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ONU: “Las leyes contra el intercambio de archivos violan los derechos humanos”


ONU: “Las leyes contra el intercambio de archivos violan los derechos humanos”

Por Miguel Jorge | 3 de Junio de 2011, 14:30

Sorprendente lo que hoy se aprueba en el Consejo de Derechos de las Naciones Unidas. Un alegato en contra de todas las regulaciones que están en marcha en los diferentes países para erradicar el intercambio de archivos en la red. En el mismo, sitúan a la Ley de Economía Digital en el Reino Unido o la misma Hadopi de Francia como regulaciones desproporcionadas que chocan y violan los derechos humanos y se pide a los estados que derogen o enmienden todas las regulaciones en curso.

El informe, titulado “Reporte Especial sobre la promoción y la protección del derecho a la libertad de expresión y opinión”, desmenuza cada una de las medidas que están en marcha por los diferentes gobiernos para castigar la infracción sobre los derechos de autor en la red. Situando como “muy grave” el que se pueda llegar a negar a los ciudadanos el acceso a Internet. El informe dice así:

Si bien las propuestas en marcha bloquean y filtran a los usuarios de contenido específico en la red, los estados también han adoptado medidas para cortar el acceso a Internet por completo. Cortar a los usuarios este acceso, independientemente de la justificación que se presente, ya sea por derechos de autor u otras causas similares, es una medida desproporcionada y por lo tanto una violación del artículo 19, apartado 3, del pacto internacional sobre los derechos civiles y políticos.

Estas medidas también están incluyendo una legislación basada en el concepto de “respuesta gradual” (Hadopi o la Ley de Economía Digital) que impone sanciones a los infractores de derechos de autor, dando lugar a la suspensión del servicio de Internet

Instamos a los estados a derogar o enmendar las leyes de derechos de autor intelectual que permiten a los usuarios su desconexión y que se abstengan de adoptar dichas leyes

Toda una declaración a la que sólo podemos sumarnos y darle la bienvenida. El informe, por encima de leyes o actividades ilícitas de algunos usuarios, hace hincapié en los derechos de los ciudadanos por encima de los de la industria de la música o el cine que son precisamente para las que están conformadas estas leyes. Veremos si sirve de algo.

El poder de las redes sociales


Redes – Punset se pregunta por nuestro funcionamiento como grupo social

El poder de las redes sociales

  • Entrevista de Eduard Punset con James Fowler, experto en redes sociales de la Universidad de California.
  • La Joya, Estados Unidos, 22 de enero de 2011.
James Fowler, experto en redes sociales, Universidad de California

James Fowler, experto en redes sociales, Universidad de CaliforniaREDES

EDUARD PUNSET (REDES)EDUARD PUNSET (REDES) 03.04.2011 

Para saber quiénes somos
tenemos que comprender cómo estamos conectados
.
Ken Robinson

 
Eduard Punset:
Estamos en la Universidad de California, en San Diego, aunque en realidad está en el distrito de La Joya y, bueno, hemos venido todo el camino desde Barcelona para hablar de redes sociales con el profesor James Fowler, redes sociales que, como verán, nos va a demostrar, si no lo sabíamos, que no estamos solos ni muchísimo menos.
James, creo que empecé a creer en las redes sociales cuando leí que más del 70% de los homicidios que se cometen en Estados Unidos son obra de personas que se conocían.

James Fowler:
Sí, bueno, en la televisión vemos justo lo contrario.Y me parece que, por eso, nos llevamos una impresión equivocada. Lo cierto es que nos emocionamos mucho más con aquellas personas con las que estamos conectados socialmente. Una de las cosas que Nicholas Christakis y yo mencionamos en nuestro trabajo es que no sólo se difunden cosas buenas en las redes sociales sino que también puede haber cosas malas: puedes sentir emociones muy fuertes e influir a tus amigos hasta el punto de que lleguen a matar a alguno de sus amigos. Y en las redes sociales existe el efecto multiplicador.

Eduard Punset:
Escucha, una pregunta: la gente se reparte en grupos diferentes en función del trabajo que dicho grupo debe realizar. Por ejemplo, si hay un incendio, el grupo, la red, formará una única fila, quizás con un cubo de agua… Quiero decir, después de todos estos años investigando, ¿cuál es tu impresión ahora?, ¿cómo nos organizamos?

 

Lo fascinante de las redes sociales en el mundo real es que manifiestan las mismas propiedades que las redes sociales que hemos creado con un objetivo concreto

 

James Fowler:
Es realmente interesante porque, básicamente, estudiamos dos tipos distintos de redes: estudiamos las redes que constituimos con un objetivo concreto, que diseñamos con una intención concreta, pero también estudiamos las redes que surgen de forma natural. Simplemente, surgen así, como consecuencia de nuestros actos independientes. Y lo fascinante de las redes sociales en el mundo real es que manifiestan las mismas propiedades que las redes sociales que hemos creado con un objetivo concreto. Una de esas propiedades es la del «mundo pequeño». En el ejemplo de la difusión de información, estamos ante una situación donde puede haber un gran número de personas que se enteren de algo muy rápidamente. Resulta que si yo tengo tres o cuatro amigos y ellos, a su vez, tienen tres o cuatro amigos, la información se difunde a través de esas redes que se construyen de forma natural, sin que nosotros hayamos diseñado la red con esa intención. La propiedad del «mundo pequeño» existe de verdad.

Los seis niveles de separación

 

Eduard Punset:
¿Y qué ocurre con esa famosa regla de que necesitas seis conexiones para transmitir una palabra o un mensaje?

James Fowler:
Bueno, esa idea de los seis niveles de separación está muy de moda ahora. Surgió en los años 60 con la investigación de Stanley Milgram, que tenía mucha curiosidad por saber cuántos grados tendríamos que superar para establecer una serie de conexiones fuertes entre el lugar donde uno se encuentra y cualquier persona en el mundo, es decir, por cuántos amigos de amigos de amigos tendríamos que pasar para que el mundo entero estuviera conectado. Lo que hizo Milgram fue coger un fajo de cartas y enviarlas a una pequeña ciudad del centro de los Estados Unidos y le dijo a un grupo de gente: «Quiero que enviéis estas cartas a una persona que no conocéis, en Boston, Massachusetts, pero no podéis simplemente enviársela por correo, tenéis que entregársela a un amigo suyo, tenéis que enviársela por correo a un amigo, a alguien que conocéis personalmente y decirme quién es esa persona.» Al final, recogió todas las cartas y fue apuntando el número de pasos necesarios para llegar al destinatario desde un lugar muy remoto donde nadie lo conocía. Sumó el total, calculó la media y el resultado fue seis. Es la media necesaria para poder comunicarse con cualquiera en nuestro planeta, pero lo fascinante es que Duncan Watts llevó a cabo otro estudio con el correo electrónico y obtuvo la misma cifra pero, en lugar de hacerlo con distintos lugares en los Estados Unidos, lo hizo con gente de todo el mundo. Y descubrió que, de verdad, sólo se necesitan seis pasos para llegar a cualquier persona del mundo.

