera, cada tanto se condena a uno o dos soldados como autores de crímenes como los que se han conocido por fotografías en Iraq y Afganistán.

Estos soldados y oficiales jugando con los cadáveres de sus víctimas o posando junto a los muertos en torturas sonriendo, lo que es de una perversión sobrecogedoras, están entrenados para eso.

Oficiales de Estados Unidos declaran públicamente que finalmente han logrado que el reflejo condicionado de sus soldados sea matar”.

¿Investiga alguien cómo es el entrenamiento brutal de las tropas en Estados Unidos? ¿Se interesa alguien por los documentales que incluso suelen exhibirse en la TV común, para constatar que estos entrenamientos suponen humillaciones y torturas para los soldados propios con el fin de “fortalecerlos”, según dicen los manuales?

¿Cómo son las siluetas que se usan para los entrenamientos de tiro en los cuarteles estadounidenses? Son figuras de árabes, negros, mestizos, indios, y junto a ellos gorilas y otros animales. Y este es el mensaje. Lo que están matando sus soldados no son seres humanos, somos el mundo del bestiario que el colonialismo brutal nos ha designado.

Es por todo esto que la irresponsabilidad por una parte y la complicidad por la otra en la información que se transmite es tan criminal como el disparo que mata. Y por eso se da entidad de “rebeldes” a grupos cuyos objetivos orígenes y objetivos no se conocen.

Se puede estar defendiendo a mercenarios que son la última “moda” de la guerra preventiva, sin fronteras y sin fin, mercenarios reunidos por los caminos del mundo, como los que mandaron contra Angola, que eran revindicados como héroes o contra Nicaragua en los años 80. Esos hombres, soldados de fortuna, perros de la guerra, que usan las tropas de ocupación en Iraq y Afganistán, contra una población indefensa que no le preocupa a los humanitarios de la ONU.

La hipocresía salvaje de estos tiempos es una afrenta para la humanidad que, mientras esto siga sucediendo, está bajo una grave amenaza y por eso recuperar la palabra y agitarla es una cuestión de resistencia contra el salvajismo y la muerte.

La contrarrevolución de Obama en Oriente MEDIO


Seguir controlando los recursos y los pueblos
Medio Oriente: la contrarrevolución de Obama 
por Thierry Meyssan*

Luego de cierto titubeo sobre la conducta a seguir ante las revoluciones árabes, la administración Obama se decide por el uso de la fuerza como medio de salvar a aquellos de sus vasallos que aún puedan tener salvación.

Al igual que en el pasado, es Arabia Saudita quien recibe la misión de dirigir la contrarrevolución.

Riad ha logrado que la comunidad internacional reconozca a sus peones libios en detrimento de los sublevados y ahora acaba de invadir Bahrein, ahogando en sangre la sublevación popular.


 


20 DE MARZO DE 2011

Desde
Beirut (Líbano)


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A pedido del rey Hamad ibn Isa Al-Khalifa y con el apoyo de Estados Unidos, las tropas de Arabia Saudita penetran en Bahrein el 14 de marzo de 2011 para aplastar la revuelta.

Después de reunirse en París con tres emisarios de la rebelión, el presidente francés Nicolas Sarkozy anunció, el jueves 10 de marzo de 2011, que Francia ya no reconoce al régimen del coronel Khadafi como representante de Libia sino al Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT).

Se trata, en este caso, de un acto contrario a toda la tradición diplomática de Francia que, hasta ahora, siempre nunca había reconocido gobiernos sino Estados. Anteriormente, el 4 de diciembre de 2010, Francia había reconocido a Alassane Ouattara como presidente de Costa de Marfil, en lugar deLaurent Gbagbo.

En el caso de Costa de Marfil, la mayoría de la comunidad internacional imitó la decisión de París, que espera provocar ahora una reacción similar en lo tocante a Libia. Sin embargo, nadie puede dejar de notar que las decisiones del presidente Nicolas Sarkozy no responden a los intereses de Francia –cuyas empresas están siendo expulsadas de Costa de Marfil y no tardarán de ser igualmente expulsadas de Libia– sino que han sido tomadas en respuesta a pedidos expresos de las administraciones del presidente estadounidense Obama y del primer ministro israelí Netanyahu.

Dos operaciones se desarrollan de forma simultánea: el desplazamiento del dispositivo militar estadounidense hacia África y el salvamento de los regimenes títeres en el mundo árabe.

Meter las tropas imperiales en África

Como he venido explicando constantemente desde hace 4 años y medio, la victoria de la resistencia libanesa ante Israel en el verano de 2006 puso fin a la estrategia estadounidense de rediseño del «Medio Oriente ampliado» (Greater Middle East) [1]. A pesar de diversos intentos, como la «mano tendida» de Barack Obama en su discurso del Cairo [2], Washington no ha logrado elaborar su estrategia de repuesto. Todo parece seguir como antes, pero en realidad Estados Unidos se está desentendiendo poco a poco de esa región.

Después de todo, las reservas petrolíferas del Medio Oriente están en declive y una intromisión militar, masiva y costosa, sólo reporta beneficios a largo plazo, por lo que Washington mira actualmente hacia otras latitudes. Luego de haber estudiado la posibilidad de concentrarse en el Caribe, el Imperio mira ahora hacia África. Tiene que apurarse porque en 2013 el 25% del petróleo y de las materias primas que se consuman en Estados Unidos saldrá del continente negro. Definitivamente convencido por los trabajos del instituto de reflexion y propaganda israelí Institute for Advanced Strategic & Political Studies (IASPS), Washington ha acelerado la creación del AfriCom. 
El verdadero poder que está gobiernando Estados Unidos desde el golpe de Estado del 11 de septiembre de 2011 puso entonces a Barack Obama en la Casa Blanca y al general William E. Ward en el AfriCom.

Recordarán ustedes que el senador de origen kenyano Barack Obama trabajó activamente en la creación de ese dispositivo y que emprendió una gira especial por África en agosto de 2005, gira que terminó con una rendición de cuentas en la sede del AfriCom, en Stuttgart. El senador Obama se ocupó entonces especialmente de los intereses de las firmas farmacéuticas en el continente negro y de los preparativos para la división del territorio de Sudán [3].

El general Ward, por su parte, no es simplemente un negro estadounidense, sino que es también el ex responsable de la ayuda estadounidense de seguridad a la Autoridad Palestina, o sea fue el coordinador de seguridad entre Mahmud Abbas y Ariel Sharon. Estuvo a cargo de la aplicación de la «hoja de ruta» y de la retirada unilateral de las fuerzas israelíes de Gaza –anterior a la construcción del muro de separación, a la división de los territorios palestinos en dos (Gaza y Cisjordania) y a su transformación en «bantustanes» separados entre sí.

El conflicto de Costa de Marfil entre Laurent Gbagbo, electo por la mayoría de la población nacional, y Alassane Ouattara, que goza del apoyo de una minoría local y de los inmigrantes originarios de Burkina Fasso, marca el inicio del plan de «rediseño de África». Falta encontrar una puerta de entrada para las tropas imperiales ya que todos los Estados africanos han expresado oficialmente su oposición al despliegue del AfriCom en territorio africano. Es en este punto que interviene la sublevación libia.

La ola de oposición al imperialismo que viene sacudiendo el mundo árabe desde diciembre de 2010 ha provocado la caída del gobierno de Saad Hariri en el Líbano, la fuga de Zine el-Abbdine Ben Ali en Túnez, la caída de OSN Mubarak en Egipto, disturbios en Yemen, en Bahrein y en Arabia Saudita y enfrentamientos en Libia. En este último país, el coronel Muamar el-Khadafi se apoya en los Khadafa (tribu del centro del país) y en la mayoría de los Makarha (tribu del oeste) y se enfrenta a una amplia coalición que, además de los Warfala (tribu del este), incluye tanto a monárquicos prooccidentales como a integristas wahhabitas y revolucionarios comunistas o khomeinistas.

Washington ha transformado esta insurrección en una guerra civil: los mercenarios africanos de la empresa israelí CST Global llegaron en auxilio de Khadafi [4] mientras que los mercenarios afganos de los servicios secretos de Arabia Saudita arribaron para apoyar a los partidarios de la monarquía y grupos islamistas etiqueteados como «Al-Qaeda».

Además de los combates, esta situación está provocando una crisis humanitaria internacional: en dos semanas 230 000 inmigrantes han huido del país (118 000 hacia Túnez, 107 000 hacia Egipto, 2 000 hacia Níger y 4 300 hacia Argelia). 
Esta cruel situación justifica una nueva «guerra humanitaria», según la gastada terminología de la propaganda atlantista.

El 27 de febrero, los sublevados fundan el Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT). Por su parte, el ministro de Justicia Mustafa Mohamed Abud al-Djeleil, interlocutor privilegiado del Imperio en el seno del gobierno de Khadafi, se une a la revolución y crea un gobierno provisional. Las dos estructuras se funden en una sola el 2 de marzo, conservan la etiqueta CNLT pero ahora es Abud al-Djeleil quien preside el Consejo. En otras palabras, Washington logró situar su peón a la cabeza de la insurrección.

Violentas discusiones se producen durante los primeros debates del nuevo Consejo Nacional Libio de Transición. Los elementos proestadounidenses proponen recurrir a la ONU para impedir los bombardeos de las fuerzas leales a Khadafi, pero la mayoría se opone. 
El 5 de marzo, un diplomático británico llega a Bengasi escoltados por comandos del SAS [Siglas del Special Air Service, principal fuerza de operaciones especiales del ejército británico. Nota del Traductor.], trata de reunirse con el Consejo Nacional Libio de Transición y de convencerlo de que recurra al Consejo de Seguridad de la ONU, pero los sublevados rechazan toda forma de injerencia y lo expulsan.

Se trata de un resultado inesperado. Abud al-Djeleil no logra cambiar la posición del CNLT pero lo convence de conformar un Comité de Crisis presidido por Mahud Djebril. Este último se pronuncia a favor de la instauración de una zona de exclusión aérea.

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Mahmud Djebril (ministro libio de Planificación) y Ali Esaui (embajador en la India) se unieron a los sublevados. Los occidentales los escogieron para representar la Libia post-Khadafi.

