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RECOMENDADÍSIMO Periodistas de usar y tirar


Periodistas de usar y tirar

Escrito por: kikamondelo el 15 Feb 2012 – URL Permanente

 

A los periodistas que hoy tienen trabajo en las cadenas consideradas antes de la crisis como progresistas:

Dejen de mentir. Porque yo, que soy del gremio, sé que en las redacciones se maneja mucha, muchísima más información de la que se da. Y no les puedo dar el beneficio de la duda.

Dejen de mentir.

Por mucho que lo hagan, no engañan al personal que les escucha. Y por mentirosos y cómplices necesarios en el delito de mantener a la población desinformada, ya apenas les oímos por salud mental. Para no caer de los nervios irremediablemente.

Recuerden a Alfredo Urdazi y su Ce Ce O O.

Son de usar y tirar.

Les utilizan como cómplices necesarios, pero cuando ya no les valen, los tiran a la basura.

Piénsenlo.

Y dejen de mentir.

Los griegos no deben nada. Grecia no debe nada. Lo deben sus bancos a bancos alemanes y franceses.

Los griegos y Grecia no deben nada. Les debemos una mínima decencia el resto de europeos por haber permitido que se les vilipendie e injurie en nombre de la mentira más cruel e inhumana que enmascara a los verdaderos culpables de la mal llamada deuda griega y todos las no deudas, antes con el epíteto de externas cuando eran del Tercer Mundo, y ahora, el de soberanas.

Señores periodistas de usar y tirar: dejen de mentir.

Quien maquilló las deudas fue Lukas Papedemos en nombre de Lehman Brothers. Quebrada la entidad, sus hombres han encontrado su sitio al frente de la Europa del capital en vez de la de los ciudadanos.

Los bancos griegos que se financiaron con capital extranjero, lo hicieron para que tanto griegos como españoles, portugueses, irlandeses e italianos, compráramos bienes de consumo a Alemania, no a los alemanes.

Hay que distinguir bien claro. Una cosa es Alemania y otra los alemanes, tan manipulados y pobres como nosotros.

El milagro alemán son sueldos de doscientos euros.

Y, encima, gracias a la nunca bien ponderada ni loada Angelita, Alemania es una economía que vive sólo y exclusivamente de que le compremos.

No tiene demanda interna.

Los alemanes viven de pena. Su capital, hasta ahora, de maravilla.

Por eso, porque nos ahoga la Merkel y no podemos comprarles ni coches ni electrodomésticos, está en recesión. No sé si técnica o no, pero en recesión y cuesta abajo.

Porque vaya que le comprábamos durante la burbuja. Todos los PIIGS.

Por eso pudo reunificarse, saltándose dos veces la «regla de oro del déficit cero».

Por eso y por la penuria de vida que impuso a los alemanes la mujer que vino del Este.

Dejen de mentir. Los griegos no deben ni debían nada. Como aquí, quien no pagó fue embargado, echado de su casa y expulsado a la miseria.

No deben nada ni han tenido época dorada. Como aquí, en plena burbuja especulativa, los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres.

Les han bajado los sueldos hasta la extenuación y subido los impuestos hasta el delirio. A las clases que viven de un sueldo.

Los navieron ni pagan. Los griegos millonarios no viven en Grecia y si lo hacen, no sus capitales que se fugan, como aquí, a paraísos fiscales.

Y eso que apenas pagan impuestos. Como en toda Europa, los impuestos a los especuladores y al capital puro y duro, han bajado frente a los incrementos que han padecido los más débiles.

No se si me repìto pero me da igual. Como los gestores político-económicos siguen todos el mismo manual, allí, en Grecia, tuvieron además un IBI especial de 600 euros pagaderos en el recibo de la luz. Quien no lo pagara se quedaba sin electricidad.

Periodistas de usar y tirar. ¿Son ignorantes o se lo hacen? No hemos ayudado a los griegos más que a hundirse.

Los sucesivos planes implantados en Grecia, cobaya del resto de Europa, han llevado al país a la ruina; una ruina que hubiera podido evitarse con un mínimo sentido común.