Eduard Punset:
Y cuando hablas de los tres grados, no seis, sino tres, ¿a qué te refieres exactamente?

James Fowler:
Bueno, lo que Nicholas Christakis y yo mismo hemos hecho es estudiar la influencia, no simplemente la difusión de información como en los experimentos de Milgram y en los de Watts, sino que hemos estudiado la difusión de la influencia. Y descubrimos, por ejemplo, en nuestro primer estudio sobre la obesidad, que cuando tus amigos engordan, también hay más probabilidades de que tú también engordes. Pudimos demostrar que eso era cierto no sólo para tus amigos sino también para los amigos de tus amigos, e incluso para los amigos de tus amigos de tus amigos.

Eduard Punset:
Para los amigos de tus amigos de tus amigos.

James Fowler:
Hasta tres grados de separación. Repetimos el experimento con otras cosas que podrían influir en nuestros amigos, por ejemplo, el tabaco. Si dejas de fumar, tus amigos serán más propensos a dejar de fumar, y también vale para los amigos de tus amigos y para los amigos de los amigos de tus amigos. Lo probamos con muchas cosas distintas y vimos que el número tres se repetía una y otra vez, que llegaba hasta una tercera persona pero que no iba más allá.

Eduard Punset:
Estaba pensando ahora en dos palabras muy famosas de tu libro Connected, ¿no? Hablas de «contagio» y de «conexión». ¿Qué quieres decir? Porque dices que es muy importante, que es básico en cualquier red, que exista esa conexión y ese contagio.

 

Existe un efecto de contagio: tendemos a copiar el comportamiento de aquellos con los que estamos conectados

 

James Fowler:
Las redes realmente nos afectan de esas dos maneras que comentas. Por un lado, nos afecta la estructura: a quién conocemos y a quién conocen los que conocemos, es algo que nos afecta. Pero también nos vemos afectados por lo que se difunde en las redes. Por eso, hemos separado esas dos ideas diferentes, «conexión» y «contagio».
Cuando se trata de «conexión», podemos vernos afectados de dos formas distintas: tú escoges tu red, tú escoges con quien vas a pasar tu tiempo, puedes elegir compartirlo con amigos que son como tú o con amigos que son distintos de ti, por ejemplo; pero la estructura de la red también te afecta. Estamos influidos por la estructura de nuestra red. Si, supongamos, dos amigos tuyos no son amigos entre sí, te agobiarás, vas a tener la impresión de que deberías presentarlos para que se hagan amigos. Incluso se han hecho investigaciones que demuestran que causa un impacto psicológico: las chicas adolescentes cuyos amigos no son amigos entre sí son mucho más proclives a pensar en el suicidio, por lo tanto, realmente la estructura de nuestras redes tiene un impacto importante.

Eduard Punset:
Lo que sugieres es que la forma de la red influye en mi forma de comportarme.

James Fowler:
Exactamente.

Eduard Punset:
Y no sólo al revés.

 

James Fowler:
Tú lo has dicho, pero eso sólo es una parte de la ecuación, la otra parte es que tenemos que entender que existe un efecto de contagio: tendemos a copiar el comportamiento de aquellos con los que estamos conectados y nos referimos a ello de tres formas distintas: la primera es que nos afecta la gente con la que estamos directamente conectados, es algo intuitivo, todo el mundo lo ve. En la mayoría de las conversaciones, si alguien te sonríe, tú también le sonríes. Es algo que experimentamos cada día.

Eduard Punset:
Los alumnos jóvenes aplicados, que tienen entre sus amigos alumnos aplicados, se vuelven todavía más estudiosos.

James Fowler:
Eso es. Y hemos visto que son muchas las cosas que se pueden transmitir de una persona a otra: por ejemplo, guiñar un ojo, fumar, beber, la alegría, la soledad, la depresión, la cooperación con otras personas, la generosidad. Creo que a este nivel la gente entiende que las redes son poderosas, pero lo que no ven es lo que hay más allá de su horizonte social, es decir, aquellos que son amigos de sus amigos, no ves lo que ocurre entre ellos porque no formas parte de su interacción. No sólo son tus amigos los que te afectan sino los amigos de tus amigos, e incluso los amigos de los amigos de tus amigos pueden condicionar tus propios resultados.

Eduard Punset:
¿Qué ocurre con el suicidio? Si alguien se suicida, ¿también es más probable que te acabes suicidando?

James Fowler:
Otros investigadores han estudiado el suicidio y han probado de forma clara que puede haber «epidemias de suicidio», casos de suicidio por imitación.

Eduard Punset:
Eso es.

James Fowler:
De hecho, hay investigaciones tan sólidas en ese campo que han acabado afectando la práctica. Por ejemplo, existen reglas dictadas por instituciones sanitarias como el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, en Estados Unidos, sobre cómo tienes que informar de un suicidio a fin de minimizar las probabilidades de que otras personas que quizás conocían a la víctima acaben suicidándose. Los investigadores estudian esas epidemias de suicidios y una de las primeras preguntas que se plantean es: ¿cuál era el vínculo entre esa persona que se suicidó y esa otra persona que también se suicidó? Y, normalmente, descubren que se conocían directamente o que tenían amigos comunes, que esas redes en las que se producen las epidemias de suicidio son redes muy densas y con fuertes conexiones.

 

Los fumadores y las redes sociales

Eduard Punset:
¿Y qué pasa con el tabaco? Quiero decir, tú fumas y alguien más también fuma. ¿Cómo es posible que se haya producido este cambio casi fantástico donde los fumadores por antonomasia antes eran las personas de una edad determinada y de una posición social concreta y, sin embargo, hoy en día los fumadores son muy distintos entre sí, tienen distintas edades y pertenecen a diferentes clases sociales?