Las agencias de prensa occidentales se esfuerzan por presentar a Mahmud Djebril como «un intelectual demócrata» que venía reflexionando desde hace mucho sobre la evolución del país y que había redactado un proyecto titulado Visión libia. La realidad es que Mahmud Djebril, junto con su amigo al-Djeleil, formaba parte del gobierno de Khadafi como ministro de Planificación. Al igual que en los primeros días de las revoluciones de Túnez y Egipto, varios cuadros del régimen tratan de separarse del dictador para quedarse en el poder.

Creen que lograrán esto último desviando el proceso revolucionario y poniéndose al servicio de los intereses imperiales. Así que ahora agitan la bandera roja, negra y verde del rey Idris [5] mientras que el aspirante al trono, Mohamed el-Senussi, afirma, desde Londres y a través de los canales de televisión de Arabia Saudita, que está «dispuesto a servir a Su pueblo».

 

El 7 de marzo, el Consejo de Cooperación del Golfo, conformado por Arabia Saudita, Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, «solicita al Consejo de Seguridad de la ONU que tome las medidas necesarias para proteger a los civiles en Libia, como la imposición de una zona de exclusión aérea». Esta absurda declaración desvía el debate del Consejo de Seguridad que, desde la adopción de la resolución 1970 [6], venia tratando de hacer entrar en razón al coronel Khadafi mediante la limitación de sus desplazamientos y la congelación de sus bienes.

El Consejo de Cooperación del Golfo retoma así, a nivel estatal, la proposición del embajador de Libia en la ONU, diplomático que ya se había pasado a las filas del CNLT.

Supuestamente por iniciativa de los diputados, Mahmud Djebril viaja a Estrasburgo para informar al Parlamente Europeo sobre la situación de su país. El ejército francés le garantiza el transporte. Bajo el impulso del liberal belga Guy Verhofsdat y del ecologista franco-alemán Daniel Cohn-Bendit, el Parlamento Europeo adopta una resolución llamando a una intervención internacional [7].

El primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolas Sarkozy envían una carta de 7 puntos al presidente de la Unión Europea, Herman van Rompuy [8]. Expresan sus deseos de que el Consejo Europeo extraordinario reconozca al CNLT, apoye una denuncia contra Khadafi ante el Tribunal Penal Internacional y apruebe una intervención militar internacional. Pero sus pedidos son rechazados [9]. Alemania se niega a meterse en terreno peligroso mientras que Bulgaria rechaza al CNLT y acusa a sus representantes de ser criminales implicados en las torturas a las enfermeras búlgaras que el régimen mantuviera detenidas por largo tiempo. 
Simultáneamente, los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen en Bruselas para preparar una posible zona de exclusión aérea [10].

El CNTL –ya reconocido por Francia desde el 10 de marzo– entrega el 12 de marzo una carta al secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa. El texto refleja la posición de Arabia Saudita: pide que «se ponga fin al derramamiento de sangre a través de una decisión que imponga una zona de exclusión aérea en Libia y mediante el reconocimiento del Consejo Nacional de Transición como representante de Libia». Los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe se reúnen inmediatamente a puertas cerradas en El Cairo, deslegitiman a la delegación oficial de Libia y reconocen al CNTL como nuevo interlocutor, satisfacen después la petición de este último y recurren al Consejo de Seguridad de la ONU con vistas al establecimiento de la «zona de no sobrevuelo».

Esta decisión debe ser interpretada como lo que realmente es: los regímenes títeres de Estados Unidos e Israel en el mundo árabe piden la protección de sus superiores. El Consejo de Seguridad puede decretar una zona de exclusión aérea, pero no tiene cómo hacerla respetar. Será la OTAN quien tenga que imponerla. Son las fuerzas imperiales, disfrazadas de cascos azules, quienes mantendrán en tierra a la aviación Libia, bombardeando sus aeropuertos e instalaciones fijas o móviles de misiles tierra-aire y, de ser necesario, derribando los aviones.

La Liga Árabe no dio a conocer los detalles del voto. De los 22 Estados miembros, sólo 2 votaron por el NO. Fueron Argelia, que teme un despliegue de la OTAN en su frontera este, y Siria, el único país árabe que persiste, a pesar de la posición de todos los demás, en su oposición a la hegemonía estadounidense y al sionismo. Es probable que el Líbano y otros países hayan elegido la abstención.

Contrariamente a lo que sugieren los responsables occidentales, la Unión Africana nunca ha deseado una intervención militar extranjera. Por el contrario, la rechazó explícitamente el 10 de marzo [11]. La razón es evidente. Está claro para todos y cada uno de sus miembros que el drama libio está siendo amplificado de manera totalmente intencional con vistas a utilizarlo como pretexto para justificar un desembarco masivo de las fuerzas armadas estadounidenses en África.

Salvar las monarquías del Golfo

Arabia Saudita es el eje del dispositivo imperial en la región del Golfo. A principios del siglo 20, la familia Saud creó ese Estado con el apoyo de los británicos, después de guerras de conquista extremadamente sangrientas. Arabia Saudita y sus reservas petrolíferas –las más importantes del mundo– cayeron dentro de la órbita estadounidense al final de la Segunda Guerra Mundial. En virtud del acuerdo del Quincy entre el rey Ibn Saud y el presidente Roosevelt, la familia Saud está obligada a suministrar petróleo a Estados Unidos y Estados Unidos está obligado a garantizar la protección de la familia reinante, no la protección del país.

Arabia Saudita no es en realidad un Estado y ni siquiera tiene nombre. No es más que la parte de Arabia que pertenece a la familia Saud, cuyos miembros administran ese territorio según sus intereses personales (y los de Estados Unidos) mientras llevan una vida disoluta que nada tiene que ver con la austeridad wahhabita de la que tanto presumen. Como el rey Ibn Saud tuvo 32 esposas y 53 hijos, por lo que se decidió, en aras de limitar los conflictos familiares, que la corona no se transmitiera de padre a hijo, sino de hermano a hermano. El hijo mayor de Ibn Saud murió de enfermedad y fue por lo tanto el siguiente hijo, que tenía entonces 51 años, quien le sucedió en el trono en 1953.

En 1960, le siguió el tercer hijo, que contaba entonces 60 años, y así sucesivamente. El actual rey tiene 87 años, recientemente sufrió complicadas intervenciones quirúrgicas y es probable que no le quede mucho tiempo de vida. Su hermano Sultan, el presunto sucesor, padece el mal de Alzheimer. El resultado de todo lo anterior es un régimen impopular y frágil, que ya estuvo a punto de derrumbarse en 1979. Es por eso que tanto Riad como Washington ven con temor las insurrecciones árabes que se están produciendo alrededor de Arabia Saudita, en Yemen y en Bahrein.

El ejército de Arabia Saudita ya está presente en Yemen y espera ayudar al presidente Ali Abdullah Saleh a poner fin a la revuelta, con la ayuda de la CIA. Queda Bahrein.

Bahrein es una islita del tamaño de Micronesia o de la isla de Man. En el siglo 18, la familia de los Al-Khalifa, primos de la familia reinante en Kuwait, arrebataron a Persia ese pequeño territorio. Así que la monarquía de Bahrein es sunnita mientras que la población es árabe chiíta. Su economía, a diferencia de las demás monarquías del Golfo, no depende únicamente de los ingresos del petróleo. En Bahrein existe, sin embargo, una fuerte inmigración, cerca del 40% de la población total, proveniente principalmente de Irán y la India.

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Ian Henderson, torturador al servicio de Su Majestad Isabel II, ha mantenido el orden en Bahrein durante 40 años.

Bahrein cayó en la órbita británica en 1923. Londres depuso al emir y puso en el poder a su hijo, más dispuesto a hacer concesiones. Durante los años 1950 y 1960, nacionalistas árabes y comunistas trataron de liberar el país. El Reino Unido respondió con el envío de sus mejores especialistas en represión, como Ian Henderson, conocido desde entonces como el «carnicero de Bahrein».

En definitiva, el país recobró su independencia en 1971, sólo para caer en la órbita de Estados Unidos, que instaló allí su base militar regional y estacionó en ella la 5ª Flota. Nuevos disturbios, inspirados en la Revolución iraní, se produjeron en Bahrein durante los años 1980. En los años 1990, las fuerzas de oposición –marxistas, nacionalistas árabes y khomeinistas– se unieron en una larga Intifada.

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Alain Bauer, consejero de seguridad de Nicolas Sarkozy, fue puesto a cargo de la reorganización de la policía de Bahrein.

La calma no volvió hasta 1999, con el ascenso al trono del rey Ahmad, un déspota ilustrado que instituyó una Asamblea consultiva electa y favoreció el acceso de las mujeres a los cargos de responsabilidad. Esto le valió cierta conciliación con su oposición histórica, pero alejó de él a los extremistas de la minoría sunnita que sirve de apoyo al régimen.

Desde el 14 de febrero de 2011, nuevas manifestaciones han venido teniendo lugar en Bahrein. Organizadas al principio por el Wefaq, el partido khomeinista, las manifestaciones denunciaban la corrupción y el sistema policial. Pero el éxito popular del movimiento y la brutal represión de que fue objeto provocaron una rápida radicalización, a pesar de un tímido intento de apertura del príncipe heredero [12].

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Al centro, el príncipe Khalil bin Ahmad bin Muhammad Al Khalifa, ministro de Relaciones Exteriores del reino de Bahrein, y sus amigos del American Jewish Committee.

La monarquía perdió su legitimidad como resultado de las revelaciones sobre el fortalecimiento de sus vínculos con el movimiento sionista. A partir de 2007, los Khalifa se vincularon con el American Jewish Committee. Según la oposición de Bahrein, dichos vínculos se establecieron a través de Alain Bauer, el consejero del presidente francés Nicolas Sarkozy. Fue el propio Bauer quien se encargó de reorganizar el sistema policial de Bahrein.

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El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, llegó a Manama el 13 de marzo de 2011 para reunirse con el rey de Bahrein y expresarle el apoyo de Estados Unidos. Al día siguiente, el ejército de Arabia Saudita penetró en Bahrein para aplastar la rebelión.

La mayoría de los manifestantes luchan ahora por el derrocamiento de la monarquía, lo cual constituye la línea roja que no se puede atravesar, según los parámetros de las demás monarquías del Golfo y de su protector estadounidense. Es por ello que el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, viajó a Manama el 13 de marzo de 2011.

Oficialmente, Gates invitó al rey a tener en cuenta los reclamos de su pueblo y a buscar una salida pacífica al conflicto. Claro está, ese tipo de consejo no corresponde a un secretario de Defensa, sino a un secretario de Estado. En realidad, el señor Gates había ido a Bahrein para concretar la parte política de una operación militar que ya estaba lista.

