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Archivo para el día “febrero 14, 2012”

El impago de la deuda como derecho frente a dictadura de los mercados en 2 pasos Auditoría, Acción y Anulación


El impago de la deuda como derecho frente a la dictadura de los mercados

Desde la oleada de ataques por parte de los “mercados” durante el pasado verano, se está desarrollando una versión ampliada de la burbuja de la deuda soberana, que está llevando este mecanismo de extracción financiera a una fase profundamente agónica.

Sin que hayan desaparecido las bajadas de calificación de la deuda soberana como vía para la apertura de espacios de alto beneficio financiero, también se han conectado de manera semi-automática las caídas de los valores bursátiles con la salida de fuertes flujos de capital hacia la compra de deuda alemana (nicho de seguridad) y de deuda periférica (nichos de altísimo beneficio).

El resultado es una retroalimentación continua de las diferencias entre los costes de la financiación alemana y los de los países de la periferia, punteada por ciclos de dos o tres días en los que se roza la estrangulación de economías en las que quedan pocos recursos y activos públicos que no estén ya en el punto de mira de los acreedores.

Grecia sigue siendo el ejemplo paradigmático, durante la segunda semana de septiembre la prima de riesgo sobre la deuda griega llegó a arrojar rentabilidades absolutamente desorbitadas de entre el 50% y el 110%.

Para hacernos una idea de la escala a la que se produce este proceso de desposesión, hay que recordar que el máximo interés que pagó el Estado griego por sus emisiones de deuda anteriores al verano de 2011 estuvo cercano al 20% y ha sido suficiente para una intervención de su economía.

En estas condiciones, el debate sobre el impago de la deuda se ha convertido en un asunto central para la política europea. De hecho, en buena medida, se puede considerar que el default (impago), al menos en Grecia, ya viene sucediendo desde antes del verano y que simplemente, desde la UE y el Gobierno griego se han venido buscando formatos adecuados (refinanciaciones, reestructuraciones, etc.) para venderlo como operaciones financieras rutinarias.

El pago de la deuda siempre es una variable política y los impagos, a su vez, son figuras políticas complejas cuyo significado depende en gran medida de cómo y quién los enuncia. Entre el “no nos pagáis” enunciado por los acreedores y la toma de posición “no os pagamos” hay un abismo simbólico y político.

Dicho de otra manera, mientras que el impago como iniciativa de la sociedad civil es una declaración de soberanía popular, el impago decretado por los acreedores refuerza el control de las instancias financieras sobre los activos y los flujos futuros de recursos.

Y esta es exactamente la pelea que se está disputando en Grecia, y que podría conformar el horizonte político inmediato de los demás países periféricos.

Frente a una ciudadanía que se rebela al pago de la deuda, afirma que “no pagaremos” y pide una auditoría democrática de la deuda, las instituciones de la Unión Europea y el FMI amenazan con declarar al país en quiebra si no se profundizan los programas de austeridad y privatizaciones.

Un campo de batalla que invariablemente viene asociado al impago de la deuda soberana, es el de la salida de la moneda común europea de aquellos países que declaren el impago de su deuda.

En gran medida, éste está siendo un argumento disciplinario utilizado por las instituciones europeas para amenazar a los países rebeldes con la desconexión del “caparazón” europeo y la exposición abierta a un poder financiero despiadado que la propia UE ha venido alimentando.

Pero también desde algunas posiciones “progresistas” se insiste en la salida del Euro como corolario inevitable del impago y como recuperación de instrumentos monetarios nacionales, especialmente la devaluación de la moneda, capaces de relanzar la competitividad sin necesidad de seguir hundiendo los costes salariales.

Sin embargo, en gran medida, la amenaza de la UE a sus estados miembros periféricos tiene un poso de verdad que la hace extraordinariamente efectiva.

Una serie de monedas nacionales más pequeñas serían terreno abonado para ataques especulativos sobre el tipo de cambio de una repercusión mucho más alta que los ataques sobre el euro y que, muy posiblemente, volverían a redundar en nuevas rondas de austeridad y privatizaciones.

Frente a este escenario, sería necesario desvincular el derecho al impago de la salida de la moneda única europea, interpretándolo como una figura de soberanía democrática europea antes que como un retorno a la soberanía nacional, expresada en una moneda propia.

Isidro López

http://www.observatoriometropolitano.org/

Nuestras tres A: Auditoría, Acción, Anulación

10 febrero 2012 | Categorías: Mercados Financieros | |

Damien Millet y Eric Toussaint – ATTAC Francia y CADTM

AAA… Estas tres letras que resuenan como una risa sarcástica designan la nota máxima concedida por las agencias de calificación. Una empresa o un Estado con nota AAA inspira confianza a los prestamistas y a los especuladores, y le permite pedir préstamos a menor coste.