Conocemos la historia y sabemos quien es Keynes. Si ustedes no la saben, díganlo. «Somos unos indocumentados», al tiempo que vayan corriendo a leer un poco.

Si la saben, si saben algo más que ser bustos parlantes que leen el guión de una película neoliberal que se hunde camino a lo más profundo de abismo, les digo lo que a Zapatero: váyanse o son cómplices necesarios de este crimen de lesa humanidad que está cometiendo la banca genocida contra toda la ciudadanía griega, europea y planetaria.

Señores periodistas de usar y tirar, recuerden a Urdazi y dejen de mentir.

La no deuda griega sigue aumentando porque se le aplican intereses estratosféricos mientras cae el consumo y la actividad económica ,y la recaudación del estado cae también irremediablemente.

Como en España, vaya.

Y los evasores fiscales, los del 0’12 de la población mundial, siguen sin pagar impuestos y sacando el dinero del país.

Señores periodistas de usar y tirar, mienten y son cómplices necesarios del hambre infantil griega y española y europea y mundial.

Sin el cotarro desinformativo que hay gracias a poner su imagen, su voz y/o firma a sus mentiras, la ciudadanía sabría que son los mismos especuladores que hundieron sucesivamente una tras otra economías como, por ejemplo, la de Argentina, quienes quieren seguir sacando beneficios de la nada; los mismos que hacen balances virtuales y siguen contando beneficios que no existen en la realidad.

Y lo peor de todo es que quieren bajarlos de cielo y hacerlos contantes y sonantes.

Imposible porque no existen.

Reitero mi no rotundo a los eurobonos. A estos miserables ni un sólo papel que acredite cuentas falsas hechas con mala fe en detrimento de Grecia, Europa y toda la humanidad.

Que se vayan a su casa, de donde nunca tenían que haber salido, y sigan jugando a marcianitos. Esto es la vida real y aquí no tienen sitio.

Pero todas estas mentiras que desinforman y manipulan al personal, no serían posibles sin tener a voceros como ustedes contando un cuento de buenos y malos en la que los papeles están totalmente trastocados: los malos son los especuladores y los buenos los griegos, a quien encima acusan, como Cayetano de Alba a los andaluces, de vagos y de dudosa fiabilidad.

El alcalde Marinaleda le dijo cuatro verdades al de Alba, cuya posición, no cabe duda, se debe a su mérito y capacidad. Laboral entre otras.

Dejen de mentir porque no les va a salvar de ser quienes pusieron la voz, la cara o la firma, o todo a la vez, a la ignominia.

Dejen de mentir. Los periodistas nunca hemos tenido libertad de expresión: los amos de los medios son quienes sí la tienen.

Tengan la decencia de dimitir cuando les hacen mentir.

Yo he hecho muchas cosas en mi carrera profesional. Pero no he mentido, y menos a sabiendas.

Dejen de mentir. Les espera el destino de Urdazi, de quien nunca más se supo por creer que ser el más diligente servidor del amo le iba a dar inmunidad absoluta ante la realidad.

Como fui, años ha, amiga suya, y, aunque no sé nada de él desde que subió al olimpo, espero que no llegara a creerse tanto la historia como para comprarse una mansión y tener aún hipoteca.

Lo mismo digo de ustedes.

Les deseo que al menos, por prudencia, no se hayan creído la historia porque si tienen hipoteca elevada y por pagar, lo tienen crudo.

Porque el neoliberalismo a quien ponen escenario y guión se hunde.

Me recuerda a un chiste sobre la flema inglesa. Está inundándose Londres y el sir de turno apenas presta atención al mayordomo que le informa de la catástrofe; el sir sigue impávido leyendo el periódico a pesar de los cada vez más perentorios avisos de su sirviente. Hasta que por fin, el mayordomo le dice: «Señor. El Támesis».

Pues eso. Se puede estar leyendo tranquilamente el periódico. Pero al final, el Támesis entra en casa sin ser invitado.

http://lacomunidad.elpais.com/vaya-tropa/2012/2/16/periodistas-usar-y-tirar

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