Al día siguiente, el 14 de marzo, los otras 5 monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo dieron su consentimiento para la activación del «Escudo de la península», una fuerza común de intervención prevista desde hace mucho para contener la posible expansión de la revolución khomeinista. Esa misma tarde, 1 000 soldados de Arabia Saudita y 500 policías de los Emiratos Árabes Unidos entraban en Bahrein.

Se decretó el estado de urgencia por espacio de 3 meses. Se suspendieron las pocas libertades toleradas. En la madrugada del 16 de marzo, las fuerzas de las monarquías, armadas y entrenadas por Estados Unidos, actuaron de conjunto para desalojar a los manifestantes de los lugares donde estaban acampando. En vez de gases lacrimógenos, utilizaron gases de combate y munición real. Las autoridades reconocen más de 1 000 heridos de gravedad, entre los que se cuentan varios heridos de bala, pero sólo admiten 5 muertos, una proporción muy poco creíble.

La Doctrina Obama

Así que Washington hizo su elección. Después de un adormecedor discurso sobre los derechos humanos y de saludar la «primavera árabe» con forzado entusiasmo, la administración Obama optó por la fuerza para salvar lo que aún puede salvarse.

Al igual que en la época en que los comunistas derrocaron la monarquía afgana, fue el lacayo saudita quien recibió de Washington el encargo de dirigir la contrarrevolución. Armó a una facción de la oposición libia y convirtió el debate de la ONU sobre sanciones contra Libia en un debate sobre la creación de una zona de exclusión aérea, o sea sobre la intervención militar, e intervino militarmente en Bahrein.

No hay diferencia entre la «doctrina Obama» y la «doctrina Brezhnev». En 1968, los tanques del Pacto de Varsovia ponían fin a la «primavera de Praga» para proteger el vacilante Imperio soviético. En 2011, los blindados de Arabia Saudita aplastan al pueblo de Bahrein para proteger el Imperio anglosajón. 
Hipnotizados por las catástrofes naturales y nucleares que se están produciendo al mismo momento en Japón, los medios de prensa occidentales observan el mayor silencio sobre el desarrollo de toda esta operación.

La Revolución francesa tuvo que hacer frente a la invasión de las monarquías que unieron sus fuerzas. La Revolución rusa tuvo que afrontar la arremetida de los ejércitos blancos. La Revolución iraní tuvo que enfrentar la invasión iraquí. La Revolución árabe tendrá que hacer frente al ejército de Arabia Saudita.

 Thierry Meyssan

Analista político francés. Fundador y presidente de laRed Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación(Monte Ávila Editores, 2008).

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[1] Ver: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación, por Thierry Meyssan, Ediciones Timéli / Monte Avila, 2008.

[2] «Declaraciones de Barack Obama en la Universidad de El Cairo», por Barack Obama; «El discurso de Obama en el Cairo», por Fidel Castro Ruz; «Obama y las segundas intenciones de la mano tendida a los musulmanes», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 4 y 9 de junio de 2009.

[3] «L’esperienza politica africana di Barack Obama», por Thierry Meyssan, in Eurasia, Rvista di Studi Geopolitici, Vol. 3, 2009.

[4] «Israel se moviliza para socorrer a su aliado Gadafi», «La compañía CST Global especializada en el reclutamiento de mercenarios y el criminal de guerra Israel Ziv nos escriben», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 y 7 de marzo de 2011.

[5] «Quand flottent sur les places libyennes les drapeaux du roi Idris», por Manlio Dinucci, Réseau Voltaire, 1º de marzo de 2011.

[6] «Resolución 1970 aprobada por el Consejo de Seguridad», Red Voltaire, 26 de febrero de 2011.

[7] «Resolución del Parlamento Europeo sobre los países vecinos meridionales, y Libia en particular», Red Voltaire, 10 de marzo de 2011.

[8] «Lettre conjointe de Nicolas Sarkozy et David Cameron à Herman Van Rompuy sur la Libye», Réseau Voltaire, 10 de marzo de 2011.

[9] «Declaración adoptada por el Consejo Europeo Extraordinario sobre los países vecinos meridionales, y Libia en particular», «Remarks by Herman Van Rompuy at the press conference following the extraordinary European Council on EU Southern Neighbourhood and Libya», Réseau Voltaire, 11 de marzo de 2011.

[10] «Press conference by Anders Fogh Rasmussen on Libya», Voltaire Network, 10 de marzo de 2011.

[11] «Communiqué de l’Union africaine sur la Libye», Réseau Voltaire, 10 de marzo de 2011.

[12] «Crown Prince Salman bin Hamad bin Isa Al Khalifa interview with Bahrain TV», Voltaire Network, 6 de marzo de 2011.

 

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Algunas mentiras sobre la guerra de Libia


Propaganda
Algunas mentiras sobre la guerra de Libia
por Thierry Meyssan* 

Thierry Meyssan, a pesar de simpatizar con la insurrección contra el régimen de Muamar el-Kadhafi, se opone a la resolución 1973 y se pronuncia contra la guerra.

En anteriores artículos mostró los objetivos imperialistas de esta operación.

En este trabajo, Meyssan señala las principales mentiras de la propaganda atlantista.



25 DE MARZO DE 2011 

Desde
Beirut (Líbano
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Hillary Clinton, Nicolas Sarkozy y Alain Juppé, en la cumbre sobre Libia celebrada en París.

Se dice que en una guerra la primera víctima es la verdad. Las operaciones militares en Libia y la resolución 1973 que les sirve de base jurídica no son la excepción de la regla. Son presentadas al público como necesarias para proteger a la población civil víctima de la represión indiscriminada del coronel Kadhafi. En realidad tienen objetivos imperialistas clásicos. Veamos algunos elementos clarificadores.

Crímenes contra la humanidad

Con tal de empeorar el panorama, la prensa atlantista hizo creer que los cientos de miles de personas que huían de Libia estaban tratando de escapar de una masacre. Agencias de prensa hablaron de miles de muertos y de «crímenes contra la humanidad». La resolución 1970 denunció ante la Corte Penal Internacional posibles «ataques sistemáticos o generalizados contra la población civil».
El conflicto libio tiene en realidad una lectura política y, a la vez, una lectura en términos tribales. Los trabajadores inmigrantes han sido las primeras víctimas del enfrentamiento. Bruscamente, se han visto obligados a partir. Los combates entre los partidarios de Kadhafi y los sublevados han sido ciertamente sangrientos, pero no en las proporciones anunciadas. Nunca hubo una represión sistemática contra la población civil.

Apoyo a la «primavera árabe»

En su discurso ante el Consejo de Seguridad, el ministro francés de Relaciones Exteriores Alain Juppé elogió la «primavera árabe» en general y la insurrección libia en particular.
Su lírico discurso escondía negras intenciones. No dijo ni una palabra sobre la sangrienta represión en Yemen y en Bahrein, pero elogió al rey Mohamed VI de Marruecos como si se tratara de uno de los militantes revolucionarios [1], contribuyendo así a empeorar la ya desastrosa imagen de Francia que existe en el mundo árabe gracias a la presidencia de Sarkozy.

Apoyo de la Unión Africana y de la Liga Árabe

Desde el principio de estos acontecimientos, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos no dejan de afirmar que esto no es una guerra occidental, aunque el ministro francés del Interior Claude Gueant habló de una «cruzada» de Nicolas Sarkozy [2]. Los tres países mencionados se escudan así en el apoyo que supuestamente habrían recibido de la Unión Africana y de la Liga Árabe.
La realidad es que la Unión Africana condenó la represión y reconoció la legitimidad de los reclamos democráticos, pero se pronunció en todo momento contra una intervención armada extranjera [3]. En cuanto a la Liga Árabe, se trata de una organización que reúne principalmente a una serie de regímenes amenazados por revoluciones similares. Estos regímenes apoyaron el principio mismo de la contrarrevolución occidental –algunos incluso están participando en ella en Bahrein– pero no pueden darse el lujo de llegar a apoyar una verdadera guerra occidental porque tendrían que enfrentarse a una aceleración de los movimientos oposición internos que pudieran derrocarlos.

Reconocimiento del Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT)

Hay 3 zonas sublevadas en Libia. Un Consejo Nacional de Transición se constituyó en Benghazi. Se fusionó con un Gobierno Provisional creado por el ministro de Justicia de Kadhafi, que se unió a los sublevados [4]. Fue este mismo personaje, según las autoridades búlgaras, quien organizó las torturas contra las enfermeras búlgaras y el médico palestino a los que el régimen mantuvo detenidos por largo tiempo.
Al otorgar su reconocimiento a este Consejo Nacional Libio de Transición y al eximir de toda culpa a su nuevo presidente, la coalición de países occidentales escoge a sus interlocutores y los impone a los sublevados como dirigentes. Eso le permite apartar a los revolucionarios naseristas, a los comunistas y los khomeinistas.
El objetivo es adelantarse a los acontecimientos y evitar lo que sucedió en Túnez y en Egipto cuando los occidentales impusieron un gobierno del partido de Ben Ali sin Ben Ali o un gobierno de Suleiman sin Mubarak, gobiernos que los revolucionarios derrocaron igualmente.

Embargo sobre el armamento

Si el objetivo fuese proteger a la población, hubiera bastado con instaurar un embargo de los mercenarios y el armamento destinado al régimen de Kadhafi. En vez de ello, el embargo se extendió a los sublevados para prevenir su posible victoria. El verdadero objetivo era detener la revolución.

Zona de exclusión aérea

Si el objetivo fuese proteger a la población civil, la zona de exclusión se limitaría a los territorios sublevados (como se hizo en Irak con el Kurdistán). La realidad es que la prohibición de vuelo se extiende a todo el país. De esa manera la coalición espera mantener la correlación de fuerzas en tierra y dividir el país en 4 partes: las 3 zonas sublevadas y la zona leal.
Esta división de facto de Libia debe compararse con la de Sudán y la de Costa de Marfil, primeras etapas del «rediseño de África».

