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#SIRIA La OTAN sueña con guerra civil en Siria y financia rebeldes sirios al mando de «ex»-terrorista de Al-Qaeda


LAS ACCIONES SECRETAS DE LA CIA

Los rebeldes sirios apoyados por Washington están bajo el mando de un «ex»-terrorista de Al-Qaeda

por Thierry Meyssan

Explotando el mito de la llamada «primavera árabe» y las intervenciones de la OTAN, tanto oficiales como secretas, Qatar trata de imponer dirigentes islamistas donde quiera que se le presenta la oportunidad de hacerlo.

Esta estrategia no sólo ha llevado a Qatar a financiar la Hermandad Musulmana y a poner al servicio de esta las cámaras y micrófonos de la TV Al Jazzera sino incluso a apoyar a los mercenarios de Al-Qaeda. Estos últimos dirigen ahora el Ejército Sirio Libre, lo cual despierta gran inquietud en Israel y entre los partidarios del «choque de civilizaciones».

RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 19 DE DICIEMBRE DE 2011

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Abdelhakim Belhaj, líder histórico de Al-Qaeda en Libia, actual gobernador militar de Trípoli con la bendición de Pentágono y jefe del Ejército Sirio Libre.

os miembros del Consejo de Seguridad de la ONU no se ponen de acuerdo en cuanto a la interpretación de los sucesos que están enlutando Siria.

Según Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, Siria está viviendo una revolución, continuación de la «primavera árabe», que está siendo víctima de una sangrienta represión. Rusia y China estiman, por el contrario, que Siria está enfrentado la agresión de bandas armadas provenientes del exterior, a las que combate de una manera poco hábil que está dejando víctimas colaterales entre la misma población civil a la que quiere proteger.

La investigación que la Red Voltaire ha realizado en el terreno confirma esta última interpretación [1]. Hemos recogido testimonios directos de los ataques de esos grupos armados. Los testigos señalan que el acento de algunos agresores al hablar la lengua árabe los delata como iraquíes, jordanos o libios, e incluso pashtunes.

En los últimos meses, diferentes diarios árabes favorables a la administración al-Assad han mencionado la infiltración en Siria de entre 600 y 1,500 hombres delGrupo islámico Combatiente en Libia (GICL), rebautizado desde noviembre de 2007 con la apelación Al-Qaeda en Libia. A fines de noviembre, la prensa libia relató el intento de la milicia de Zintan de arrestar a Abdelhakim Belhaj, compañero de armas de Osama ben Laden [2] y jefe histórico de Al-Qaeda en Libia, convertido en gobernador militar de Trípoli por obra y gracia de la OTAN [3].

El intento de arresto tuvo lugar en el aeropuerto de Trípoli, en momentos en que Belhaj salía para Turquía. Posteriormente, varios diarios turcos han mencionado la presencia de Abdelhakim Belhaj en la frontera turco-siria.

Estas denuncias encuentran la incredulidad de quienes siguen creyendo que Al-Qaeda y la OTAN son enemigos irreconciliables e incapaces de cooperar entre sí. Lo cierto es que esas denuncias confirman la tesis que vengo defendiendo desde los atentados del 11 de septiembre de 2011, de que los individuos catalogados como Al-Qaeda son mercenarios utilizados por la CIA [4].

¿Quién está diciendo la verdad?

Desde hace una semana, el diario español ABC, monárquico, ha venido publicando por entregas un reportaje del fotógrafo Daniel Iriarte.

Este periodista se relaciona con el Ejército Sirio Libre (ASL, en inglés Syrian Free Army, ejército sirio libre, conducidos y bajo supervisión por los servicios de inteligencia británicos, es decir el MI6) que opera en el norte de Siria, precisamente en la frontera con Turquía. Daniel Iriarte es un defensor de la «revolución» y no hay para él términos demasiado duros cuando se trata de referirse al «régimen de al-Assad».

Según el coronel Riyad Al-Assad, jefe del Ejército Sirio Libre, este se compone de más de 20,000 hombres. Las autoridades sirias estiman que son en realidad algunos cientos [5].

Mientras tanto, en la edición del sábado 17 de diciembre de 2011, el español Daniel Iriarte refiere un encuentro que le pareció chocante. Mientras sus amigos del ASL lo llevaban a un nuevo escondite, Iriarte se encontró con unos extraños sublevados: 3 libios [6].