Pero para obtener —o conservar— esta nota emblemática, los gobiernos europeos se aprestan a todo, y aplican políticas de rigor que no hacen más que someter sus economías a lo dictado por los acreedores. Detrás de estas AAA se esconden fuertes regresiones sociales, violaciones de derechos humanos, sangre y lágrimas para las poblaciones más frágiles.

AAA…es la risita de las hienas — los acreedores— cuando los derechos de los pueblos son sacrificados con la complicidad activa de los dirigentes de los países europeos, de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Central Europeo (BCE). Prestamistas y especuladores se arriesgaron en forma insensata, seguros que las autoridades públicas irían a rescatarlos en caso de crisis.

Hasta aquí tuvieron razón. Se pusieron en marcha planes de rescate de bancos, los Estados aportaron garantías por millares de millones de euros, los deseos de los acreedores fueron satisfechos. Los Estados gastaron sumas colosales para salvar los bancos antes de imponer planes de austeridad masivos.

Y contra estos planes, los pueblos se alzan a menudo con determinación. Manifestaciones, huelgas generales, movimiento de indignados, luchas sociales son portadoras de esperanzas cuando consiguen federarse a escala europea. ¡Pueblos de Europa, unámonos!

Desde hace tres décadas, las políticas neoliberales elevaron el endeudamiento a un nivel insoportable para las clases medias y modestas sobre quienes pesa lo esencial del reembolso.

La deuda pública de los países europeos tiene dos causas fundamentales: por una parte la contrarrevolución fiscal comenzada en los años 1980 que favoreció a los más ricos, y por otra las respuestas dadas por el Estado a la crisis actual, causada por las inversiones desbocadas de banqueros y de fondos especulativos.

La desregulación financiera suprimió las indispensables barreras, permitiendo la creación de productos financieros cada vez más complejos que condujeron a graves excesos y a una crisis económica y financiera mundial.

Ahora, las políticas aplicadas protegen a los responsables de la crisis y hacen pagar el precio a los pueblos víctimas. Es por eso que esta deuda es ampliamente ilegítima. Mientras dure la lógica actual, la dictadura de los acreedores podrá imponer incesantes retrocesos a las poblaciones.

Una Auditoría ciudadana de la deuda pública, acompañada de una moratoria sin penalización del pago, es la única solución para poder determinar la parte ilegítima, incluso odiosa de la deuda.

Es evidente que se debe llegar a la Anulación sin condiciones de esa parte ilegítima. Pero para que esto pueda suceder, los pueblos deben continuar con su movilización. Mediante la Acción, deben imponer otra política, que sea respetuosa de los derechos fundamentales y del planeta.

Esta Acción nos debe conducir a una Europa construida en base a la solidaridad y la cooperación que dé la espalda a la competencia y a la competitividad. La lógica neoliberal condujo a la crisis y ha revelado su fracaso.

Esta lógica, que subyace en todos los textos fundadores de la Unión Europea, con el Pacto de Estabilidad y el Mecanismo Europeo de Estabilidad a la cabeza, debe ser derrotada.

No hay que uniformizar las políticas presupuestarias y fiscales puesto que las economías europeas presentan fuertes diferencias, pero deben coordinarse para conseguir que surja una solución que promueva «hacia arriba» esas políticas. Europa debe también terminar radicalmente con su política de fortaleza asediada frente a los candidatos a la inmigración, para convertirse en un socio igualitario y verdaderamente solidario respecto a los pueblos del Sur.

El primer paso debe consistir en anular la deuda del Tercer Mundo de manera incondicional.

Como es evidente, es necesario derogar los actuales tratados europeos y reemplazarlos por nuevos, en el marco de un verdadero proceso constituyente democrático, que permita echar las bases de «Otra Europa».

Auditoría, Acción, Anulación, son las AAA que deseamos, la de los pueblos y no las de las agencias de calificación. Ponemos esta reivindicación en el centro del debate público para afirmar con fuerza que otras opciones políticas, económicas y financieras son posibles.

Pero solamente unas potentes luchas sociales permitirán el triunfo de las AAA de los pueblos, y un cambio radical de lógica que esté a la altura de los desafíos planteados.

Traducido por Griselda Pinero.

http://www.attac.es/2012/02/10/nuestras-tres-a-auditoria-accion-anulacion/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter

Grecia: ¿euro o dracma? De obligada lectura xq x el mismo camino vamos


Grecia: ¿euro o dracma?

Antonis Davanellos, A l’encontre

[En un estudio publicado el 5 de enero de 2012, el Instituto Oficial de Estadística del Estado griego (Elstat) indica que, en 2010, 597.000 hogares -es decir, 2,2 millones de personas- vivían bajo del umbral de la pobreza o estaban considerados como «socialmente excluidos».