Congelamiento de bienes

Si el objetivo fuese proteger a la población civil, sólo se hubiera ordenado el congelamiento de los bienes personales de la familia Kadhafi y de los dignatarios del régimen para impedirles violar el embargo sobre el armamento. Pero ese congelamiento se extendió también a los bienes del Estado libio. El hecho es que Libia, al ser un rico Estado petrolero, dispone de un tesoro considerable, parte del cual está invertido en el Banco del Sur, institución que se dedica al financiamiento de proyectos en el Tercer Mundo.
Como señaló el presidente de Venezuela Hugo Chávez, el congelamiento de bienes no protegerá a los civiles. Su objetivo es restablecer el monopolio del Banco Mundial y del FMI.

Coalición de voluntarios

Si el objetivo fuera proteger a la población civil, el encargado de aplicar la resolución 1973 sería la ONU. En vez de ello, las operaciones militares están siendo coordinadas actualmente por el US AfriCom y supuestamente van a pasar a manos de la OTAN [5]. Es por eso que el ministro turco de Relaciones Exteriores Ahmet Davutoglu se indignó ante la iniciativa francesa y ha exigido explicaciones de parte de la OTAN.
De manera más directa, el primer ministro ruso Vladimir Putin ha calificado la resolución 1973 como «viciada e inadecuada. Desde que uno la lee se hace evidente que autoriza a cualquiera a tomar medidas contra un Estado soberano. Todo esto me recuerda al llamado medieval a la cruzada», concluyó Putin [6].

 Thierry Meyssan
Analista político francés. Fundador y presidente de laRed Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación(Monte Ávila Editores, 2008).
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Divide y vencerás .-La metástasis de los cruzados de la causa.


Divide y vencerás .-La metástasis de los cruzados de la causa.

Escrito por: loisdmuras el 23 Mar 2011 – URL Permanente

Guerra de clases en Oriente Medio.

A esta alturas y con la información de especialistas en Oriente Medio y que leen la prensa árabe empezamos a tener datos suficientes que aclaran que la “banda de imperialistas”, ya no es ni coalición, ni comunidad internacional , hacen la intervención en Libia utilizando siempre dos varas dos medidas que es la justificación perfecta para aparecer allí de liberadores mientras que en el resto tapan su presencia como verdugos.

Siguiendo la práctica habitual imperial del divide y vencerás produciendo una metástasis al convertir la revolución larvada en guerra(2) .

Una guerra civil en los pueblos árabes seria la mejor solución.

Guerra de clases .

Y una oportuna contrarrevolución a lo que esta pasando en la zona, que si bien Libia, Líbano, Siria e Irán, Somalia y el Sudan y el chiísmo (1) estaban en la estrategia, pero para nada están el Yemen, Bahrain o Arabia Saudita o los emiratos.

Controlada la situación en Egipto a través de una reforma de la Constitución con un claro candidato saudita, Musa, además secretario de la Liga Árabe dominada por los sunnitas y no bajo la apertura de una Constituyente como en Túnez, que bien poco pinta, se sienten lo suficiente seguros para vendernos y aparecer como Bolívar en Libia mientras aparecen como Bismark en el resto.

Cada vez que estalló una revolución. También apareció un cordón sanitario contra ella.

Léase las guerras contra la Convención en Francia y las guerras napoleónicas o la intervención contra la revolución rusa u otras.

O la preferencia en España de las democracias por Franco en vez del doctor Negrín.

Nota (1)… In the words of former NATO Commander Chief General Wesley Clark:
“in the Pentagon in November 2001, one of the senior military staff officers had time for a chat. Yes, we were still on track for going against Iraq, he said. But there was more. This was being discussed as part of a five-year campaign plan, he said, and there were a total of seven countries, beginning with Iraq, then Syria, Lebanon, Libya, Iran,Somalia and Sudan…. (Wesley Clark, Winning Modern Wars, p. 130)

Nota (2).-Para los agresores se trata, ante todo, de evitar la palabra «guerra». Es la primera gran mentira.

Pero, ¿cómo calificar el despliegue gigantesco de medios militares aéreos y marinos en el Mediterráneo y sus ataques despiadados a los sistemas de defensa antiaérea, radares, aeropuertos, aeródromos, cuarteles, depósitos de armas, vehículos y tropas militares, el palacio presidencial y hasta zonas residenciales?

Ya se cuentan por docenas las víctimas civiles a las que decían que iban a proteger.

Pero éstas conviene que se oculten a la opinión pública occidental; De momento solo mata Gadafi .

Es un genocida. Zapatero dixit .Los agresores solo tiran flores. Las armas son limpias como las de Israel.

. Más adelante, serán calificadas por los portavoces militares de “efectos colaterales”, como antes en Yugoslavia, Iraq, Pakistán o Afganistán.

………………………………….

Occidente bombardea, la Liga Árabe evade la responsabilidad.

Asia Times Online

La historia seguramente registrará la ironía de que la nueva doctrina bélica del presidente de EE.UU., Barack Obama, haya sido perfilada a bordo de Air Force One en ruta al profundamente pacífico Brasil; luego en un mensaje a EE.UU. desde Brasilia (sí, la Operación Amanecer de la Odisea fue lanzada desde los trópicos, y no del Mediterráneo); y finalmente en un cuarto de operaciones establecido en la asoleada, sexy, Rio de Janeiro. Estos son los parámetros:

  1. El Pentágono debe realizar una “operación limitada” sin la participación de tropas de tierra (hay que pensar en la actitud hacia Bosnia y Kosovo de Bill Clinton en los años noventa).
  2. EE.UU. forma parte de una “coalición” (de los dispuestos), pero no la dirige (hay que pensar en lo contrario a George W. Bush en Iraq).
  3. La operación es para “proteger civiles”, y no tiene nada que ver con “cambio de régimen” (una vez más Clinton supera a Bush).
  4. Todo se basa en “sólida legitimidad internacional” – conferida por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, más explícita que la que autorizó a la OTAN a actuar en Kosovo (para no mencionar la resolución inexistente para que Bush bombardeara Iraq).

Sin embargo, inmediatamente después que los Tomahawk comenzaran a volar, la Casa Blanca comenzó a encontrar problemas.

La “operación limitada” –como ser el bombardeo de las defensas aéreas y las instalaciones militares de Muamar Gadafi– podrá haber prácticamente terminado, y los estadounidenses se mueren por ser aliviados del esfuerzo.

¿Pero quién se queda a cargo? El general Carter Ham, jefe del Africom de EE.UU. y actual comandante de Amanecer de la Odisea, lo resumió bastante bien, cuando dijo: “Lo primero que tiene que pasar es que se identifique lo que es esa organización”.

Vosotros combatís, nosotros observamos

No será la Liga Árabe, cuyo voto por una zona de exclusión aérea sobre Libia fue ampliamente alcahueteado por cada diplomático occidental como base para la resolución de las Naciones Unidas.

Pero entonces, el secretario general de la Liga Árabe Amr Mussa dio marcha atrás, y dijo que el ataque había ido más allá del objetivo inicial, que era proteger, no matar, civiles.

Y finalmente el demagogo, oportunista, Mussa volvió a recibir órdenes de la Casa de Saud (que presionó fuertemente por la zona de no-vuelo): dio otra media vuelta, y dijo que la resolución estaba bien.

Lo que nunca mencionan los medios corporativos occidentales es que entre los 22 miembros de la Liga Árabe fue Arabia Saudí –como líder de los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC)– la que cabildeó obsesivamente por la aplicación de la zona de exclusión aérea (gracias a la visceral mala sangre entre el rey Adbullah y Gadafi (vea El “top 10” del “Amanecer de la Odisea” en Rebelión del 22 de marzo); y que sólo Qatar enviará efectivamente un máximo de cuatro de sus cazas Mirage (nadie sabe cuándo).

Incluso a pesar de que Obama llamó personalmente a Jeque Khalifa, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) cambiaron de opinión sobre el envío de sus jets y ayudarán solo en asuntos “humanitarios”.

El jefe del GCC, Abdul Rahman bin Hamad al-Attiyah, insistió en Abu Dhabi en que Qatar y los EAU forman parte de la “coalición” – pero se negó a explicar cómo. En cuanto al rey de Bahréin, Hamad al-Khalifa, prefirió explicar superficialmente cómo el minúsculo reino había frustrado un “complot externo” para debilitar su seguridad y estabilidad; también agradeció profusamente a las fuerzas de invasión saudíes que ahora le ayudan a reprimir todas las protestas pacíficas.

Los sorprendentes titubeos y la hipocresía del GCC y de la Liga Árabe son complicados por la hostilidad abierta de la Unión Africana (UA) hacia la “coalición”, expresada en un comunicado desde Nouakchott, Mauritania, llamando a “un fin inmediato de todos los ataques”. La UA sólo demanda que Gadafi asegure que “ayuda humanitaria” llegue a los que la necesitan.

Esto revienta el mito de que la “comunidad internacional” apoya Amanecer de la Odisea. Las dictaduras árabes –que una vez más han aprobado un ataque contra un país musulmán– temen a muerte la reacción de sus poblaciones si aumenta el “daño colateral”.

La blogosfera árabe está saturada de acusaciones de que la ONU y la Liga Árabe han aprobado una desvergonzada conspiración occidental para apoderarse del petróleo libio.

Los países africanos se oponen en su mayoría.

Las potencias emergentes clave –Brasil, India, Indonesia, Turquía– no participan.

Los cuatro principales miembros del BRIC (Brasil, Rusia, India, China) se abstuvieron todos en la votación en la ONU.

China ha sido plenamente consciente de que tanto en África como en Suramérica –donde sus intereses comerciales rivalizan ahora con los de EE.UU. – el apoyo a la “coalición” es mínimo.

Y Rusia ha ido un paso más lejos: según el primer ministro Vladimir Putin: “La resolución es defectuosa y deficiente… Lo permite todo.

Se parece a llamados medievales a las cruzadas”.

Es verdad, Rusia tiene contratos de armas con Libia de un tenor de 4.000 millones de dólares, y la mitad está pendiente.

No es sorprendente que el supremo del Pentágono, Robert Gates, no haya podido convencer a Moscú para que apoye a la “coalición”.

Disputa encarnizada

Será que esta “coalición” tiene que ver en realidad sólo con la OTAN. ¿Será verdad?

Hay una importante disputa encarnizada que tiene lugar dentro de la OTAN.

Nadie sabe cómo interpretar esa resolución “que permite todo”.

En Gran Bretaña, el Ministerio de Defensa jura que la eliminación de Gadafi no forma parte del mandato (reflejando la opinión de Gates, quien dijo que sería “imprudente”).

Pero el gobierno de David Cameron piensa que todo tiene que ver con cambio de régimen.