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Mahdi al-Harati, comandante de la Brigada de Trípoli, dimitió de sus funciones como segundo al mando del Consejo Militar de Trípoli para irse a dirigir el Ejército Sirio Libre.

El primero de ellos era Mahdi al-Hatari, un libio que vivió en Irlanda antes de enrolarse en Al-Qaeda. Al final de la guerra contra Libia, Mahdi al-Hatari se convirtió en comandante de la Brigada de Trípoli y posteriormente fue segundo al mando del Consejo Militar de Trípoli, bajo la dirección de Abdelhakim Belhaj.

Mahdi al-Hatari renunció a ese puesto, unos dicen que lo hizo porque había entrado en conflicto con el Consejo Nacional de Transición y otros que quería regresar a Irlanda, donde reside su esposa [7]. En realidad, Mahdi al-Hatari se fue a Siria.

Más extraño aún, en junio de 2010, este miembro de Al-Qaeda estaba entre los militantes favorables a los palestinos que viajaban a bordo del barco turco Mavi Marmara. Agentes de numerosos servicios secretos, esencialmente del espionaje estadounidense, se habían infiltrado en la «Flotilla de la Libertad» [8]. Fue herido y retenido como prisionero en Israel durante 9 días.

Durante la batalla de Trípoli, Mahdi al-Hatari dirigió el grupo de Al-Qaeda que sitió y atacó el hotel Rixos, donde yo mismo me encontraba con mis compañeros de la Red Voltaire y la prensa internacional, y cuyos sótanos servían de refugio a varios dirigentes de la Yamahiria protegidos por la guardia de Khamis el-Kadhafi [9].

Según este último, junto a Mahdi al-Hatari se hallaban varios oficiales franceses, presentes en el terreno como consejeros de este miembro de Al-Qaeda.

El segundo libio que el fotógrafo Daniel Iriarte se encontró en el Ejército Libre Sirio es nada más y nada menos que Adem Kikli, otro lugarteniente de Abdelhakim Belhaj. Iriarte no logró identificar al tercer libio, al que los demás llamaban Fuad.

Este testimonio de Iriarte concuerda con lo que los diarios árabes antisirios han venido proclamando desde hace semanas: el Ejército Sirio Libre cuenta al menos con 600 «voluntarios» de la organización Al-Qaeda en Libia [10].

Y toda la operación se desarrolla bajo la dirección del propio Abdelhakim Belhaj, quien cuenta con la ayuda del gobierno de Erdogan.

¿Cómo se explica que un periódico tan hostil al gobierno de al-Assad como ABC haya decidido publicar el testimonio de su enviado especial, cuando este revela los sucios métodos de la OTAN y confirma la tesis gubernamental sirio sobre la desestabilización armada?

Lo que sucede es que, desde hace una semana, ideólogos del choque de civilizaciones se han pronunciado contra ese dispositivo, que incorpora extremistas islamistas a la estrategia del «mundo libre».

Como invitado del blog de CNBC [11], el ex primer ministro español José María Aznar reveló, el 9 de diciembre de 2011, que Abdelhakim Belhaj se encontraba entre los sospechosos de estar implicados en los atentados perpetrados en Madrid el 11 de marzo de 2004 [12], atentados que pusieron fin a la carrera política de Aznar en España.

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El jeque Ali Salabi, guía espiritual de Al-Qaeda en Libia, mentor de Abdelhakim Belhaj y hombre fuerte de la actual Libia post-Gadaffi.

Esas declaraciones de Aznar coinciden con varias intervenciones de sus amigos del Jerusalem Center for Public Affairs, el think-tank (centro o instituto de propaganda política) que dirige el ex embajador israelí ante la ONU, Dore Gold [13].

Estos amigos de Aznar expresan públicamente sus dudas ante la actual estrategia de la CIA, que consiste en instalar islamistas en el poder en todo el norte de África. Dicha crítica apunta en primer lugar contra la muy secreta cofradía de la Hermandad Musulmana y sobre todo contra 2 personalidades libias: el ya mencionado Abelhakim Belhaj y su amigo el jeque Ali Al-Salibi.

Este último está considerado como el nuevo hombre fuerte en Libia [14]. Tanto Belhaj como Al-Salibi tienen la reputación de ser los peones de Qatar en la actual Libia post-Kadhafi [15]. Es además precisamente el jeque Al-Salabi quien distribuyó los 2 000 millones de dólares de ayuda qatarí a Al-Qaeda en Libia [16].