El límite de la renta anual para considerar que una familia con dos adultos y dos hijos menores de 14 años no «cae en la pobreza» esta situado en 15.073 €. Sin embargo, el proceso de pauperización se acentúa de semana en semana, en el sentido literal del término.
Por otra parte, el Elstat subraya que la precariedad en el empleo -en el sentido de los meses en los que se obtiene algún ingreso- no ha hecho más que incrementarse desde 2010.
Ese año ya había 3,03 millones las personas al borde de engrosar las cifras de la «exclusión social», lo que equivale al 27,7% de la población. Estas cifras son mucho más sombrías actualmente.

En el último trimestre de 2011, el Instituto de Investigación del Empleo (Ine) del sindicato mayoritario del sector privado griego (GSEE) estimaba que la tasa real de paro era del 23% de la población activa, frente del 18,4% que ofrecía el gobierno en agosto de 2011.

Semejante tasa de paro, que entre los jóvenes de 15 a 25 años supera el 40%, está traduciéndose en un factor de emigración, al igual que en Portugal y España. A pesar de ello continúa la cascada de planes de austeridad que acentúa la recesión e incrementa la deuda en relación al PIB.

El Estado griego debe reembolsar para marzo de 2012 la suma de 14,5 millardos de euros de obligaciones y no tiene posibilidades de hacerlo.

Las condiciones impuestas por las instituciones internacionales (FMI, BCE, UE) para una nuevo paso en el pretendido «plan de rescate» (de los bancos) se resumen en que el gobierno acepte las condiciones de descuento de la deuda griega que exigen los bancos, las aseguradoras y los fondos de inversión, representados todos ellos por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) en tanto que negociador central.

En la trastienda de las negociaciones entre el gobierno griego y el IIF -que tropiezan con dificultades como deja traslucir la interrupción momentánea de las negociaciones el 13 de enero de 2012- lo que se da son las operaciones de especulación clásicas en esta circunstancias.

En efecto, los fondos de inversión de capital riesgo (hedge funds) recompran a precio bajo la deuda griega de la que se quieren desprender los bancos.
Estos hedge funds especulan actuando sobre dos escenarios. Uno, que el gobierno se encuentre incapacitado para hacer frente al pago el mes de marzo, lo que conllevaría a la activación de los CDS (Credit Default Swap)y el reembolso de la pérdida de los hedge funds por parte de los CDS. El otro, que los hedge funds esperan ser reembolsados por el gobierno griego al valor nominal de las obligaciones.
En efecto, en el caso en el que los bancos y otras instituciones acepten un descuento en torno al 60% o 70% (o más) y pasen a un acuerdo, los hedge funds pueden rechazar este descuento sobre la parte que han adquirido, lo que les aseguraría un beneficio sustancial.
Hay que saber que el acuerdo que podría darse entre el gobierno y el IIF no obliga a todos los que hayan comprado las obligaciones a aceptar una decisión tomada por una mayoría cualificada. Segun el Wall Streel Journal del 13 de enero de 2012, estos hedge funds detentan más de 70 millardos de euros de la deuda griega.
Las negociaciones no se darán sólo sobre el porcentaje de descuento sino sobre quiénes van a firmar tal acuerdo y la cantidad de deuda que poseen. La prensa podría informar mejor de todo esto, a fin de sacar a la luz los verdaderos negocios que se hacen utilizando la deuda ilegítima

Sobre esta cuestión, la izquierda griega -es decir, la izquierda radical- plantea con justeza el rechazo del pago de la deuda, una posición que se expresa con matices diversos. Pero también existe otro debate entre las fuerzas de la izquierda radical; es el debate en torno a la salida o no del euro.

El artículo de Antonis Davanellos -uno de los portavoces de DEA (Izquierda obrera internacionalista), que se sitúa en el ala izquierda de la coalición SYRIZA- nos presenta este debate. La redacción de A l’encontre comparte su punto de vista. Redacción A l’encontre]

Desde hace dos años, la experiencia griega, bajo la vigilancia suprema de la troika (Unión Europea, FMI y Banco Central Europeo) y los estrictos programas de austeridad que vienen de ella, ha llevado al colapso de las ilusiones relativas al «europeísmo» y a la «europeización».

Hace diez años, bajo la influencia de argumentos convergentes de la derecha y, sobre todo, de la socialdemocracia, en Grecia tomo cuerpo una amplia corriente de opinión basada en la falsa esperanza de que llegando a ser miembros de la UE y de la eurozona, la economía (capitalista) griega entraría en una fase de crecimiento duradero y que, en ese proceso, al incrementarse la «tarta» a repartir, también saldrían beneficiados los asalariados y asalariadas.