Y así es en práctica para el gobierno de Obama – véase a todos, desde el presidente Obama a la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, que insisten en que “Gadafi debe irse”.

Francia –siguiendo el síndrome napoleónico del presidente Nicolas Sarkozy– no quiere entregar el comando a la OTAN. Otros miembros de la OTAN se quejan en voz alta de que los anglo-franceses más EE.UU., monopolizan todas las decisiones.

Turquía, extremadamente preocupada por las muertes de civiles, y sobre todo preocupada de preservar su actual excelente posición en el mundo musulmán, se opone firmemente a una intervención de la OTAN – y llama en su lugar a una revisión de otras posibles estrategias e incluso a un inmediato cese al fuego occidental.

El primer ministro Recep Tayyip Erdogan dijo: “La intervención militar por la OTAN en Libia y en cualquier otro país sería totalmente contraproducente”.

En este contexto, es absurdo creer –como los proverbiales sospechosos de los think-tank– que una intervención de la OTAN siguiendo el modelo de Kosovo sería “exitosa”.

En 1999, la OTAN bombardeó a Yugoslavia durante 78 días, lanzó no menos de 20.000 toneladas de bombas; y produjo miles de “daños colaterales” – todo en nombre de la “protección” humanitaria de albanos en Kosovo.

La masacre de Srebrenica, a propósito, tuvo lugar después que la OTAN impuso una zona de exclusión aérea sobre Bosnia.

Liga de forajidos

El consorcio anglo-francés-estadounidense que dirige Amanecer de la Odisea se ha dejado engañar por su propia propaganda – convencido ciegamente de la participación de la Liga Árabe.

E incluso si la Liga Árabe participara totalmente, significa que Amanecer de la Odisea es apoyado por los mismísimos personajes de los que se trata de librar la gran revuelta árabe de 2011.

La posición de la Liga Árabe se basa en dos motivos muy tenebrosos. Uno es el rey Abdullah y la obsesión de la Casa de Saud de eliminar a Gadafi.

El otro es la campaña de Mussa por convertirse en el próximo presidente de Egipto.

Mussa recibe sus órdenes de la Casa de Saud mientras trata de seducir a Washington para que apoye su candidatura a la presidencia.

La resolución de la ONU no tiene nada que ver con un cese al fuego. Los propios “rebeldes” ya han dicho que no aceptarán otra cosa que un cambio de régimen. La resolución apunta a un cambio de régimen – no importa lo que digan los militares británicos y estadounidenses.

Hay que contar con que más misiles cruceros caerán en el complejo de Gadafi en Bab al-Aziziya.

Si Gadafi resiste, las cosas se pondrán aún peores.

Según el derecho internacional, su régimen sigue siendo legítimo.

Podría incluso invocar el derecho a combatir contra una insurrección armada que trata de derribar su régimen.

De hecho, tiene más derecho que las dictaduras en Yemen y Bahréin, que matan a tiros a manifestantes desarmados.

La verdadera prueba para la nueva doctrina bélica de Obama –y sus acólitos europeos– será cómo lograr un cambio de régimen sin una guerra terrestre.

Pero la historia podrá decidir que exactamente como en Georgia, Chipre, Nagorno-Karabakh, Kosovo o Nor/Sudcorea, podríamos estar en camino a despedirnos de Libia unificada.

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens.

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Bahrein y la guerra mundial
La guerra acecha a la revolución de Medio Oriente
Asia Times Online

 

Las dos posturas de Rusia en relación al asunto en Libia


Las dos posturas de Rusia en relación al asunto en Libia

Fiodor Lukiánov

Fiodor Lukiánov

© RIA Novosti.

10:03 24/03/2011
Columna semanal por Fiodor Lukiánov*

La campaña de Libia sacó a la superficie circunstancias sorprendentes.

Por primera vez, dentro del tándem de los líderes rusos surgió un desacuerdo profundo.

El Presidente, Dmitri Medvédev, y el primer ministro, Vladímir Putin, adoptaron posturas diferentes.

Este deslinde ideológico pone en evidencia la ambigüedad de la identidad de la política exterior rusa.

Cuando se trata de asuntos de guerra y paz, las potencias que aspiran al liderazgo en el escenario mundial, tienen que asumir una posición clara, a favor o en contra.

Por eso el hecho de que Moscú se abstuviera de votar en el Consejo de Seguridad fue un acontecimiento inesperado.

Y es que la abstención contradice el principio defendido por Rusia en ocasiones anteriores, el de oponerse a la intervención externa en asuntos internos.

Sólo una vez Rusia autorizó una operación militar contra un estado independiente. Pero fue hace 20 años y se trataba de castigar a un agresor, a Iraq que había ocupado a Kuwait. Tanto en el caso de Yugoslavia como en el de la guerra de Iraq de 2003, Rusia estuvo en contra de intervención militar.

Hasta en plena crisis en Zimbabue en 2008, a pesar de la firma postura de  EEUU y Gran Bretaña, Rusia impuso su veto sobre la resolución del Consejo de Seguridad sobre las sanciones contra el régimen del dictador Robert Mugabe. Y eso, sin tener Rusia ningún interés allí, es decir, guiándose exclusivamente por principios políticos.

En aquel entonces también se habló mucho de     que la posición de Rusia fue un fruto de desacuerdo entre Vladímir Putin y Dmitri Medvédev. En vísperas de la votación de la ONU Medvédev, quien acababa de asumir la presidencia, apoyó en la reunión del G-8 (Grupo de los 8) la declaración crítica contra Robert Mugabe.

Pero después la posición de Kremlin de repente cambió, y muchos lo atribuyeron a la influencia de Putin en Medvédev. Sin embargo, no es cierto. En la reunión del G-8 se trató sólo de una reprobación política de Harare, mientras que en el Consejo de Seguridad de la ONU EEUU y Gran Bretaña propusieron imponer unas sanciones estrictas, sin acordarlo con Rusia.

Pero repito, Rusia tomó su decisión partiendo de principios políticos, sin tener ningunos intereses en Zimbabue. Esta vez Kremlin optó por la neutralidad, aunque el caso era  mucho más crucial. Se entiende, que la campaña militar tiene como su fin el de derrocar a Gadafi.

Es la única opción, ya que, si Muamar el Gadafi permanece al poder, se convertirá en el símbolo de la derrota moral y política del occidente y de sus aliados en la región. La retirada es imposible tanto para la coalición, como para Gadafi, quien, recordando el ejemplo de Saddam Hussein, tiene una idea muy clara de lo que le espera en el caso de la derrota.

Rusia escogió una postura pragmática. No es nada razonable oponerse a una acción militar aprobada, aunque por motivos diferentes, por los países más importantes de la región (incluido Líbano, controlado por Irán). Gadafi para Moscú no es más que un socio.

Además, sus relaciones comerciales y de corrupción del coronel con Europa, que ahora se muestra como las más atrevidas, son mucho más estrechas. No vale la pena exponer al riesgo la dinámica positiva de las relaciones con EEUU y Unión Europea (UE) por Trípoli, Rusia tiene muchos más asuntos de importancia.

Hablar de contratos perdidos en Libia tampoco tiene sentido, porque la situación actual impide hacer negocios tanto en el país, como en la región del Oriente Próximo. Ni se puede prever todavía cuál será la perspectiva de los negocios con Libia en los próximos dos años.

Desde el punto de vista geopolítico, laOdisea del Amanecer” sirve a EEUU para detener la erosión de su influencia en el Oriente Próximo, y a Europa, para prevenir la pérdida definitiva de su papel internacional. Si logran deshacerse de Gadafi rápido, estos objetivos serán alcanzados, por lo menos durante un periodo determinado.

Pero si la operación se dilata y requiere más que bombardeos, lo que parece muy probable, el efecto puede ser inverso: significará la pérdida de influencia occidental en la región. Eso hace muy vulnerable la posición de los estados árabes que apoyaron  la intervención militar.

Por un lado, esto les permitió distraer la atención de sus pueblos de los problemas internos, pero por el otro lado, puede causar la radicalización de la población y dar pretexto para acusar a los líderes de estos países de traicionar los intereses árabes y de colaboracionismo.

Puede ocurrir cualquier cosa.  Pero parece, que los iniciadores de la guerra no tienen ni menor idea de cuál guión será el más probable.

Sin embargo, la abstención de Rusia tiene una razón mucho más profunda que el deseo de ver las tendencias del proceso. Tras la caída de la URSS, Moscú durante cierto periodo de tiempo intentó mantener o, por lo menos, imitar el estatus de una superpotencia, que tiene que tomar parte de cualquier decisión.

Para los finales de los 2000 la identidad de Rusia cambió: de una potencia, semejante a la Unión Soviética, a un estado grande e importante, pero a nivel regional, cuyos intereses vitales tiene fronteras geográficas.

Esto es lo que quiso decir Dmitri Medvédev, hablando del área de intereses privilegiados.

Para proteger sus intereses regionales, Rusia sí puede utilizar la fuerza, como los hizo en el caso de Osetia del Sur. Otros asuntos, pueden ser objeto de regateo o de abstención.

Las declaraciones desafiantes de Vladímir Putin manifiestan un enfoque diferente, global y universal.

El primer ministro criticó la resolución y calificó la acción contra Libia como “una cruzada medieval”, indicando, que el militarismo estadounidense se convierte en una tendencia estable.

Es decir, el gobierno de Rusia insiste en el principio de soberanía e inviolabilidad del territorio e indica a la necesidad de luchar contra la hegemonía internacional (de EEUU, aunque esta vez la acción bélica fue propuesta por otro estado). Eso significa que los intereses de Rusia como de una superpotencia no se limitan con el marco regional y, por lo tanto, el país no tiene derecho a abstenerse en la votación de decisiones de importancia.

Las dos interpretaciones son viables, pero hay que escoger una y atenerse a ella. Declarando las dos a la vez, los líderes ponen a su país en una situación ambigua, mostrando que no existe entendimiento y política concordada dentro de la cúpula dirigente de Rusia. Y esto, si tomamos en cuenta el caos que vemos acrecentando por todo el mundo, es preocupante.