Reaparece así a la luz pública la contradicción que tanto se esfuerzan algunos por esconder desde hace 11 años: los mercenarios, antiguamente pagados por Osama ben Laden, nunca han dejado de estar al servicio de la estrategia de Estados Unidos, desde la primera guerra de Afganistán e incluso en la época de los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo, los dirigentes occidentales siguen presentándolos como enemigos.

Es probable que las objeciones del señor Aznar y las del Jerusalem Center for Public Affairs sean descartadas por la OTAN, como antes lo fueron las del general Carter Ham, comandante en jefe del AfriCom, cuando –al principio de la guerra contra Libia– se le dio como misión garantizar en Libia la protección de los mismos yihadistas que hasta entonces habían estado matando soldados estadounidenses en Irak.

Lejos de la realidad, el Comité Antiterrorista de la ONU (el llamado «Comité de Aplicación de la Resolución 1267») y el Departamento de Estados de Estados Unidos siguen manteniendo en su lista negra a la organización de Abdelhakim Belhaj y del jeque Al-Salabi bajo su antigua denominación de Grupo Islámico Combatiente en Libia. Todos los Estados tienen la obligación, según parece, de arrestar a estos individuos si penetran en sus territorios.

[1] «Mentiras y verdades sobre Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 27 de noviembre de 2011.

[2] «Libya’s Powerful Islamist Leader», por Babak Dehghanpisheh,The Daily Beast, 2 de septiembre de 2011.

[3] «Cómo los hombres de Al-Qaeda llegaron al poder en Libia», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de septiembre de 2011.

[4] «Enemigos de la OTAN en Irak y en Afganistán, aliados en Libia», por Webster G. Tarpley, Red Voltaire, 21 de mayo de 2011.

[5] «Syria’s opposition, rebels hold talks in Turkey», por Safak Timur, agencia francesa de noticias AFP, 1º de diciembre de 2011.

[6] «Islamistas libios se desplazan a Siria para “ayudar” a la «revolución» en Siria», por Daniel Iriarte, ABC (España), 17 de diciembre de 2011.

[7] «Libyan-Irish commander resigns as deputy head of Tripoli military council», por Mary Fitzgerald, The Irish Times, 11 de octubre de 2011.

[8] «Flotilla de la Libertad: el detalle que Netanyahu no conocía», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de junio de 2010.

[9] «Thierry Meyssan y Mahdi Darius Nazemroaya amenazados de muerte en Trípoli», Réseau Voltaire, 22 de agosto de 2011.

[10] «Libyan fighters join “free Syrian army” forces», Al Bawaba, 29 de noviembre de 2011.

[11] «Spain’s Former Prime Minister Jose Maria Aznar on the Arab Awakening and How the West Should React», CNBC.com., 9 de diciembre de 2011.

[12] «Atentados de Madrid: la pista atlantista», por Mathieu Miquel, Réseau Voltaire, 6 de noviembre de 2009.

[13] «Diplomacy after the Arab uprisings», por Dore Gold, The Jerusalem Post, 15 de diciembre de 2011.

[14] «Meet the likely architect of the new Libya», par Marc Fisher, The Washington Post, 9 de diciembre de 2011.

[15] «Libyans wary over support from Qatar», por John Thorne, The National (Emiratos Árabes Unidos), 13 de diciembre de 2011.

[16] John Thorne, op. cit.

La OTAN sueña con guerra civil en Siria

por Pepe Escobar

El neocolonialismo occidental y su brazo armado, la OTAN, siguen complotando contra Siria. Con su autoproclamada frase: «responsabilidad para proteger a civiles» y con la ayuda de la desinformación masiva de la prensa comercial internacional que trastorna los hechos y oculta lo que verdaderamente está ocurriendo en esa región, la OTAN opera secretamente con mercenarios y otros grupos terroristas bajo su control para desestabilizar Siria. Nuestro colega Pepe Escobar con su análisis nos actualiza la situación en el Medio Oriente.