James Fowler:
El tabaco es un ejemplo realmente fascinante porque ocurre prácticamente lo contrario de lo que decíamos en relación con la epidemia de obesidad. A principios de los setenta, en los Estados Unidos, pasamos de una incidencia de obesidad del 10% al actual 40% y estas cifras se invierten en el caso de la epidemia de fumadores. Una de las razones del éxito en la reducción del número de fumadores son las campañas de presión social de los años 80. De hecho, en nuestras investigaciones, pudimos comprobar cómo cambiaron los fumadores en la red y cómo fumar cambió la red. Pudimos comprobar que esas campañas no sólo alentaron a la gente a dejar de fumar sino que las personas que no pudieron dejar de fumar, de hecho, perdieron amistades. Empezaron a ser expulsados de las redes sociales.

Eduard Punset:
¿Ah sí?

James Fowler:
Si lo piensas desde el punto de vista de la sanidad pública, se convierte en un tema más espinoso que cuestiona la vigencia de este tipo de campañas de salud pública porque, mientras ayudamos a las personas a dejar de fumar, menoscabamos socialmente a las personas que no pueden abandonar el consumo de tabaco, de modo que resulta mucho más difícil llegar hasta ellos, resulta más difícil ejercer una influencia sobre ellos si están rodeados de otros fumadores.

Eduard Punset:
Así que, realmente, tendemos a infravalorar la importancia de conocer a otras personas, ¿no? Una estadística que vi no hace mucho y que me conmocionó es que sólo el 30% de la gente está casada con personas que nadie les presentó.

James Fowler:
Bueno, estamos otra vez ante las ideas recibidas del cine y de la ficción. La ficción siempre gira en torno a acontecimientos extraordinarios y no en torno a lo común pero, cuando hacemos encuestas, descubrimos que lo más común es que te presenten a quien al final va a ser tu futuro marido o mujer, pues esa persona ya forma parte de tu red social y ni siquiera lo sabías.

Eduard Punset:
Desde que investigamos las redes sociales, ¿hemos aprendido algo útil de cara a evitar accidentes, incendios en un espacio cerrado, por ejemplo? De tus afirmaciones se desprende que la gente tiende a comportarse de una manera preestablecida, que correrán en esa o aquella dirección, así que deberíamos saber dónde colocar las salidas de emergencia en caso de incendio, ¿o es que todavía no estamos en ese punto?

James Fowler:
Hay investigadores que hacen simulacros y dichos simulacros dan lugar a algunos resultados contrarios a lo que podríamos intuir. Basándose en el hecho de que las personas que te rodean van a ejercer una poderosa influencia sobre ti, tiene sentido colocar una columna, justo delante de una salida de emergencia… En lugar de dejarla vacía. La razón es que si todo el mundo está intentando salir, lo harán todos al mismo tiempo pero, si colocas la columna en medio, reduces el número de personas a las que estás copiando y puedes crear un flujo más ordenado. Por eso pienso que algunas de estas ideas sobre cómo estamos conectados y cómo copiamos el comportamiento de otras personas, de forma casi gregaria, está empezando a influir en aspectos como el diseño y esperamos que, al final, tengan un impacto en la reducción de accidentes para que así todos vivamos en un mundo mejor.

Eduard Punset:
Un fenómeno al que te refieres a menudo es lo que llamas la «emergencia». Si lo he entendido bien, te refieres a que un colectivo o grupo desarrolla determinadas características o virtudes, lo que sea, no manifiestas en los individuos que constituyen ese colectivo, ese grupo.

James Fowler:
Esta idea de «emergencia» está muy extendida en todas las ciencias naturales y el ejemplo que siempre utilizamos para describir las redes sociales procede de la química. Los átomos de carbono pueden organizarse para formar grafito o para formar un diamante. El grafito tiene muchas más propiedades diferentes que el diamante. Hemos descubierto que sucede lo mismo con las redes sociales. La manera de estructurar la red tiene un impacto en lo que ésta es capaz de hacer. Hemos descubierto que hay ciertas redes que han sido estructuradas para ayudarnos a conseguir los resultados deseados. Brian Uzzi ha investigado los equipos de los musicales de Broadway, por ejemplo, y ha descubierto que las redes que son demasiado densas, donde todo el mundo conoce a todo el mundo, no son demasiado creativas ni rentables económicamente, y que aquellos grupos donde nadie conoce a nadie tampoco funcionan. Son los grupos donde la gente tiene conexiones con otras personas que ya conocían, pero también conexiones con personas nuevas los que dan lugar a esos musicales que todo el mundo conoce y que gustan a todos.

 

El nuevo mundo del saber

 

Eduard Punset:
Es fantástico, ¿no?, porque las implicaciones de todo esto en la vida diaria, en la investigación incluso, en el saber, son tremendas, ¿no? Tenemos que pasar al nuevo mundo del saber, donde el aprendizaje de idiomas, el contacto con otros universos, con otras personas, es muy bueno para la creatividad, para la innovación.

James Fowler:
Totalmente. Y creo que también proponemos una nueva forma de pensar el mundo. En el pasado se enfrentaron aquellos que veían a las personas como individuos, es decir, personas que no se dejaban influir por los demás, dueñas de sus propias decisiones, esto es, el modelo Robinson Crusoe de las ciencias sociales, un modelo que ha perdurado mucho tiempo, de ahí que los economistas cuando piensan en los seres humanos, piensen en seres egoístas, que sólo actúan para sí mismos; frente a los sociólogos, cuya visión es diferente, y que en el pasado pensaron que el grupo también importa. Lo que intentamos hacer y decir es que el individuo todavía importa y que el grupo no es mágico, pero que lo que ocurre es que tenemos individuos conectados a otros individuos en esas redes y sólo si entendemos cómo se conectan esos individuos, seremos capaces de entender totalmente la relación entre el comportamiento individual y el comportamiento grupal.

 

Proponemos una nueva forma de pensar el mundo

 

Eduard Punset:
¿Y esto va a tener algún impacto en la relación entre marido y mujer y en su relación con sus hijos, o sólo va a afectar el mundo educativo o empresarial, o acaso estos conocimientos van a afectar las tres cosas?

James Fowler:
Creo que todo se va a ver afectado.

Eduard Punset:
Todo.

James Fowler:
Ha cambiado totalmente el modo en que pienso en mi propia vida. Por ejemplo, el hecho de saber que mi actitud no sólo afecta a mi mujer o a mis hijos, o a los amigos de mi mujer sino que quizás afecte a la gente que los rodea y a los que rodean a estos últimos, cambia totalmente las reglas del juego. Ahora ya no sólo influyo a diez amigos cercanos, pero potencialmente estoy influyendo a centenares incluso miles de personas con mis acciones diarias. Pienso que ser conscientes de que vivimos en esas redes va a tener un efecto muy profundo en el comportamiento humano individual, en todos los ámbitos.