La Verdad oculta detrás de Libya


La Verdad oculta detrás de Libya
Sería demasiado simple pensar en el supuesto enojo del Imperio contra Gheddafi. Más aún una intención «humanitaria» En la situación de Africa, tal vez, encontremos la respuesta.
Orlando Sabini | Para Kaos en la Red | Hoy a las 0:26 | 57 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/verdad-oculta-detras-de-libya

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La Estrategia del ImperioTodas las intervenciones americanas en los distintos países se hicieron al amparo de llevar “democracia”, razones “humanitarias”, “libertad” y ayuda en el desarrollo de pueblos “oprimidos” por gobiernos dictatoriales.

No se trata de opinar sino de analizar hechos concretos para comprender la ejecución de ese paradigma imperio-capitalista que es la creación de un Nuevo Orden Mundial bajo el deseo de las corporaciones y el brazo ejecutor de los EE.UU.

Es indudable que a través del tiempo se fue construyendo un mundo donde los intereses se entrecruzaron y se fueron condividiendo entre poderosos grupos económicos que necesitaban dealianzas y apoyo de los gobiernos. Ya no alcanzaba un sinnúmero de Tratados Bilaterales.

La creación de Organismos Internacionales era el espaldarazo institucional para llevar adelante estos planes que necesitaba un consenso cada vez mayor para derribar ideologías, culturas y sistemas sociales opuestos.

Todo apunta a un Gobierno, a una Moneda, a un Centro de Producción y a un Sistema social. Esto que todavía no hemos incorporado cabalmente se viene llevando a cabo en forma ininterrumpida desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y tiene como antecedente la propia conquista del territorio de los EE.UU. con mentalidad capitalista e imperialista sobre los pueblos autóctonos.

Si hacemos un repaso sobre los últimos 20 años, que son la consolidación del proyecto en su última etapa, veremos que:

Se crean “aliados” que luego es necesario “renovar”, tenemos ejemplos en personajes puesto y sacado por EE.UU., Saddam Hussein Osama Bin Laden, Noriega, Mubarak, Ben Ali, entre otros. Tenemos ejemplos de apoyo circunstancial en países como Colombia, últimamente Chile, pero también en los distintos emiratos árabes como Yemen, Baharein, Qatar.

Por otra parte los países que presentan situaciones conflictivas y radicales el recurso es la invasión. Ultimamente se trata de darle un viso de mayoría internacional a través de una minoría integrada a un Organismo Internacional.

Esto ha pasado en todos los casos y últimamente delegamos el liderazgo de las operaciones en la OTAN que está representada por una treintena de países de los casi doscientos que integran la o nU y de 5 que integran el Consejo de Seguridad con 10 invitados ocasionales.

Estos organismos no tienen ningún valor democrático el peso de los países que integran el Imperio tienen un poderoso looby y métodos sofisticados de presión que ejercen incluso sobre quienes disienten a través del veto. Pero sacan a EE.UU. del centro de las críticas.

Asi se plantean intervenciones que se votan a tarvés de declaraciones muy “precisas” donde siempre se deja la puerta abierta con “todas las medidas necesarias”.

Para el consenso popular y evitar una presión extrema sobre gobiernos aliados se inventan argumentos que al pasar del tiempo caen en el ridículo pero ya la situación de hecho está ubicada donde el Imperio quería.

Es una redundancia hablar del atentado 11/9, a las Torres, al Pentágono para usar de argumento la creación de una guerra al “terrorismo” que nunca termina porque siempre se renueva.

Al Qaeda fue creado por EE.UU para derrotar a la Unión Soviética en Afghanistan, para crearles un Vietnam igual al que pesaba demasiado sobre las espaldas de EE.UU.

Afghanistán no tiene petróleo pero es un punto relevante en una estrategia a mediano plazo. Se completa con Irak y en este caso el petróleo juega su rol pero no menos importante como pieza que junto al país talibán pone el cerco a Irán.

Esto es así.

Lo confirma la situación de Pakistán, que estando bajo una durísima dictadura (en este caso no había razones de “democracia”, “libertad”, etc.) lo “compraron” y asi se cercaba poniendo presión al régimen iraní. Estrategia que hoy tiene más validez que nunca.

Pero que hay detrás de Libya?. El norte de Africa sufrió una renovación, una solidificación de los gobiernos y conceptos democráticos occidentales. Pero Libya? Era un hueso duro de roer. Si cae el régimen libio habrá un cambio de posiciones en Africa. Gheddafi es quien más apoyó la Unión Africana.

El tema libio es complejo. Es difícil una cirujía a fondo sin tocar nervios ligados a Europa. Italia debe poner sus bases y es el seguro derrotado. Si gana Gheddafi no tendrá petróleo ni gas. Si pierde Gheddafi serán Francia en Inglaterra quienes dominarán los contratos de las empresas petroleras.

Hay que recordar que tanto Francia como Alemania quedaron fuera del “reparto” de Irak; en los contratos petroleros y en las inversiones que demanda la “reconstrucción”.

No sabemos que hay detrás de Libya, pero si analizamos la situación africana veremos que asoman indicios de una situación que claramente pone al margen a Europa y EE.UU.

La consolidación en Libya de un gobierno pro-Imperio permite establecer una amplia región “aliada”. Volcaría definitivamente a Chad, Niger y república Centro Africana hacia una posición aliada.

La creación del Sud Sudán la zona rica en petróleo que hasta ahora administraba el régimen de Bashir, debilita a éste y crea un fuerte compromiso con Kenia la salida al mar del nuevo estado.

Basta observar la hegemonía económica que ejerce China en gran parte del continente negro para darse cuenta que las posibilidades, para Europa y EE.UU, son cada vez más difíciles para tener un dominio estratégico sobre producciones indispensables para las nuevas tecnologías.

Para ser sintético trasladaré noticias aparecidas en la prensa de los últimos tiempos:

“La Unión Europea (UE) pretende prevenir el ascenso de China como fuerza política y económica en África”

Las exportaciones de África a China crecieron más de 40 por ciento entre 2001 y 2006, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las importaciones de ese país desde África, 35 por ciento. En el mismo periodo, el crecimiento del comercio mundial ascendió a apenas 14 por ciento.”

“..el gobierno chino anunció un préstamo de 5.000 millones de dólares a República Democrática del Congo en diciembre de 2007, pocos días antes de una importante cumbre UE-África en Portugal”.


“Esos hechos llevaron a líderes de la UE a promover el fortalecimiento del predominio europeo en el continente africano, al que consideran dentro de su esfera tradicional de influencia”.

«Las inversiones ‘incondicionales’ de China en las naciones africanas gobernadas por regímenes opresivos contribuyen a perpetuar las violaciones a los derechos humanos y a empeorar la gobernanza»

“PetroChina, subsidiaria de la estatal China National Petroleum Corporation, posee una gran participación en el consorcio nacional petrolero de Sudán y mantiene grandes operaciones en el ámbito local”.

“El gigante asiático compró más de la mitad de las exportaciones petroleras de Sudán en 2006”.

“El acuerdo fue objeto de acaloradas críticas porque el gobierno de Sudán es acusado de utilizar esos beneficios para comprar armas.”

“China volvió a ser noticia por este asunto en abril de este año, cuando estibadores sudafricanos se negaron a descargar armamento de un buque de ese país destinado al régimen represivo del presidente Robert Mugabe, de Zimbabwe.

El gobierno de Mugabe es acusado de graves violaciones a los derechos humanos a fin de sofocar a la oposición”.

«De alguna manera, los europeos se quedan afuera de África porque muchos gobiernos del continente firman acuerdos con China. Lo que debe ser primordial son los intereses africanos y esos gobiernos no los tienen en cuenta».

“  …al mismo tiempo, China ofrecerá préstamos preferenciales de 3.  000 millones de dólares y créditos de exportación de 2.000   millones de dólares en los próximos tres años y establecerá un   fondo especial de 5.000 millones de dólares para estimular la   inversión China en Africa”.

“ Wen apuntó que China eximirá deudas de los países más pobres   para aliviar su carga.”

“China preparará para Africa 15.000   profesionales en los próximos tres años y aumentará el número de   becarios africanos”

“China cuenta con 50 grandes proyectos en Libia valorados en 18.800 millones de yuanes. Yao señaló que la evacuación de trabajadores chinos de Libia ha planteado serias dificultades para el funcionamiento de estos proyectos e informó de que China está evaluando las pérdidas sufridas por sus compañías en ese país del norte de África.”

“El comercio entre China y África fue valorado en casi 115.000 millones de dólares el año pasado, y sigue creciendo a un ritmo del 43.5 %, …”

“Pero la concentración de la inversión china se ha producido en ocho países africanos principalmente, que son Kenia, Tanzania, Suráfrica, Nigeria, Argelia, Zambia y, polémicamente, Sudán y Zimbabue”, según el diario británico, Daily Telegraph.

“China ha invertido fuertemente en puertos en Kenia y es parte de un proyecto de 22.000 millones de dólares, anunciado por el gobierno de Kenia en abril de 2008, que incluye una línea de ferrocarril y una autopista que enlazará el puerto situado en Lamu con la vecina Etiopía, el Sur de Sudán y Ruanda. China también ha invertido en proyectos de energía eólica e hidráulica.”

“El desembarco de China ha empezado a cambiar la cara del continente”.

” Objetivo: las materias primas locales que permiten a la potencia económica oriental continuar con su imparable crecimiento.”

.”.El Coliseo que albergará los Juegos Panárabes en el 2011 en Mozambique y el aeropuerto internacional, que ejecuta también una empresa china, con un crédito blando del banco de exportaciones e importaciones de China”

«Este proyecto será hecho con la mayor perfección para dar gloria a China»,

“Desde Argelia a Mozambique, de Sudán a Zambia, o de Mauritania a Congo, la huella de China es cada día más visible”.

“Petróleo, madera, cobre, hierro, níquel, aluminio, carbón”.

“A cambio, miles de obreros chinos trabajan a destajo en la construcción de carreteras, puentes, presas, centrales eléctricas, estadios, edificios públicos.

préstamo de 10.000 millones de dólares para poner en pie un sistema financiero robusto en el continente africano”.

“China ha desplazado a Estados Unidos como mercado principal de diversos minerales”

“China con la Unión Europea (425.000 millones de dólares), y con Estados Unidos (334.000 millones)”.

“A las seis de la mañana, la carretera desde Lusaka a la provincia minera de Copperbelt, en el norte de Zambia, está repleta de camiones. Aquí están las minas de cobre y cobalto, las mayores fuentes de riqueza y artífices del crecimiento económico del país, que en los últimos años ha superado el 5%. La producción de cobre (líder de África y séptimo del mundo) ha estado sometida a los vaivenes de los precios en los mercados internacionales. El año pasado alcanzó las 667.000 toneladas”.