RED VOLTAIRE | 18 DE DICIEMBRE DE 2011

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Fuerzas especiales de la OTAN en maniobras observando sus objetivos.

ada grano de arena en el desierto sirio sabe que no habrá una intervención «humanitaria» de la OTAN justificada por su «responsabilidad para proteger» a fin de provocar un cambio de régimen en Damasco. Una guerra prolongada como en Libia no es factible – a pesar de que esos impecables practicantes de la democracia, la Casa de Saud, ya han ofrecido pagar por ella, generosamente.

Sin embargo la niebla de una guerra cercana sigue siendo impenetrable.
¿Qué se propone realmente la OTAN en Siria?

Ya ha sido establecido [1] que la OTAN había instalado un centro de comando y control en la provincia Hatay del sur de Turquía – donde comandos británicos y los servicios de inteligencia franceses están entrenando al sospechoso Ejército Siria Libre (Free Syria Army, por sus siglas en inglés). El objetivo: fomentar una guerra civil que afecte el norte de Siria.

Ahora llega la confirmación, a través del sitio en la red de la ex denunciante del FBI de EE.UU., Sibel Edmonds, de que podría haber en efecto un movimiento de pinzas involucrando a Jordania. [2]

Edmonds cita fuentes locales según las cuales «cientos de soldados que hablan lenguajes que no son árabe» han estado «moviéndose entre… la base aérea Rey Hussein en al-Mafraq» y «aldeas jordanas adyacentes a la frontera siria».

Edmonds sostiene que los medios estadounidenses no informan de nada al respecto por una orden mordaza desde arriba que en teoría expiró este martes. Y no tratéis de preguntar al respecto al rey Abdullah de Jordania.

La base de al-Mafraq está prácticamente al otro lado de la frontera desde Dar’a. Recientemente ha habido mucha actividad en Dar’a – un epicentro del movimiento contra el presidente Bashar al-Assad. En lo que respecta a la agencia noticiosa siria Sana, fuerzas de seguridad han sido muertas rutinariamente por «bandas terroristas». Para los «rebeldes» son desertores patrióticos del ejército que atacan líneas militares de aprovisionamiento.

El plan B de ataque

Al adoptar este movimiento de pinzas, la OTAN en Siria está diversificando activamente a una estrategia de Iraq en los años noventa: someter a Siria a un prolongado estado de sitio antes de terminar por decidirse a atacar.

Sin embargo, por mucho que la OTAN suplique a Alá por lo contrario, Siria no es Libia. Es mucho más pequeña y compacta, pero más poblada y con un verdadero ejército probado en la batalla. Aparte de estar inmensamente enemistados por el actual eurodrama, los británicos y la ex potencia colonial Francia han calculado que tienen todo que perder en lo económico si se involucran en la demencia de una guerra convencional.

Los incondicionales de la oposición siria –el Consejo Nacional Sirio (CNS)– son un chiste. En su mayoría son de la Hermandad Musulmana, con algunos kurdos. El líder, Burhan Ghalioun, es un oportunista exiliado en París con credibilidad cero (para el sirio promedio) aunque en una reciente entrevista con el Wall Street Journal hizo todo lo posible por apaciguar al lobby de Israel (no más vínculos con Irán, no más apoyo a Hizbulá en el Líbano y a Hamás en Gaza).

El FSA afirma que tiene15.000 desertores del ejércitopero está infestado de mercenarios y lo que numerosos civiles sirios describen como bandas armadas. El CNS, teóricamente, se opone a las guerrillas. Pero eso es exactamente lo que el FSA practica activamente, atacando a soldados sirios y oficinas del partido Baaz.

La táctica esencial del CNS es por el momentopromover ante la opinión pública occidental la idea de una pesadilla «potencial» al estilo libio de una inminente masacre en Homs. No hay muchos que la acepten – aparte de los usuales, estridentes, sospechosos de los medios corporativos. Aunque ambos están basados en Estambul, el CNS y el FSA no parecen capaces de ponerse de acuerdo; se parecen a una versión letal de Los Tres Chiflados.

Luego está la Liga Árabe, que actualmente está controlada por Los Ocho Títeres: las seis monarquías del CCG (Consejo de Cooperación del Golfo, también conocido como Club Contrarrevolucionario del Golfo) más los miembros «invitados» del CCG, Marruecos y Jordania. Los títeres son subcontratistas del Gran Medio Oriente de la OTAN con esteroides (humanitarios). Nadie, sin embargo, pregunta dónde estuvieron esos títeres cuándo Beirut y el sur del Líbano fueron destruidos en 2006, y cuando Gaza fue destruida en 2008 – en ambos casos por Israel. Los títeres no se atreven a cuestionar los derechos divinos del eje EEUU/Israel.