Eduard Punset:
Bueno, después de esta conversación con James Fowler, yo me pregunto si esta gente sabe realmente de dónde viene y adónde va, y que forma parte de una red social que está influenciando sus vidas. ¿Qué hace esta gente? O sea, fíjense, o sea, no dan la impresión de saber que forman parte de un grupo más grande, ¿o sí? ¿Lo saben?

James Fowler:
Lo están aprendiendo. Y creo que son las redes online como facebook las que nos sitúan en el centro del debate. La razón por la que a la gente le interesan tanto estas cosas es porque por primera vez lo ven. En facebook, no sólo estás conectado con tus amigos más cercanos sino con los amigos de tus amigos y la gente está empezando a darse cuenta de que lo que hace da sus frutos en toda la red social humana.

Eduard Punset:
De que no están solos…

James Fowler:
Exactamente.

Carta a la Agencia Tributaria por Ignacio ESCOLAR


jun 03

Carta a la Agencia Tributaria

« |

Estimados inspectores. Les escribo en mi inocencia para alertarles de un error en el programa PADRE (y muy señor mío) de la declaración de la Renta de este año.

Acabo de descubrir, con gran sorpresa, que en el IRPF existe desde hace años un apartado para que los ciudadanos con posibles puedan declarar las participaciones en “Instituciones de Inversión Colectiva en paraísos fiscales”.

Es decir, los fondos escondidos en SICAVs y similares en las Islas Caimán, o en las Bahamas. Seré yo, que tengo el día tonto, pero no acabo de pillar la broma.

¿Acaso Hacienda pretende que aquellos españoles de bien, que se emocionan ante el himno y la bandera mientras evaden sus impuestos en Andorra, se arrepientan justo ahora y confiesen sus pecados en esta casilla? ¿O es que eludir al fisco también desgrava?

Sea cual sea su respuesta, que ya imagino sus buenas intenciones, creo que debo advertirles de que los paraísos fiscales ya no existen; que se han extinguido.

“La era del secreto bancario ha terminado”, sentenció el comunicado oficial de la cumbre del G-20 de Londres, en 2009, en una de esas ocasiones en las que los líderes mundiales refundaron el capitalismo tal y como lo habíamos conocido.

El último informe de la OCDE, hace unos meses, cumplió con la nueva orden y acabó con los paraísos fiscales por la vía rápida: sacándolos de la lista negra a cambio de un poco de maquillaje.

Ya que les lanzo estas líneas, aprovecho para pedir dos discos dedicados.

El primero: “Un impuesto para los más ricos”, de José Blanco (fue la canción del verano hace dos años).

El segundo: “Que la crisis no la paguen los de siempre”, de José Luis Rodríguez Zapatero.

Como ven, me gustan los clásicos.

Acampadasol ¿Qué ha sido realmente ? ¿Spanish Revolution o Spanish Experiment?


Acampadasol ¿Qué ha sido realmente ? ¿Spanish Revolution o Spanish Experiment?

Para empezar, quiero mandar desde aquí todo mi apoyo a todos los que siguen en la acampada, ahora que, aparentemente, los «controladores» se han marchado. Y también aprovecho para sugerir que se propongan acciones que DE VERDAD molesten a los políticos. Porque, aparte de acampar y hacernos visibles ¿qué acción concreta se ha realizado? Espero ansiosa respuestas.

Publico este artículo para que seamos cautos, vigilantes. Para que tengamos los ojos y las orejas bien abiertos. Para que sigamos luchando, imaginando un mundo mejor, pero sin caer en la candidez y el buenismo. Es necesario que estemos alertas, pues a mi entender esto no es lo que parece. El resultado ha sido la victoria aplastante del PP y la desbandada del llamado “voto de izquierdas”.
Pero ¿es acaso el PSOE un partido de izquierdas? ayer 31M hemos intentado una cacerolada frente al Congreso, eramos 30 personas, frente a nosotros 60 policías con porras, guantes, pasamontañas que no nos han dejado pasar. Nos dijeron que les mandaba Rubalcaba,¿qué es lo que protegen? ¿a políticos corruptos que pasan en moto de la ciudadanía?
Eso les gritaba yo: «Pero si pensais lo mismo que nosotros, porque a vosotros también os utilizan y estrujan».  Me acerqué a las puertas del Congreso y les pregunté si tenían suficiente pan para tanto chorizo: me contestaron que sí, que por supuesto. Pues, anda que ya deben tener pan ahí dentro!
Las imágenes de los Mossos pegando con saña a personas pacíficas,en silla de ruedas o sentadas en el suelo, con las manos abiertas, remiten inevitablemente a la represión de una dictadura. ¿Qué se avecina? ¿O tal vez ya ha empezado?
“En los tiempos de la mentira  universal, decir la verdad es un acto revolucionario”
George ORWELL
Creo que esto debe saberse. No dudo de la sinceridad de la mayoría de la gente que hemos estado en la acampada, trabajando en las comisiones y asistiendo a las asambleas pero si que creo que esto ha sido un montaje, construido  desde  Democracia Real Ya -organización que, oficialmente, se había retirado al empezar la acampada pero que, según mis observaciones,  seguía al mando hasta el 29M, controlando comisiones, dirigiendo votaciones en las asambleas, imponiendo en portavocía un «versión oficial del 15 M» y, todo esto,  con unos medios técnicos que no son los de unos jóvenes indignados que no se conocen de nada y deciden acampar en una plaza espontáneamente.

El 26M un joven portavoz «oficial» que sólo llevaba dos días colaborando con Comunicación narraba la versión siguiente del 15M:

«Esto se originó con Malestar.org, No les votes, Toma la calle y DemocraciaRealYa. Se organizó  una manifestación el 15M,  unos cuantos se quedaron que, al día siguiente, fueron desalojados. Esto provocó una reacción; se convocó una manifestación a las 8 del martes 17M. Pero estos grupos del inicio se retiraron porque no estaban de acuerdo (sic)»

A buen entendedor, pocas palabras.

En la práctica Nolesvotes, Tomalacalle y Democraciarealya parecen ser una sólo y misma organización de manipulación de la opinión via redes sociales.

¿Cómo puede ser que grupos de ciudadanos indignados que llevan meses bombardeando con mails y en las redes sociales con la injusticia social y la corrupción política para generar una megamanifestación en la Puerta del Sol se retiren del movimiento sin más?
Los activistas que estamos luchando por un mundo más justo y humano sabemos lo que cuesta llegar a semejante movilización y no se nos ocurriría marcharnos cuando estás empezando a generar influencia. ¿Qué sentido tiene entonces todo lo que has dicho durante meses si, cuando puedes empezar a hacer cosas DE VERDAD, te marchas?
La respuesta cae por su propio peso: porque su intención era otra.