“China es el mayor cliente de Zambia y primer consumidor mundial de cobre, que emplea en la construcción, electrónica, informática, automóvil y otros bienes de consumo”.

“Zedong instalaron 1.860 kilómetros de vía, perforaron montañas y cruzaron ríos. El tren recorre el trayecto desde la ciudad zambiana de Kapiri Mposhi hasta el puerto de Dar-es-Salaam, capital de Tanzania. Esta obra mastodóntica permitió una salida hacia el océano Índico para el cobre zambiano”.

“China aprovechó la retirada de muchas empresas occidentales y llegó a Sudán con inversiones millonarias. Según el Gobierno de Jartum, ha desembolsado más de 6.000 millones de dólares en 50 proyectos, que incluyen oleoductos, refinerías….”

“Sudán ha aumentado la producción de petróleo, por encima de los 500.000 barriles diarios. A cambio, el 43% del crudo que se extrae de los pozos sudaneses navega rumbo a China en los petroleros que zarpan de las terminales de Port Sudán y Port Bashir, en el mar Rojo”.

“Con Sudán, la cooperación no es sólo económica. China ha suministrado aviones de combate, helicópteros de transporte de tropas y otro material militar al régimen de Bashir, y desde su puesto en el Consejo de Seguridad ha maniobrado para evitar sanciones de la o­nU a Sudán”.

. «China vino sin imponer condiciones. Los occidentales se meten en todo, en nuestras tradiciones y nuestras constumbres», dice el doctor Abdelrahman Ibrahim Elkhalifa, que intervino en el proceso de paz que puso fin a la guerra Norte-Sur”

Como se puede ver detrás de Libya y la reorganización del norte de Africa y la occidentalización de los países árabes puede haber algo más…será China y su sistema social? La abstención en el Consejo de Seguridad tendrá que ver?

En su visita a Chile Obama alertó a Brasil para que no se crea el “capataz” o “hermano mayor” de Latinoamérica (Alianza Igualitaria) porque actitudes díscolas como las alianzas con Irán y China el disenso en las normas monetarias son una grave afrenta al Imperio. Que nos espera en América Latina? Nada bueno y antes de lo que creemos.

Creo que es bueno aprender estas cosas y rebelarse contra este sistema que cada vez nos impone la negación de la libertad y nos disfraza el concepto de Humanidad negando laigualdad de los seres, la hermandad de la raza.

 

Sr. Obama, cuénte sin Mentiras que hay detrás de Libya


Sr. Obama, cuénte sin Mentiras que hay detrás de Libya
Muchas cosas contaron sobre Libya pero la verdad no la dirán. Los hechos de Africa indican que hay algo que va más allá del Petróleo. América despierta!!!tu también estás en los planes»humanitarios»
Orlando Sabini | Para Kaos en la Red | 22-3-2011 a las 22:38 | 199 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/sr-obama-cuente-sin-mentiras-hay-detras-libya

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La nueva arma de Irán que lo llevará a LibyaIrán ha desarrollado un velívolo Zohal (Saturno) construido por la Farnas Aerospace Company and Iranian Aviation and Space. Este aparato en forma de disco volante o “plato volador” es un “avión” de reconocimiento sin piloto. Cuenta con GPS y dos cámaras video-fotográficas.

Seguramente las informaciones que manejará la prensa hablarán del peligro que significa Irán, etc. etc.

Pues si sr. Obama ya tiene undato más para argumentar el peligro iraní y la necesaria intervención con fines “humanitarios”.

Lo que no tengo claro es la situación en Libya que ud. no cuenta y su prensa ignora contando novelas que Ud.”bendice”.

No nos engañemos!

La situación de Yemén es idéntica a la de Libya.

Un gobierno con más de 30 años en el poder. Una masacre en un solo dia contra manifestantes con un centenar de muertos y más de 500 heridos. Con francotiradores que disparan sobre los manifestantes. Deserciones en el ejército y en cargos de gobierno.

Advertencia de una guerra civil. La negativa de Saleh de dejar el gobierno. Un hijo en su puesto sucesorio. Un general Ali Mohsen acusado de crímenes de lesa humanidad en el pasado.

Las declaraciones tibias del títere anticomunista Baki Moon, llamando a la calma. Contrastan con sus declaraciones sobre Libya. Su silencio sr. Obama contrasta con sus manifestaciones sobre Libya. La actitud de sus socios “imperiales” para con Yemen, contrasta sobre la actitud con Libya.

Ud. intervendrá en Yemen? Verdad que no? En este caso sí puede funcionar una mediación de su socio Arabia Saudí cosa que en Libya consideró inviable y bloqueó con sus socios.

Presumo que Libya y Yemen son dos pueblos diferentes con muertes de distinto valor, para ud.. Uno por tener un payaso rebelde y el otro por tener un payaso sumiso a vuestro Imperio. Verdad que si?

Pero le confieso que mi adversión al Imperio que Ud. representa, me hace ser muy desconfiado de lo que dicen y hacen ud. y sus lacayos, serviles y corrompidos por vuestro gobierno, el mas corruptor en la historia de la humanidad.

No creo en su “cruzada humanitaria”. Creo sí que quiere eliminar a Gheddafi y a muchos miembros de su familia porque ud. sabe bien que la venganza en las manos de un megalómano es doble venganza. Pero aún así, esto a ud. le preocupa poco. Ud. está a salvo tiene una “no fly zone” sobre su casa. Claro en este caso los F16 no le tiran bombas, le hacen un cuidado “humanitario” que en Libya no es posible por culpa de Gheddafi.

Creo que podrían fundar una asociación con los dos a la cabeza. Ud. disfrazado de pingüino y el de beduino que es la única diferencia notable que tienen entre ambos. Claro, ud. es el dueño de la ley, ud. es el manda más del mundo, ud. tiene un congreso de corporaciones que tienen el olfato entrenado para encontrar los recursos sin importarles de quien es la Tierra ni quienes habitan en ella.

Pero perdóneme mi insistencia. Me huele que detrás de Libya hay otras cosas.

Me huele que la secesión del Sudan que nadie de los “suyos” menciona forma parte de esa otra cosa.

Qué significa Africa para los intereses de su Imperio? Una estrategia para ahogar a China? Recursos de minerales estratégicos? Una zona de la que hay que adueñarse porque está llena de “estómagos inútiles” al decir de vuestro estratega H. Kissinger?. Tal vez es un buen negocio crear un basurero atómico que tanto genera vuestro imperio.

Dentro de todo lo malo que están haciendo me alegra que a América Latina todavía la miren de reojo porque sé bien que está en el cronograma otra “ayuda humanitaria”

Pero le insisto. Lo de Libya no me cierra….La tentación sobre los países árabes la tengo clara. Pensé tener claro esta acción “humanitaria”, pero sabe?, me asaltaron muchas dudas y revisando vuestras últimas acciones en Africa, me llega un tufo raro.

Son años que lo vengo siguiendo. Ud. me tildará de comunista, o terrorista o cerebro perverso antinorteamericano…..Llámele como quiera, no me es importante lo que ud. pueda pensar de mi. Sus actitudes, las de su imperio son un calco en los últimos tres cuartos de siglo.

Uds. son un pueblo apátrida. Los inventaron, los educaron en la guerra desde el nacimiento de su nación. No aman ni a su pueblo. Miles y miles de seres humanos pertenecientes a pueblos autóctonos de esa tierra fueron exterminados con la idea capitalista e imperialista. Miren hacia adentro y se dará cuenta que no tienen autoridad moral, ya no para intervenir afuera, sino para habitar esa tierra.

Los miles y millares de muertos que han vertido la sangre en vuestras manos claman. Más de dos mil han escapado a vuestra consideración cuando las Torres. Pero vuestra Corte Internacional ni vuestra Corte de Justicia puede obrar contra los crímenes de lesa humanidad, premeditados y ejecutados con la más sangre fría, porque vuestros crímenes son “obras humanitarias” .

Ud. no podrá contestarme y si pudiera no lo haría porque no lee lo que el pueblo escribe y porque para ud., yo soy un comunoide inútil que habría que extirpar. Pero mi “miedo” difiere del suyo. El suyo es Mayúsculo y yo carezco de él frente a “hombrecitos” como ud.

Sabe que ha pesar de su poder siempre se filtran algunas noticias como esta publicada el dia 24 de febrero:” Desde el 2 de febrero comandos británicos de la SAS y miembros de la Delta Force de EE.UU están en Libya” Más tarde nos enteramos que entregaron armas a miembros de una específica tribu. Oh, casualidad Al Zuwaya la opositora de Gheddafi. Como verá“pequeño hombrecito” es difícil creer en ustedes. De todos modos estoy a la espera de que en un acto de honestidad le cuente al mundo que hay detrás de Libya.

 

ESPECIAL LIBIA.-EL EJÉRCITO DE PANCHO VILLA A LA CONQUISTA DE LA BARATARIA DE SANCHO


Primer capítulo.- Amanecer del día D, hora H. El ejército de Pancho Villa se lanza a la conquista de la ínsula de Barataria

No por mucho maquinar sucede lo maquinado, sería la conclusión tras estos días, al ver como le va la historia a los aliados en su insensata aventura en el Magreb.


Ni el ejército de Pancho Villa estaría tan desorientado.  Se han lanzado encima de la codiciada presa, sin saber de antemano si lo que quieren es despellejarla, disecarla, domesticarla o simplemente comérsela al ajillo al pie de una palmera solitaria en un oasis del desierto.


Todo empezó como empieza todo en la inmensidad de la arena del Sahara. Con un espejismo. Con la alucinación mediática de un bombardeo en medio de una algarabia de voces hasta entonces nunca oidas. Ese simple estallido que cuan leyenda, nunca pudo ser corroborada ,corrió de risco en peña, como un tsunami entre las cancillerías occidentales provocando un terremoto de ilusorias pretensiones que, de antiguas, yacían ya dormidas.


Por fin, Satán, otrora aliado, daba un paso en falso y quedaba expuesto, en su soledad,  frente al paredón de la opinión pública para que sus verguenzas fueran, sin pudor alguno, aireadas como las de un ser demoníaco que había que aniquilar y borrar a toda costa de la faz del planeta.