Ahora mismos estas ideas están hechas añico, carbonizadas. Y por ello, el debate sobre las perspectivas adquiere una relevancia de primer orden. Miles de trabajadores y trabajadoras se interesan en él y, por ello, adquiere una amplitud e importancia política sin precedentes.

En el futuro próximo vamos a asistir a cambios importantes. Los podemos enumerar aquí. En primer lugar, la modificación de la actitud de los países más importantes de la UE. De hecho, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy ya han adoptado una orientación a favor de una Europa a dos velocidades y de un euro que se adapte a esta situación.

Países como Grecia, pero también España, Portugal e Italia, van a verse relegados del primer vagón del tren de la UE. Entre las decisiones adoptadas por la cumbre europea del 9 de diciembre de 2011, se afirma por primera vez la posibilidad de expulsar de la UE a un «Estado fallido». Por el momento, esta perspectiva concierne fundamentalmente a Grecia.

En segundo lugar, sectores de las clases dominantes en Grecia empiezan a cambiar de posición. Evidentemente, los banqueros, algunos grupos industriales y los armadores prefieren continuar como miembros del «club» del euro y declaran que están dispuestos a seguir atacando brutalmente a la gran mayoría del país para alcanzar este objetivo; pero, por primera vez en estos últimos años, determinados sectores -y algunos de ellos, entre los mencionados- comienzan a realizar cálculos para valorar si les resulta beneficioso seguir en la zona euro.

La razón de este giro se encuentra en las características que está adquiriendo la crisis económica internacional y las decisiones que se adoptan para la gestión de la así llama crisis de la deuda soberana.

En la prensa de la clase dominante griega se están publicando artículos en el sentido de que el capitalismo griego existía y funcionaba antes de la existencia del euro y que, del mismo modo, podría seguir existiendo fuera de la eurozona.

Los analistas más perspicaces detectan ya movimientos hacia la salida del euro en fracciones de la clase dominante con el fin de disponer de una capacidad de control de la situación en caso de grandes turbulencias económicas, sociales y políticas que conducirían a un «giro nacional», «soberanista» del capitalismo griego y a un vuelta obligada a la dracma.
Los políticos más lúcidos -por ejemplo, el ministro de Finanzas, Evangelos Vanizelos- piensan que estas decisiones no se plantean a largo plazo sino que puede que sea necesario adoptarlas en los próximos meses.

Evidentemente, la crisis ha minado el poder de los capitalistas griegos y ha reducido su capacidad para actuar con «independencia» de las grandes potencias; pero la posibilidad de adoptar este tipo de decisiones «independientes» -ciertamente, dentro de unos límites- no ha desaparecido. Sobre todo si se tiene en cuenta que los capitalistas griegos y su Estado continúan siendo una fuerza con peso en los Balcanes y en el Este de la región mediterránea.

Un papel reforzado por la alianza político-militar con el Estado de Israel que trata de asegurar su acceso a los recursos energéticos en esta región mediterránea (se está explorando yacimientos de gas y petróleo en el Mediterráneo oriental, lo que se ha convertido en un elemento de discordia entre Chipre, Grecia y Turquía) y conservar una estabilidad geopolítica en la zona tras los cambios producidos por las llamadas «revoluciones» del mundo árabe y el cambio de orientación de gobierno turco.

En ese contexto, la «izquierda europea» piensa que la mayoría de las corrientes de la izquierda anticapitalista griega son favorables a una salida de la eurozona y a una vuelta al dracma. No es del todo exacto.

El Partido Comunista Griego, la fuerza política más importante a la izquierda, ha estado tradicionalmente a favor de una salida de la eurozona y de la Unión Europea. Actualmente, el PC dice que estos objetivos sólo pueden alcanzarse a través de un régimen político que ellos califican de este modo:

«Un poder popular y una economía popular». Su dirigente, Aleka Papariga, afirma que si la vuelta al dracma se realiza en el contexto actual de relación de fuerzas, traerá un ataque especulativo sin precedentes y una pauperización de los asalariados y campesinos, también sin precedentes.
Estoy parcialmente de acuerdo con esta posición. Digo parcialmente, porque no sé, ni de forma aproximativa, qué es lo que significa la fórmula «poder popular y economía popular» que el Partico Comunista sitúa entre el capitalismo y el socialismo.

No obstante, estoy de acuerdo en que la vuelta a la dracma bajo la batuta de los capitalistas y de su Estado tendría unos efectos devastadores sobre la población.