Estoy doblemente indignada. Primero por lo que todos sabemos (políticos corruptos y autistas que sólo quieren mantener sus privilegios, como la nobleza en tiempos de Luis XVI, medidas antisociales, abuso de poder, dinero para los bancos, etc.) y segundo por lo que he visto en la Puerta del Sol.
He estado en la acampada casi todos los días, sola o acompañada por distintas personas, participando en asambleas y comisiones, hablando con decenas de colaboradores de las diferentes comisiones y observando con mucho interés el montaje de la acampada.
El 26 de mayo tomé el micrófono en la plaza para contar lo que yo veía que estaba ocurriendo. No pude continuar, cortaron el micrófono con el pretexto de que estaba lloviendo, a pesar de que ya no llovía. Fue una clara medida para hacerme callar. Esta censura evidencia que no querían que se me oyera pero, al mismo tiempo, me empuja a seguir hablando.
Hasta el domingo 29 de mayo he visto en la puerta del Sol dos tipos de personas trabajando: los que supuestamente coordinan, que en realidad controlan lo que allí se dice y hace, y los que están ahí porque de corazón quieren trabajar por el cambio, y se entregan cuerpo y alma para que algo cambie en este mundo violento, injusto y absurdo. El lunes 30 de mayo, algo había cambiado. Los controladores casi habían desaparecido.
INFRAESTRUCTURA DE LA  ACAMPADA ESPONTÁNEA
plano de la acampada
tres pequeños generadores que no estaban conectados

Un miembro del Ejército, al ver el montaje  dijo “Ya me hubiera gustado tener esto en Mostar!”. Se quedó impresionado por la infraestructura de la acampada y  aseguró que tiene la exacta estructura de un campamento militar de campaña, con el centro de mando en el epicentro de la plaza, junto a la estatua de Carlos III compuesto por Coordinación Interna, Comunicación, sistema de comunicaciones (antena parabólica de transmisión-recepción con un LNB distinto a los de antenas parabólicas doméstica-esta antena despareció el lunes 30M)),

Antena con LNB de transmisión-recepción que parece salir disparando de la cabeza de Himmler, y desapareció el lunes 30 M. Nadie supo en Comunicación decirme quién y por qué la había quitado.
cuatro generadores conectados hasta el 29M, y otros tres más pequeños al costado. Todo está ordenado y en su sitio.

Documentación, Información y Enfermería. Las carpas de Coordinación Interna y Comunicación son carpas nuevas que hasta hace dos días estaban prácticamente cerradas a la vista del público. Dentro de la verja que protege la estatua se encuentran cuatro generadores muy grandes y el excelente sistema de megafonía que se escucha en toda la plaza con potentes altavoces.

No cualquiera tiene acceso a la megafonía desde donde se lanzan mensajes y consignas muy calculadas. En Comunicación me dijeron que tenían Internet  “gracias a los vecinos que habían cedido sus enganches”.  A mi pregunta de quién había colocado la antena parabólica, no supieron contestarme, y me dijeron que “de vez en cuando vienen unos informáticos y lo colocan todo, luego se van”.

El lunes 30 Mayo sólo estaban conectados 2 genedaroes. Los otros habían desparecido.
El lugar está desordenado y revuelto.
Hasta el 29 de mayo había 4 generadores grandes conectados, y tres pequeños sin conectar,estuvieron hasta el domingo 29, el lunes 30 ya sólo 2 estaban conectados.
La antena parabólica que estuvo en la plaza hasta el domingo 20, el lunes 30 había desaparecido, sin que nadie de Comunicación me supiera explicar quién la había quitado, ni siquiera se habían dado cuenta. Cosa insólita.
Al principio de todo Comunicación estaba cerca del oso y del madroño, pero luego se desplazó al lugar actual, quién lo decidió? por qué motivo? Nadie ha sabido contestarme.
Este diseño organizativo de las carpas significa que cuando «organizaron» el campamento aquellos indignados espontáneos  y no tenían ni generadores ni megafonía, ya sabían que debían montar el centro de mando junto a la estatua por la seguridad que da poder tener un soporte para enganchar la antena en un punto alto, protegida por las rejas, rejas que, a su vez, protegen los generadores y la megafonía en su interior. Hay que ver nuestra juventud lo que vale.
Los ocho generadores, me dijeron, también habían sido cedidos por “la ciudadanía que quiere colaborar con el movimiento”. -de los 8, sólo quedaban dos conectados el 30M- La gasolina que los alimenta también es donada por amables ciudadanos, traída en grandes bombonas  de unos 30 o 40 litros, sin ninguna medida de seguridad. Nunca falta combustible.
Junto a Comunicación está Documentación, donde se reciben todo tipo de imágenes y documentos: “regálame tus fotos y vídeos que a partir de ahora estarán bajo mi control para el uso que yo quiera darle”. ¿quién atesora todos esos documentos? La gente es ciertamente generosa y lo da todo por la causa. A saber quién se ha quedado con todos esos documentos.

En Alimentación nunca falta de nada. De vez en cuando se anuncia por megafonía que “falta agua y vasos de plástico, celo y palés”. Al poco tiempo, todo llega a punto. La gente es muy generosa y solidaria.
Tienen neveras, congeladores, hornos, minipimer, una cocina de butano, grandes ollas y montañas de panes y comida.
Todo esto también son donaciones de los indignados que apoyan el movimiento. Es cierto que hay muchos espontáneos que traen comida,  pero todos los días se deben dar, calculo, unas 500 comidas o más, también hay merienda y tentempié.
Alimentación se montó  muy oportunamente junto a los generadores, hay energía suficiente para alimentar todos los electrodomésticos. ¿Esto también lo sabían desde el día 1, cuando empezaron con 4 bocatas y un salchichón?  Amosanda.
¿Cómo puede ser que haya tanto pobre y mendigo en el centro de Madrid  todos los días que no tienen nada para llevarse a la boca  y nadie se solidarice con ellos?
¿Se acabará la solidaridad ciudadana el próximo domingo?  ¿Qué tiene este movimiento que genera tanta solidaridad y generosidad sin límites y que no se agota? ¿Qué pasa que no hemos hecho un sólo llamamiento de apoyo  a los que lo han perdido todo  en Lorca? Las estanterías están todos los días abarrotadas de comida.
(hoy martes 31 M, ya están bajando las reservas. Explicación: es que la gente se va cansando).
La Radio de la acampada está situada en un piso de la calle Montera, igualmente amablemente “cedido por una asociación”.