No llegó siquiera el eco del fugaz estallido a apagarse, cuando de entre el polvo del recuerdo sacaron un plan casi perdido en el olvido. Odisea al amanecer. Bello título para tan tragicocómica historia. Y rápidamente se puso la tríada de la muerte manos a la obra.


Desde luego, ni para los caídos en combate, ni para los enterrados entre las anónimas cifras de los efectos colaterales, creóme yo, que esta historia la sientan de la misma forma.


Pero ellos, eran así. Tan humanos. ¡ Cómo quedarse quieto ante tal matanza, que habría enloquecido de rabia y celos hasta al mismísimo Fhurer!


Y en teniendo tan humanitario pretexto, corrieron contrarreloj, como posesos por si perdían baza, a pedir la bendición papal de la ONU para tan arriesgada cruzada.

Cruzada, por cierto, digna del más cobarde de entre todos los cobardes, ya que tal empresa no es más que una barraca de tiro al blanco con premio seguro contra indefensos combatientes, ya que existe tal desproporción de fuerzas que no asustan más que simples espantapájaros.


Las prisas, nunca fueron buenas, y con una resolución a medio hilar entre angelical forma y maquiavélico fondo, creyerónse los elegidos para tal misión y encumbrados para ello por pueblos y naciones.


Se las prometían felices. cuatro tiros y asunto resuelto.

Pero hete aquí, que con las prisas por resolucionar, resolucionaron que tan solo, hasta cierto punto podían llegar.

Y se van a quedar como Aaron, ante las puertas de la tierra prometida y mas solos que la una por pasarse de listos y con una opinión pública que ya les mira con el ojo revirado.


Y entre todo esto y el desgobierno que hay en la Santa Alianza, esto va a acabar siendo el Camarote de los hermanos Marx

POSDATA.- ¿ Quien puede creer de las intenciones de un país que ha ocupado, robado y torturado a otro país basándose tan solo en mentiras?

Libia: petróleo y Neocolonialismo sofisticado y camuflado por un siglo XXI sin memoria histórica


Libia: petróleo y Neocolonialismo sofisticado y camuflado por un siglo XXI sin memoria histórica

Flora Tristán.- La historia de Libia no es difícil de entender. Así se han contado todas las injerencias de Occidente-con Inglaterra y USA a la cabeza- a fin de apoderarse de las riquezas del Tercer Mundo. Ahora es buen tiempo para recordar:

Filipinas 1953-La CIA fabrica los resultados electorales de Filipinas poniendo a R. Magsaysay como presidente en 1953. USA realiza una guerra psicológica y de terror contra la población del país. La CIA y Lansdale reciben millones de dólares del gobieno de su país para estos fines.

Indonesia 1958-1965, el MI6 (Servicio Secreto de Inglaterra) trabaja como «mano en el guante con la CIA para asesinar o derrocar al presidente electo Sukarno».Creando caos en el país logran(Inglaterra y USA) hacer subir al dictador Suharto.100.000 personas son ejecutadas por las directivas de los servicios secretos de Occidente. (MI6, 50 años de operaciones encubiertas, p. 718-19;S. Dorril).

Vietnam – 1 November 1955[A 1] to the fall of Saigon on 30 April 1975(Wikipedia) Guerra iniciada en secreto por la CIA (ya antes de esta fecha ) y apoyada por el MI6 a cambio de que USA -entre otras cosas- apoyara y financiara la caída de la libra esterlina.(MI6,p.716-18). George Brown revela el trato realizado entre ambos servicios de Inteligencia(p.716).En 1964 Harold Wilson y James Callagham negocian con los bancos de USA para recibir la ayuda estimada en 800 millones de libras. La ayuda clandestina de Inglaterra a la Guerra de Vietnam fue en entrega de armas, especialmente NAPALM, pero incluyó entrenamiento de soldados en tácticas de la guerra en la selva. El centro de apoyo del UK a USA estaba en HONG KONG y de allí salían las bombas de «500- pound» y el NAPALM(p.719).

Según datos en Wikipedia:«Estimates of the number of Vietnamese soldiers and civilians killed vary from less than one million[27] to more than three million.[28] Some 200,000–300,000[15][16][17] Cambodians, 20,000–200,000[29][30][31][32][33][34] Laotians, and 58,220 U.S. servicemembers also died in the conflict.[A 2].»

-Golpe de Estado en 1954 contra el presidente electo de Guatemala Jacobo Arbenz, orquestado por la CIA (The Cult,p.31).

Cuba 1960.Invasión fallida de la CIA a la Bahía de Cochinos-Cuba, 1960-61(The CIA and the Cult of Intelligence,p.28-29; V.Marchetti).

-Chile 1973. Golpe de Estado de la CIA contra el presidente electo, Salvador Allende (The Cult,p.14-20).

-Honduras 2009. Golpe de Estado contra el presidente electo Manuel Zelaya.

Los servicios secretos de USA e Inglaterra trabajan unidos para realizar a su antojo «Operaciones Encubiertas» – acciones paramilitares de intervención en terceros países– prohibidas por el derecho internacional . Los elegidos son aquellos gobiernos que se oponen a sus designios económicos o políticos.

Estos grupos armados irregulares operan de forma encubierta desestabilizando países y sociedades como jicieron con Sudan hace poco y actualmente con Libia.

Ha llegado la hora de exigir que se ponga término a esta situación para que se pueda aplicar el derecho internacional y unas elementales leyes de justicia. Esto fue lo que pidió M. Gaddafi en su discurso ante las Naciones Unidas en el 2009.

Sin embargo, las auto- proclamadas «democracias occidentales» que se jactan de su propia civilización, burlándose del «primitivismo» de los países del Tercer Mundo, no cumplen con las más mínimas nociones de justicia internacional, imponiendo al resto del mundo el régimen del Terror que les otorga la fuerza de sus bombas. Como bien lo dijo Gaddafi, la creación de las Naciones Unidas con un obsoleto Consejo de Seguridad, donde tienen poder de veto las potencias que poseen armamento nuclear, es un ridículo internacional y una burla gigante a la razón y la justicia. Es necesario trabajar para el despertar de una Nueva Era…

Guerra contra Libia estallará «en horas» tras voto en la ONU

[Por cortesía de la autora]

 

Aviso a la izquierda: Libia


Aviso a la izquierda: Libia

maslinux

March 21, 2011 por maslinux Comentarios (0)

opinión

No puedo explicarme a estas alturas como a una persona que se llama de «izquierdas» le falta el sentido crítico y acepta sin rechistar ni dudar, dictámenes de una organización corrupta, inepta y subyugada a la política de los paises más poderosos llamada Consejo de Seguridad de la ONU.

Recapitulemos. En Libia aparece «espontáneamente» un grupo que dice mostrarse contra el régimen del coronel Gaddafi y éste abre fuego contra ellos. Resulta que no hay imágenes ni pruebas del ataque de Gaddafi. También se dice que se bombardea desde aviones a los que protestan y no hay imágenes ni pruebas ni vídeos de tales ataques. Numerosas personas residentes en ese país responden que no hay ataques ni por asomo.

Sin embargo arden comisarías, puestos de armas y los rebeldes roban y toman esas armas para guerrear. Los informativos desinforman, mienten, dicen que Gaddafi huye a Venezuela, que se atacan a hospitales y se degolla a los enfermos !! y en Libia lo niegan tajantemente!!  hasta españoles que residen allá repiten que son invenciones de la prensa. ¿Que está pasando en Libia?

Bien es cierto que el régimen de Gaddafi es una dictadura. Cierto, pero también son dictaduras decenas de regímenes por el mundo y no oimos ni oiremos que hayan intervenciones militares por esa causa. Son muchísimas las heridas abiertas y sangrantes repartidas por el planeta pero un dato: se actúa desde la ONU, la OTAN o unilaterlamente, los EEUU sobre países donde hay un suculento plato: petróleo o gas.

Y aquí viene mi aviso que hago al principio: no creáis en la ONU, ni en la OTAN ni en los EEUU ¿queremos más pruebas que el pasado más reciente para avalar esto? ¿Iraq, Afganistán?

Se nos deben de venir muchas preguntas, como que en Túnez se ha disparado a la gente, en Egipto han habido muertos, en Marruecos un tanto igual, en Bharein la sangre de las protestas es ahogada por un país dictatorial pero amigo de Occidente (Arabia Saudí), Yemen llora a sus muertos… ¿por qué Libia? Petróleo y no hay otra razón ¿o acaso los rebeldes libios sí reciben ayuda extranjera y marroquíes, yemeníes, egipcios, tunecinos no?

Pues eso, abrir vuestra mente y no os unáis en «males menores». No hay mal menor, hay un país soberano que va a ser aplastado e invadido por los paises ricos e imperialistas. Y si creeis a la ONU, EEUU o a la OTAN, abiertamente sois estúpidos y tontos del culo.

Hoy nos hemos levantado con un misil que acaba de caer en la residencia de Gaddafi. El Reino Unido no oculta su intención de asesinar al líder libio ¿por qué no matamos al presidente británico? Seguro que encontramos razones, al igual que a Obama, Sarkozy o Zapatero, pero no lo haremos porque no somos asesinos… y los EEUU hacen el paripé diciendo que no es su intención ¿que no? Creedles, creedles porque motivos hay para creerles…

¿Y que debe de hacer un marxista? es muy fácil. Un marxista debe de defender los cambios sociales y económicos de una sociedad para su justicia. Pero los cambios que hay recientemente en el norte de África no son en absoluto movimientos marxistas. Y los de Libia, menos, pues por si lo ignoran, lo que buscan no es libertad, ni justicia, sino viejas heridas abiertas entre tribus.

Un dato ¿saben que Gaddafi deja gestionar los bienes petrolíferos entre las comunidades? ¿Quien hace eso en el mundo? ¿Saben que Libia es uno de los paises africanos más desarrollado  a nivel universitario? ¿saben que en Libia la pobreza y la miseria es algo raro?

Lo mismo y no interesa a muchos reconocer esas verdades.

Por ello, le pediría a la izquierda revolucionaria que saliera a la calle y nos manifestemos contra la guerra imperialista de la ONU y la OTAN. Que le digamos al patético Zapatero que es ya lo mismo que Aznar y que ha traido el odio de nuevo del islamismo más radical a nuestro país.

Después saldrá lamentando los atentados, pero él no lamenta los que están haciendo a la población civil en Libia.

Pedro aka maslinux

http://alternativeweb.eu/tribuna/pg/blog/read/45/aviso-a-la-izquierda-libia

 

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