La vuelta a la dracma -que, de entrada, se encontraría devaluada – conduciría a una nueva devaluación, lo que implicaría una depreciación de las rentas y haberes salariales (salarios, pensiones, vivienda, etc.) y, también, de los «activos» campesinos: una devaluación de las tierras cultivables.
Por contra, los capitalistas griegos que detentan riquezas evaluadas en 600 millardos de euros -es decir, más del doble de toda la deuda griega- podrían comprar a precio de ganga las empresas públicas, los hospitales, las tierras cultivables…

Es decir, se daría una transferencia colosal de riqueza de lo público a lo privado, transferencia que se puede comparar a la que se produjo en los países del Este tras la caída del muro en 1989.

Desgraciadamente, un sector de la izquierda anticapitalista no ha comprendido esta trampa que ha puesto al descubierto el Partido Comunista. ANTARSYA, por ejemplo, ha adoptado el siguiente lema en su último congreso: «Por una salida anticapitalista del euro».

Un eslogan sin rigor alguno. Si se plantea como perspectiva estratégica de derrocamiento del capitalismo, situar la cuestión de la moneda como punto de partida, no es la mejor opción. Desde ese punto de vista sería mejor un eslogan tradicional: «Todo el poder a los consejos obreros, campesinos y populares» o, dicho de otro modo, a las estructuras de autoorganización democrática.
Pero un eslogan semejante no haría sino evidenciar la distancia enorme que existe entre este objetivos y las tareas presentes, así como las responsabilidades actuales de la izquierda anticapitalista.

Para los camaradas (la mayoría) de ANTARSYA, la forma de resolver esta contradicción en su actividad política cotidiana se traduce en obviar el adjetivo anticapitalista (del eslogan «por una salida anticapitalista del euro») y plantear lisa y llanamente la salida del euro para, de ese modo, poder gestionar la política monetaria y la devaluación de la moneda como medio para recuperar competitividad y, de paso, la reconstrucción productiva del país.

Esto nos traslada de nuevo a las ideas de ciertos economistas radicales «realistas».

Por ejemplo, Costas Lapavitsas, que propone un retorno inmediato a la dracma y una devaluación sistemática como la única posibilidad de reforzar la capacidad competitiva de las empresas griegas y de sus exportaciones.
De ahí vendría la posibilidad de una reconstrucción productiva del conjunto del país. Es una «solución elegante» pero con los pies de barro.
La dracma no sería la única moneda a realizar una devaluación competitiva. También lo haría el escudo (portugués), la peseta (española), la lira (turca), etc.
¿El resultado?: la carrera por la competitividad se transformaría en una guerra económica en las que la víctimas serían las gentes asalariadas y los capitalistas acapararían los beneficios.
En cualquier caso, Lapavitsas tiene la decencia de admitir que a medio término el resultado de sus propuestas implicarían restricciones (penurias) importantes para la población en lo que respecta a la alimentación, los medicamentos, carburantes, etc.
Algo que ninguna fuerza política de izquierdas se atreve a decir pero, ¿no deberían hacerlo?

En realidad, estamos asistiendo al renacimiento de las ideas, de carácter nacionalista más o menos afirmado y reformista, de las viejas corrientes de izquierda.

A principios de los años 60, una fracción significativa de los economistas radicales (entre los que se encontraba Andreas Papandreu, fundador del Pasok) proponía una vía análoga para el desarrollo del capitalismo griego: la nacionalización de sectores «estratégicos» (energía, agua, telecomunicaciones, transporte, etc.), una política exterior independiente, un reforzamiento de la industria pesada, medidas proteccionistas para apoyar la producción griega, etc.
En teoría, se trataba de una política que sólo podría ser puesta en práctica por un gobierno de izquierda, una política que conduciría «objetivamente» al socialismo.
En la práctica, fue la orientación que aplicó ampliamente la Junta Militar entre 1967 y 1974.
Y sobre todo, la que aplicó el primer gobierno de derechasque le sucedió, liderado por Constatin Caramanlis, que algunos políticos de derechas calificaban como un «maníaco socialista».

Este tipo de orientación está muy alejado del contexto al que hacen frente hoy en día los trabajadores y trabajadoras en Grecia. Nuestra tarea principal consiste en oponernos y hacer fracasar las políticas de austeridad.

En esta confrontación, y a través de ella, tenemos que acumular fuerzas -tanto en el movimiento sindical como en la izquierda política- para dar contenido a la perspectiva del derrocamiento del capitalismo y la batalla por el socialismo.
En este esfuerzo, es preciso excluir la posibilidad de que los asalariados, que ya han sufrido medidas muy duras de «devaluación interna» bajo el imperio del euro, se vean forzados a pagar el precio de una reconstrucción capitalista bajo la égida de un giro «nacional», esta vez bajo el reinado de la dracma.

Esta es la orientación que tratamos de desarrollar en SYRIZA a través, entre otros, del eslogan «Ningún sacrificio por el euro; ninguna ilusión en la dracma».