El campamento de Sintel tardó semanas en lograr esta infraestructura, y eso que eran todos profesionales de sistemas de comunicación, electricidad, mantenimiento… Aquí se ha logrado en unos días: es que la juventud de hoy en paro es la leche!
Sabe organizarse y está muy preparada para hacer acampadas espontáneas en una ciudad, y el pueblo de Madrid es el más indignao, solidario y generoso del mundo!
hasta el 29M no había relación entre la perfección del funcionamiento de la acampada y la improvisación de las personas que trabajan  en ella, a excepción de los «controladores».
ORGANIZACIÓN
Todas las acciones y comisiones se deciden en Coordinación Interna, centro neurálgico de esta gran “organización”, su voz es Comunicación, pues es lo que se va a propagar por los medios.
No hay grupo de trabajo, ni comisión ni acta o mensaje de megafonía que se promulgue sin que pase por Coordinación Interna. Como ya dije, ambas están situadas en carpas opacas – la de información incluso a veces estaba completamente cerrada con unas cortinas hasta hace dos días- cuando todas las otras son stands abiertos y transparentes.
Estuve observando cómo Comunicación está siempre bajo «el mando» de unos chicos con look ICADE, que nunca llevan su nombre escrito en la camiseta, muy educados, planchados y limpios, nada de rastas, piercings ni aspecto de haber dormido en la acampada: el que controla más se llama Pablo, alto y moreno de patillas finas, de ojos huidizos y oscuros, que se comporta como el jefe, llegando a decir «no dejes entrar a esta chica» refiriéndose a mí.
Es el que más ha hablado como portavoz desde el inicio de la acampada.
Pablo siempre venía con sus camisas de popeline hasta que hablé. Luego ya cambió su look por uno más de acampada.Ha sido el portavoz»oficial». Nadie lo ha visto jamás en anteriores manifestaciones contra  nada.
Pablo trabaja, porque se ve que está trabajando,  mano a mano con Bruno, alto de ojos claros y barba de 15 días, y con otro chico de la camiseta amarilla, que no  ha faltado ni un solo día.

Este chico que ya no es tan chico,(después del 29M ya no controlaba Comunicación, sólo se paseaba con chanclas y look playero, para disimular)   controla también las asambleas generales pero como  si fuera un oyente, no  participa, se dedica a mirar al público y es capaz de soportar dos horas al Sol una asamblea eterna sin jamás tener ganas de participar ni intervenir. Es como si nada de lo que ahí se dice le importara un pimiento.

Cuando termina la asamblea, se vuelve a Comunicación. El jueves 26 por la noche me pasé por Comunicación, sólo chicos jóvenes, pero al mando,  un chico rubio bien vestido, que se notaba había dejado chaqueta y corbata en su Audi. ¿Qué hace un ejecutivo a las 10 de la noche coordinando el departamento de Comunicación en una acampada de  jóvenes antisistemas ?

En cuanto se dio cuenta que le estaba fotografiando salió disparado del stand para refugiarse en el Corte Inglés, en el que un guardia de seguridad enseguida vino hacia  mí para decirme que no podía hacer fotos dentro de la tienda, como si le hubieran avisado. ¿Por qué salió de estampida? La gente no para de hacer fotos en todas partes y nadie sale corriendo a refugiarse en el C.I.. ¿Por qué no vino a preguntarme por qué le estaba fotografiando si eso le incomodaba?¿Acaso se sentía culpable de algo al salir corriendo?

El ejecutivo que salió disparado a refugiarse al Corte Inglés.

Luego están Juan, pelirrojo con barba y Miguel, también muy rubio, que ha venido menos.  Cuando  le pregunté a Miguel por qué estaba todo tan cerrado, después de dudar me contestó con evidente incomodidad que era porque ahí se manejaba «información sensible»: se delató. Por supuesto, ahí es donde se corta el bacalao.

Se celebran Asambleas Generales dos veces por día, lo que es completamente absurdo. Se trata de abrumar al público y marear la perdiz. Los que se han reunido en las comisiones en la tarde casi nunca pueden asistir a las asambleas generales de la mañana, luego no se pueden oponer a lo que allí se decide. Nadie sabe quién ha decidido hacerlo así.
Me temo que está hecho a propósito. Las votaciones se hacen atropelladamente. Las de las mañanas siempre están bajo el control del mismocoordinador Oscar, alto, rubio con RayBan y camisa blanca, pantalón y zapatos de diseño casual alternativo.
Super Oscar el controlador de las Asambleas Generales de las mañanas
Es muy amable y educado y, a pesar del calor y la solana insoportable siempre está solícito y atento al control de que todo «vaya bien» supongo que su trabajo consiste en que todo vaya siguiendo el guión.
No pude evitar pensar: ¿cuánto le estarán pagando por estar sudando la gota gorda, aguantando todo este rollo, porque es un rollo, y siempre con ganas y siempre solícito, todos los santos días?
Todos le piden permiso para cualquier cosa: yo pedí turno de palabra y me dijeron que ya no había tiempo, finalmente, presionando, conseguí tomar la palabra, pero el permiso final lo dio el Oscar.

Las asambleas generales de la noche están controladas por Mara, una italiana morena de pelo rizado y ojos saltones, siempre muy bien vestida con ropa de diseñocasual alternativo, esta vez, italiano. 
(Desde que colgué mi anterior artículo, los controladores han dejado de vestirse como lo hacían al principio para adoptar un look más de acampada. Lamento haberles dado pistas, porque me temo que esto es para ellos una información valiosa para las próximas manipulaciones)Ella tampoco sonríe, ni vibra por lo que allí se dice.
Poco importa si las decisiones van a cambiar el sistema, más bien parece que lo que más le importa es que nadie diga nada realmente peligroso para el establishment y que nada se salga del guión preestablecido. 
Cuando me apunté con el chico al turno de palabra, vino Mara  inmediatamente con su cuaderno y me preguntó que qué quería decir.
Le contesté que quería hacer una propuesta sobre el futuro de la acampada, me insistió varias veces para que le dijera en un minuto el contenido. Me negué. Me explicó, visiblemente contrariada, que era para poder “coordinar mejor”. Le contesté tajante que ella  quería controlar. Se calló.