Las tácticas de la OTAN en Siria han sido claras como el agua desde hace tiempo. Francia, bajo el liberador neonapoleónico de Libia, presidente Nicolas Sarkozy, se concentra en acelerar la escalada. Al mismo tiempo, París trata de posicionar el crecimiento de la Hermandad Musulmana en todo el mundo árabe como un interés estratégico occidental – como para limitar la influencia iraní.

Y a continuación tenemos el continuo bloqueo económico – imposible sin la cooperación de Iraq (no la habrá), el Líbano (no la habrá), y Jordania (podría tener lugar, pero en detrimento de Jordania).

El verdadero sueño húmedo de la OTAN es llevar a Turquía a que haga el trabajo sucio. En su irremediable bancarrota, los países de la OTAN –incluido EEUU– simplemente no pueden lanzar otra guerra en Medio Oriente que haría subir por las nubes los precios del petróleo.

Lo que la OTAN no puede concebir es la posibilidad de que una guerra sectaria suní-chií vuelva a estallar en Iraq. En ese caso, el único refugio seguro sería Kurdistán iraquí. Y eso fortalecería la unidad kurda – de Iraq a Siria, de Turquía a Irán. Turquía tendría en ese caso problemas más pertinentes que embrollarse en una guerra en Siria.

El doble juego de Turquía

A pesar de todo, el gran imponderable en ese complejo tablero de ajedrez es Turquía, – como ser en lo que pasó precisamente con su tan aclamada política de «cero problemas con nuestros vecinos», imaginada por el ministro de exteriores Ahmet Davutoglu.

Frente a la impotencia de Riad, y con El Cairo convulsionado, Ankara parece haber monopolizado el manto del liderazgo suní – o el papel de guardián de la ortodoxia suní enfrentando a esos herejes chiíes, sobre todo de Irán (pero también en Iraq, los alauís en Siria e Hizbulá).

Al mismo tiempo, para complacer a la OTAN y a EE.UU., Ankara permite el despliegue de la defensa de misiles en su territorio – que se dirige no solo contra Irán sino sobre todo contra Rusia. Para no mencionar que Ankara alberga el deseo prohibido de «solucionar» permanentemente la cuestión kurda estableciendo una zona autónoma en territorio sirio.

Y Ankara también quiere ganar dinero; en Libia ganaron los intereses petroleros británicos y franceses, mientras los perdedores fueron los italianos y los turcos. Pero hasta ahora Turquía también está perdiendo, especialmente en la provincia Hatay, cerca de la frontera siria, ya que un acuerdo de libre comercio entre ambos países ha sido anulado.

Para desesperación de Occidente, el régimen de Assad está lejos de ser estrangulado. Para contrarrestar el pesado paquete de sanciones de la Liga Árabe y Turquía, el régimen ha acelerado el comercio con China – mediante el trueque y dejando de lado el sistema financiero internacional.

No es sorprendente que Washington esté adoptando una actitud a largo plazo. Ha vuelto a enviar a Damasco a su embajador Robert Ford –ex asistente del siniestro ex desestabilizador de Nicaragua, John Negroponte, cuando fue embajador en Bagdad, y actual entusiasta de la contrarrevolución de la Casa de Saud.

Ford tendrá mucho tiempo para intercambiar correos electrónicos con una oposición siria totalmente comprometida con la ex potencia colonial Francia.
Hablando de un festival de títeres: éste grabará su propio nicho en los anales de la infamia en Medio Oriente.

Fuente: Asia Times Online, 15 de diciembre de 2011.
Traducción del inglés por: Germán Leyens.

Contacto: pepeasia@yahoo.com

[1] Vea «La guerra en las sombras en Siria», Rebelión, 2 de diciembre de 2011

[2] El informe está aquí: Una entrevista con el periodista sirio Nizar Nayouf está aquí. También se puede ver el video en este enlace, en inglés.

 

Islamistas libios se desplazan a Siria para «ayudar» a la revolución

por Daniel Iriarte

El diario español ABC de tendencia derechista y de tradición monárquica ha publicado en su edición con fecha del 17 de diciembre de 2011, el testimonio de su enviado especial en Siria, el conocido reportero fotógrafo Daniel Iriarte.