De ese modo, tratamos de plasmar una orientación de izquierda que haga frente al vulgar «europeísmo» que tiene por función legitimar las políticas de austeridad actual; y, también, el rechazo a la consigna de retorno inmediato a la dracma.

Entre otras razones porque, como hemos explicados más arriba, el giro «nacional» no es la posibilidad más probable.
Y si llega a darse -en el marco de la relación de fuerzas socio-políticas actuales- el resultado será amargo para nuestra población y desastroso para la izquierda; especialmente si se supedita a tal giro y no está preparada política e ideológicamente.

Muchos camaradas desarrollan el argumento de que el euro no es un símbolo neutro. Comparto esa opinión. El euro representa y simboliza las políticas neoliberales extremas que dominan la UE desde hace 25 años.

Pero la dracma tampoco es un símbolo neutro. La dimensión simbólica de una moneda está sujeta al hecho de quién controla la economía y quién controla el poder político. Y en la historia de las revoluciones hasta el día de hoy, la cuestión de la moneda no ha sido nunca el punto de partida del proceso.

Otros camaradas, fundamentalmente de ascendencia trotskista, apoyan la salida del euro como elemento del llamado «programa de transición». Una manera un tanto «flexible» de interpretar los elementos constitutivos de ese programa.

Dicho de otro modo, los camaradas tratan de cambiar el mundo comenzando por el techo, al tiempo que subestiman los peligros de compromiso con las orientaciones proteccionistas, propias de un «realismo económico» y del nacionalismo, incluso si este último es moderado y se expresa bajo una variante de «izquierda»

SIN PALABRAS pero… con mucha MIGA ACTUALIZADO el pan


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De OBLIGADISIMA LECTURA Mas claro… agua. Somos idiotas #15M #ANINYMOUS


Opiniones de Arturo Pérez Reverte

Escrito por: kikamondelo el 14 Feb 2012 – URL Permanente

 

Me ha llegado por correo electrónico esta lúcida mirada de Arturo Pérez Reverte. Espero que su concepto de difusión contemple publicarla en mi blog.

Opiniones de Arturo Pérez Reverte

CUIDADO…con lo que se avecina….es mas gordo de lo que os imagináis…un gobierno Europeo impuesto por los Neocon «Los Illuminatis» que irá quitando a corto plazo a los políticos demócratas y manipulando las elecciones…y colocando tecnócratas, nos queda poco.

Los Indignados tienen más razón de lo que os podáis llegar a imaginar.

No es una cuestion de PSOE ni de PP, nada tiene que ver. E

sto solo se para negándonos a esas mentiras de pagar la deuda en que ellos nos han metido falsamente para tenernos hipotecados hasta nuestros nietos….se acabaron los Estados/Nación…adiós España.

Hay un problema laboral del colectivo de controladores aéreos que afecta al 1,2% de la población española (600.000 personas) y casi todos saltáis como energúmenos pidiendo hasta el linchamiento de ese colectivo cuando el día anterior hacen otra reforma del sistema laboral más restrictiva, quitan los 420 euros de ayuda a 688.000 parados que están en la ruina y anuncian cambios drásticos a peor en la ley de pensiones que afectan al 80% de la población y nadie se indigna ni dice nada. ¿Sois idiotas?

Estáis pidiendo a gritos al Gobierno que se apliquen medidas que quitan el derecho a la baja laboral, a los permisos retribuidos y a las horas sindicales, sacar militares a la calle ¿sois idiotas?

Estáis leyendo

que mintieron en los vuelos de la CIA,

en el caso Couso,

que González era la X del GAL,

que gente del PP cobraba de la trama Gürtel,

que hay políticos que cobran más de 230.000 euros al año, pero que nos cuestan más de 3 millones de euros,

que la corrupción en la política no es excepción, sino norma,

que ellos mismos se adjudican el derecho a cobrar la jubilación máxima con pocos años en las Cortes y a nosotros nos piden 40 de cotización,

banqueros que consiguen del gobierno medidas duras contra los trabajadores y que tenían que estar en la cárcel por delitos demostrados de fraude fiscal y no decís nada,

os quitan dinero para dárselo a esa gente que cobra cientos de miles de euros año, especula con nuestro dinero, defrauda a Hacienda y seguís callados ¿sois idiotas?

Tenéis una monarquía que se ha enriquecido en los últimos años, q

ue apoya a los poderosos, a EEUU, a Marruecos y a todo lo que huela a poder o dinero, hereditaria como en la Edad Media ¿sois idiotas?

En Inglaterra o Francia o Italia o en Grecia o en otros países los trabajadores y los jóvenes se manifiestan hasta violentamente para defenderse de esas manipulaciones mientras en España no se mueve casi nadie ¿sois idiotas?

Consentís la censura en los medios de comunicación, la ley de partidos, la manipulación judicial, la tortura, la militarización de trabajadores sólo porque de momento no os afecta a vosotros ¿sois idiotas?