Controlador del equipo de la «Organización»
Hasta el martes 24M, Coordinación Interna era igual, una carpa opaca donde no se ve quién está y unos chicos encantadores y comprometidos atendiendo al público, que van rotando.
Así como en Alimentación, Educación, Biblioteca etc. siempre ves caras nuevas, en estas comisiones de información sensible solamente cambian las caras de los colaboradores sinceros, los que vienen espontáneamente a participar.
En las comisiones a las que asistí, en la primera se dijo nada más empezar: » Todo lo que se dice en Comunicación tiene que pasar primero por Coordinación Interna», lo que me dejó de piedra, porque en Coordinación Interna sólo se podía atender al público, los que están dentro de la carpa no rotan. (Esto cambió después del 22 en que tomé la palabra en público).
En otra de «Pensamiento abstracto»  se notaba que había unos contoladores  que dirigían y hacían sus muy personales resúmenes de lo que ahí se había dicho: olvidando todo lo que no les interesaba. En otras comisiones, que no interesan a los controladores, como medio rural, teatro, educación, vemos  a corazones sinceroslos controllers no aparecen o no controlan demasiado: se la suda.
En cambio la comisión de Espiritualidad cobra una importancia insospechada en todas las asambleas generales: vamos a resolver nuestros problemas rezando y meditando por un mundo mejor, típica manipulación New Age.
El martes 24M en la Radio, los colaboradores se quejaban de que alguien manipulaba la web. No habían colgado  los cinco últimos manifiestos que les habían mandado desde Comunicación. Muchas de las actas se pierden en  Coordinación Interna, nadie sabe qué ha pasado con ellas:crean el caos, controlan la energía, dispersan los resultados. 

El proyecto para la Asamblea del 29M es la “descentralización” a los barrios: Ya es hora que nos vayamos a casa.  Ala, majetes, si queréis seguir haciendo la revolución, iros al Centro Cívico y Social del Barrio, y vamos a desalojar Sol, que ya hemos conseguido lo que queríamos: que arrase el PP.

Pero en la Asamblea General del 29M, la votación, a pesar de los intentos de Mara y Cia, no pudieron manipular el resultado.
 Ese domingo 29 de mayo, recibí un mail/spam a las 23h45 que anunciaba lo  que se había decidido en la Asamblea General: yo estaba justamente hablando con una persona que se encontraba allí , que me confirmó que todavía no había terminado, y que iba para largo.
Asombroso. Parece que el resultado ya estaba decidido antes de la votación. Como el domingo 22 de mayo. (leer la carta “Historia de una manipulación de mi anterior post).
La organización en la sombra intentó controlar hasta el último minuto, pero se la ha ido de las manos. Creo que por eso, ahora, estos chicos tan metódicos en que se ejecute el guión han desaparecido.
La mayoría de los controllers son los mismos desde el primer día. Otra característica de estos controllers es que no se ríen, no vibran, no tienen pasión, son fríos, insensibles, metódicos, responsables, rigurosos, educadísimos, se nota que han estudiado en buenos colegios y universidades, y su discurso antisistema suena a monserga aprendida por necesidad del guión. Y es que están trabajando en la aplicación de un programa, The Spanish Experiment.
Y no me cabe la menor duda de que cobran por ello.
CANALIZAR Y CONTROLAR LA DISIDENCIA
Después de leer el artículo de Manuel Freytas sobre las guerras psicológicas o de 4ª Generación,  publicado por Cazadebunkers:
 http://cazadebunkers.wordpress.com/2011/05/24/manuel-freytas-denuncia-la-manipulacion-del-movimiento-15m-por-parte-del-poder/ y el excelente artículo sobre el Spanish Experiment deTrinityaTierra http://www.trinityatierra.com/2011/05/24/the-spanish-experiment/ tengo la confirmación de mi temor: esto no es en absoluto una revuelta espontánea sino una guerra de ultimísima generación cuyo fin es el control y aniquilamiento del enemigo, en este caso el pueblo español: se trata decanalizar la disidencia en una guerra asimétrica en la que, como en toda guerra psicológica, el que es atacado no sabe que lo está siendo. El arma es un arma silenciosa: el bombardeo mediático de los medios de comunicación.
Como muy bien señala Trinity en relación a lo que se debate en la Puerta del Sol:
 no se lee en ninguna parte de ese manifiesto la palabra “VERDAD”;
 no se reclama la verdad por lo ocurrido en Madrid el 11M,
 o en NY el 11S, ni por la verdad en el caso “colza” (también llamado caso ‘Bayer’),
 ni la verdad sobre la “gripe porcina”,
 ni sobre el 23F en España;
 ni se clama por el respeto por la verdad en la educación y el fin de la manipulación por parte de  los que escriben la historia;
 ni se menciona el daño a la verdad y al cerebro humano por culpa de ese aparatito llamado  “televisión”,
 ni tantas y tantas otras cosas de las que llevamos años hablando en la red.
 La energía es real, el escenario es un montaje con un diseño.”
.
El artículo de Manuel Freytas me ha puesto los pelos de punta. Resumo las ideas principales, podréis leer el texto en
» Como en la guerra militar, un plan de guerra psicológica está destinado a: aniquilar, controlar o asimilar al enemigo. El fin: el control y dominio de las sociedades y países, sin recurrir a la utilización de la guerra militar.
El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc), sino al control del cerebro humano. (…)
Los fines de la Guerra Psicológica son los mismos que se utilizan con la guerra militar: dividir, atomizar, controlar al individuo-masa de las sociedades independientes (el AP). (…)
El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático: Las consignas y las imágenes sustituyen a las bombas, misiles y proyectiles del campo militar.
Las bases de planificación militar son sustituidas por pequeños centros de comando y planificación  clandestinos, desde donde se diseñan las modernas operaciones tácticas y estratégicas. (…)
La realidad es sustituida por la percepción de la realidad a través del mensaje mediático-periodístico convertido en consignas, eslóganes y títulos,  antes que en pensamiento reflexivo totalizado. (…)
Manipular, controlar, y convertir a este individuo-masa en potencia social direccionada con fines de control y dominio político-social es el objetivo estratégico clave de la Guerra Psicológica de última generación. (…)
En resumen, la Guerra de Cuarta Generación  está detrás de lo que ingenuamente se conoce como “protestas populares espontáneas” que las grandes cadenas mediáticas imperiales instalan como una verdad aceptada a escala global. (…)
¿Por qué publicar las fotos de Pablo, Oscar, Mara…? Porque en Madrid, los que luchamos por la verdad, por un mundo más justo y mejor, nos conocemos todos, nos hemos visto en muchos saraos y estos chicos ¿de dónde salen? ¿cuál es su compromiso?
¿Por qué tanta frialdad, qué les ha movido a estar tan presentes e interesados en que todo «saliera bien», al mando de todo y luego, tras la votación del 29M que les salió por la culata han desaparecido? ¿los han guardado para el próximo montaje de las próximas elecciones generales, para que arrase el PP otra vez?
Y si me confundo y de verdad están comprometidos con la causa, ya nos veremos en otras manifestaciones contra este sistema inhumano y absurdo, que tenemos tela marinera…

El único autor que cobre el 50% de los royalties


Hernán Casciari | 2 de junio, 2011

—Todas las editoriales mienten —me dijo Horacio Altuna, uno de los bestsellers mundiales del comic—; las más honestas te roban el veinte por ciento, y de ahí para arriba. Te atan a cinco años de permanencia, te quitan los derechos de tu obra, nunca te ofrecen sistemas de verificación de ventas. Lo tienen todo controlado para engañarte.