El periodista declara haber estado al interior del Ejército Sirio Libre (SFA Syrian Free Army por sus siglas en inglés) y se ha entrevistado con responsables de Al-Qaeda en Libia.

 

RED VOLTAIRE | 19 DE DICIEMBRE DE 2011

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BC entrevista a un grupo de libios vinculados con el ex yihadista Belhadj que han viajado a Siria para «evaluar» los medios de apoyo a la insurgencia

El miliciano Brahim está preocupado. «Hay un control del Ejército en la entrada de la carretera», dice la campesina, lo que significa que las rutas de salida de Yebel Zawi están cortadas. Nos temíamos algo así, por lo que los muy escasos reporteros extranjeros hemos decidido salir de Siria, ante el riesgo de quedarnos atrapados.

Pero parece que llegamos tarde.

Finalmente, cuando anochece, Brahim encuentra una solución. Moviliza tres coches que, conducidos a oscuras, tratan de hallar una ruta alternativa. T

ras horas de espera, logran hacernos cruzar las líneas enemigas por otro punto. Brahim se ríe, satisfecho: «¡El Ejército Sirio Libre ha encontrado una salida!», dice.

El convoy nos lleva hasta una casa de campo donde nos espera otro grupo que va a ser evacuado con nosotros.

Y entonces llega la sorpresa: se trata de tres libios que, en sus propias palabras, han venido no a combatir, sino «a evaluar las necesidades de los hermanos revolucionarios sirios».

Los libios no intentan ocultar sus identidades. Se trata de hombres cercanos a Abdelhakim Belhadj, actual gobernador militar de Trípoli y antiguo yihadista, relacionado con Al Qaida en el pasado.

Uno de ellos resulta ser un viejo conocido de los reporteros que cubrieron la guerra de Libia: Mehdi al-Hatari, el antiguo comandante de la Brigada de Trípoli, que desempeñó un papel fundamental en la toma de la capital y la caída de Gadafi.

El segundo, Adem Kikli, dice que trabaja para Belhadj, y lleva casi dos décadas exiliado en el Reino Unido.

El tercero, Fuad, parece ser un guardaespaldas. «Estamos aquí por iniciativa propia y personal, no por orden de nadie», asegura Adem.

Y subraya que Harati renunció públicamente a su puesto en Trípoli el pasado 11 de octubre. Adem, además, afirma que ha estado con otros libios, «unas cuantas decenas», que se han desplazado a Siria por su cuenta para ayudar a los insurgentes.

Harati, no hay duda, es un hombre de acción. El personaje saltó a la palestra tras su participación en la Flotilla de Gaza en la primavera de 2010. «Fui herido en el asalto al Mavi Marmara, y estuve nueve días en una cárcel de Tel Aviv», nos cuenta.

En febrero, Harati, que vive en Dublín y tiene pasaporte irlandés, se despidió de su mujer y su hijo y, junto con otros libios exiliados en Irlanda, se dirigió a Libia. Allí creó la Brigada de Trípoli, un grupo de luchadores de élite, entrenado por asesores de Qatar, que combatió ferozmente en la batalla final por la capital.

ABC ha constatado, además, su reciente paso por lugares como Bahréin, Sudán y Ankara, con propósitos no aclarados.

Hace poco, Harati se vio implicado en un extraño episodio, cuando, según su propio relato, una banda de ladrones asaltó su casa, llevándose abundante joyería y 200.000 libras esterlinas (unos 238.000 euros).

Harati le dijo a la Policía que una gran cantidad de dinero le había sido entregado por un agente de la CIA para financiar la lucha de su grupo contra Gadafi. El combatiente dejó esas 200.000 libras a su mujer, por si le ocurría algo, y se llevó el resto a Libia.

Mientras huimos hacia la frontera, los libios nos van dando algunas claves sobre su presencia en Siria. «Si por nosotros fuese, les enviaríamos las armas a los sirios mañana. Nosotros ya no las necesitamos», explica Harati.

«Pero tendrían que entrar por Turquía, y los turcos no pueden autorizarlo porque no hay consenso dentro de la OTAN», asegura.

Ya en la frontera, los tres libios dicen que vuelven a su patria. Así nos lo aseguran.

Fuente
ABC (España)

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