Sabéis quién es toda la gentuza de las revistas del corazón, futbolistas supermillonarios pero jamás escucháis a nadie como Saramago o Chomsky u otros mil intelectuales veraces y comprometidos con vuestros problemas ¿sois idiotas?

Si mucha gente responde sí, aún nos queda un poco de esperanza de conseguir acabar con la manipulación de los políticos y poderosos.
Si la mayoría contesta no, entonces estamos jodidos.

EL GOBIERNO: Ha bajado el sueldo a los funcionarios, suprimido el cheque-bebé, congelado las pensiones y reducido la ayuda al desempleo, (EL PARO), para afrontar la crisis que han generado los bancos los políticos y los especuladores bursátiles.

Nos gustaría transmitirle al Gobierno lo siguiente:

Dediquen su empeño en rebajar LA VERGÜENZA DEL FRAUDE FISCAL,que en España se sitúa alrededor del 23% del P.I.B. (10 puntos por encima de la media europea) y por el que se pierden miles de millones de €uros, fraude que repercute en mayores impuestos para los ciudadanos honestos.

TENGAN LA VERGÜENZA de hacer un plan para que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que Vds. les han dado para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos; en vez de facilitar el crédito a las familias y a las empresas, erradicarlas comisiones por los servicios bancarios y que dejen de cobrar a los españoles más humildes €30.01, cada vez que su menguada cuenta se queda sin saldo.

Cosa que ocurre cada 1º de mes cuando les cargan las facturas de colegios, comunidades, telefonía, Etc. y aun no les han abonado la nómina.

PONGAN COTO a los desmanes de las empresas de telefonía y de ADSL que ofrecen los servicios más caros de Europa y de peor calidad.

ELIMINEN la duplicidad de muchas Administraciones Públicas, suprimiendo organismos innecesarios, reasignado a los funcionarios de carrera y acabando con los cargos, asesores de confianza y otros puestos nombrados a dedo que, pese a ser innecesarios en su mayor parte, son los que cobran los sueldazos en las Administraciones Públicas y su teórica función puede ser desempeñada de forma más cualificada por muchos funcionarios públicos titulados y que lamentablemente están infrautilizados.

HAGAN que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero equivalente a los perjuicios que han causado al erario público con su mala gestión o/y sus fechorías, y endurezcan el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para ellos.

INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar.

INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.

INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).

INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.

INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

INDECENTE,es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados)

INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos y sindicatos pesebreros, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.

INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (ni cultural ni intelectual).

INDECENTE,es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.

Indecente No es que no se congelen el sueldo sus señorías, sino que no se lo bajen.

INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.

INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.

Y que sea cuál sea el color del gobierno, toooooooodos los políticos se benefician de este moderno «derecho de pernada» mientras no se cambien las leyes que lo regula.
¿Y quiénes las cambiarán? ¿Ellos mismos? Já.

Juntemos firmas para que haya un proyecto de ley con «cara y ojos» para acabar con estos privilegios, y con otros.

Haz que esto llegue al Congreso a través de tus amigos.

ÉSTA SÍ DEBERÍA SER UNA DE ESAS CADENAS QUE NO SE DEBE ROMPER, PORQUE SÓLO NOSOTROS PODEMOS PONERLE REMEDIO A ESTO, Y ÉSTA, SI QUE TRAERÁ AÑOS DE MALA SUERTE SI NO PONEMOS REMEDIO, está en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos.

¿DONDE ESTÁ LA GENTE? QUE LEVANTAN MASAS PARA EL FÚTBOL Y NO PARA DEFENDER NUESTROS DERECHOS.

 

De mi cosecha

Sólo añado un comentario de esta mañana en el vídoeblog de Iñaki Gabilondo: el trabajador al servicio del dinero. Y sin dinero para consumir. Empresas sin clientes ni pedidos. Más desempleo… La retahíla.

Grecia en poco tiempo seremos nosotros.

Y mi recuerdo a un contertulio de hora 25, en el tramo de las diez de la noche, que dijo que todos las medidas de la reforma laboral pepera eran neoliberales y su eficacia, junto con las otras tomados, no sería positiva porque rompía el pacto instaurado en la democracia entre poder y trabajadores.

Además, estas medidas ya habían demostrado su rotundo fracaso.

Y él, un hombre del mundo académico, creo, decía que el problema es que no hay alternativas.

Sólo desde la ceguera y sordera intelectual, ideológica o física, o todas a la vez, puedo entender que no sepa que hay un magnífico libro que se llama «Hay alternativas».

Las hay

http://lacomunidad.elpais.com/vaya-tropa/2012/2/14/opiniones-arturo-perez-reverte

#15M #ANONYMOUS Gobierno quiere impedir de raíz manifestaciones La Policía aplicará con rigor a indignados el Código Penal y ley Corcuera


El Gobierno quiere impedir de raíz manifestaciones radicales

La Policía aplicará con rigor a los indignados el Código Penal y la ‘ley Corcuera’

Manuel Ángel Menéndez 13/02/2012
La policía tiene carta blanca para actuar, según la ley, en las manifestaciones que se vayan a producir y que puedan considerarse como alteradoras del orden público.
Las Unidades de Intervención Policial (UIP’s) deberán hacer cumplir con todo rigor la Ley 1/92 sobre seguridad ciudadana y el Código Penal.
La idea es que no se toleren más actuaciones como las del 15-M de hace un año y ‘desaconsejar’ tomas de plazas o de espacios cercanos a instituciones -Congreso de los Diputados- como los que se permitió en tiempos de Amparo Valcarce y Dolores Carrión como delegadas del Gobierno.
El gobierno de Mariano Rajoy es consciente de que con las medidas de carácter económico y laboral que está adoptando la tensión social está garantizada. Se prevén manifestaciones, no, quizá, como en Grecia, pero sí con cierta tensión y se trata de impedir que éstas vayan a mayores.
La posición gubernamental al respecto es de que, para impedir que la calle se ‘desate’, no se trata de endurecer leyes, sino de ordenar a la policía que cumpla con las disposiciones existentes. Es decir, dejarles actuar en vez de impedirles la actuación como hicieron las dos anteriores delegadas del Gobierno, las socialistas Amparo Valcarce y Dolores Carrión.No hay orden por escrito; simplemente autorización verbal a que las Unidades de Intervención Policial -1.800 antidisturbios en toda España, 620 sólo en Madrid- apliquen a partir de ahora con todo rigor la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana -la famosa ley de ‘patada en la puerta’ o ‘ley Corcuera’-, y el Código Penal.

Son medidas para disuadir a los ‘indignados’, avisándoles de que se acabaron los tiempos de vino y rosas que en cierta forma se disfrutaron con el PSOE.El primer ejemplo de la nueva ‘doctrina‘ se tuvo a mediados de enero, cuando la Policía cargó en el Metro de Madrid contra las personas que protestaban contra la subida del precio transporte, carga que se saldó con cuatro detenidos.

Ya entonces, la actual delegada del Gobierno, la popular Cristina Cifuentes, dejó clara la nueva política de Interior: «Utilizar la fuerza salvo cuando sea estrictamente necesario, y siempre con el amparo de las disposiciones judiciales», un eufemismo con el que Cifuentes pide a los policías que actúen en las manifestaciones teniendo en cuenta la ‘ley de la patada en la puerta’ y el Código Penal.El segundo ejemplo de las nuevas directrices -no escritas, por cierto, sino verbales- se desarrolló el pasado fin de semana, en una manifestación que pretendía llegar al Congreso de los Diputados.

La policía actuó en función del Código Penal y detuvo a casi una decena de personas como presuntos autores de delitos que deberán ser resueltos por los tribunales. Y al amparo de la Ley 1/92 (de seguridad ciudadana) procedió a la identificación de casi una sesentena de manifestantes para que la Delegación del Gobierno les aplique la correspondiente acta de sanción.A estos últimos se les aplica, entre otros, el artículo 26 punto i de la Ley 1/92: «Alterar la seguridad colectiva u originar desórdenes en las vías, espacios o establecimientos públicos».

Los ‘identificados’ por esa alteración, considerada como falta leve, se enfrentan a una multa de 300,52 euros.

Las sanciones establecidas en esa ley son de
multa de 30.050,62 a 601.012,1 euros, para infracciones muy graves;
de 300,52 euros a 30.050,61 euros para infracciones graves y
de hasta 300,51 euros para infracciones leves,
y compete a Delegados y Subdelegados del Gobierno imponer las sanciones pecuniarias.La idea que bascula en Interior es que hay que impedir que el movimiento de los indignados pueda resucitar como un movimiento que arrastre masas -como ya hizo- y disuada a los posibles manifestantes-indignados a realizar ningún tipo de acción más allá del simple ‘paseo de pancarta’ bajo amenaza de afectar seriamente a su bolsillo.

En todo caso, la orden no ha sido dado de forma escrita por la Delegación del Gobierno, sino de forma oral, y los policías piden instrucciones por escrito. «Ahora nos dejan intervenir, pero nos falta el respaldo escrito», asegura a Diariocrítico Alfredo Perdiguero, portavoz del Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE).

http://www.diariocritico.com/nacional/indignados/manifestaciones/ministerio-del-interior/movimiento-15-m/unidad-intervencion-policial/407474

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