Lo visité en su casa de Sitges cuando preparábamos el primer número de Orsai. Fui, con timidez, a pedirle consejo sobre ilustradores y, si había suerte, convencerlo para que quisiera colaborar en el número dos. Horacio es, además de talentoso, muy exclusivo. Dibuja en Playboy, edita en Estados Unidos, en Francia; no trabaja en cualquier lado. Pero entonces ocurrió algo que no estaba en los planes. Ese mismo día había aparecido una reseña en el diario Público sobre nuestra futura revista y Horacio había sentido curiosidad por mi renuncia pública a Random House Mondadori y los periódicos donde trabajaba. Estaba muy interesado en el sistema “nadie en el medio”, porque en la estructura tradicional del negocio se sentía asfixiado.

Me contó sus desavenencias con la industria: contratos esclavos, porcentajes ridículos, escandalosas mentiras a la hora de explicar el número de ventas. Es decir: lo mismo que nos pasa a todos los que alguna vez publicamos, pero multiplicado por mil, porque es Altuna. Me confió anécdotas muy desagradables sobre las mafias de la distribución, sobre los engaños sistemáticos y los chantajes a los autores, y me explicó también las diferentes técnicas de fraude que utiliza Francia, España, Estados Unidos, Latinoamérica.

—Te rompen el culo como quieren —me dijo, resignado—. Hace treinta años que intento salir del bucle de esa estafa, pero no hay manera.

Le conté que quizá sí hubiera manera.

—Ahora los lectores estamos comunicados —le dije—. Las editoriales te dan el diez por ciento porque tienen que gastar en la publicidad de tu libro, y pagarle el cuarenta por ciento a los shoppings y a los centros comerciales. ¿Pero es necesaria, hoy, la publicidad tradicional? ¿Es necesario vender libros en los supermercados, si podés comunicarte con tus lectores en las redes sociales y ofrecer tu obra por venta directa o en librerías especializadas?

Le conté sobre el proyecto de la revista. Le dije que hay muchos, muchísimos intermediarios entre el autor y el lector.

—Y todos se llevan una tajada mucho más grande que el que escribe la novela o el que dibuja el comic —le dije—. La intermediación es un recurso del siglo veinte que sirve para defenderte del fraude. Un representante literario, por ejemplo, se lleva el quince por ciento de tus derechos. ¿Por qué se lo lleva? Para defenderte de los engaños de las editoriales. Qué increíble: los representantes necesitan que las editoriales sean deshonestas para que su trabajo resulte necesario. ¿Sabés cómo se llama eso? Sociedad.

Conversamos mucho sobre el tema; era noviembre de 2010. Después almorzamos e hicimos sobremesa. Sobre los postres, Horacio se hartó del siglo veinte. Renunció de palabra a todas sus editoriales en el mundo y decidió publicar su obra futura con nosotros.

Cuando volví a casa esa noche, con Chiri nos pusimos a fantasear. ¿Se podría realmente fundar una editorial inocente, en donde nadie le quiera robar a nadie? ¿En donde la imprenta, los correctores y los diseñadores cobren lo que se merecen, y que el autor se lleve lo que de verdad vale su trabajo? ¿Y que, además, no caiga en las injusticias de la mala distribución global?

Esa misma noche redactamos, en una libretita, estos “Diez pactos para fundar una editorial imposible”:

  1. Publicaremos únicamente autores que admiremos muchísimo Chiri y yo, y jamás a los que únicamente son mediáticos.
  2. La firma del contrato con el autor prescindirá de escribanos, abogados, buitres carroñeros y representantes de cualquier calaña (el supervisor será Comequechu, el pizzero de al lado).
  3. La obra tendrá precios razonables en todos los países de habla hispana, sobre todo en aquellos llamados ‘emergentes’.
  4. El autor percibirá no el nueve ni el diez, sino el cincuenta por ciento del precio de venta al público.
  5. El otro cincuenta por ciento se utilizará para pagar imprenta, logística de envíos y sueldos de diseño, edición y corrección.
  6. Los contratos no serán esclavos; después de doce meses, el autor podrá irse a donde quiera sin dar explicaciones ni sentirse atado.
  7. Brindaremos al autor herramientas tecnológicas para que pueda revisar las ventas de su obra de manera directa, y cobrar sus royalties semana a semana.
  8. Los derechos de la obra pertenecen al autor hasta la eternidad; y si el autor se muere de golpe, o se suicida, o desaparece en un pozo, los derechos pasan a su familia.
  9. Cualquier malentendido se resolverá en sobremesa entre el autor y nosotros, y si eso falla, la culpa será siempre nuestra.
  10. Si el sistema funciona, la industria editorial deberá explicar por qué sigue pensando que los autores somos imbéciles y los lectores somos piratas.

Redactamos estos pactos con Chiri hace un par de meses, y le pusimos cláusulas que a mí me hubiera gustado firmar como autor, no como editor.

Hace unos días, por fin, el juego de los Diez pactos se convirtió en un contrato real, y en un libro verdadero y precioso que hoy ponemos en pre-venta para todo el mundo.

El “Cuaderno Secreto” contiene bocetos inéditos que recorren toda la obra de Horacio Altuna, con señoritas desnudas en todas las posturas posibles. La edición es de lujo: tapa dura, 28x19cm (como la revista, pero apaisado), papel estucado mate de 160 gramos, 80 páginas a todo color.

En síntesis: el típico “libro objeto” que ponés arriba de la mesita ratona y parece que sos culto. Cuando viene a visitarte tu madre, o tu suegra, dicen “ay, a este chico le interesa el arte”. No se dan cuenta de nada. Un lujo sibarita que podés comprar desde hoy y recibir junto al N3 de la revista, o por separado.

El trailerbook tiene la firma de Andrés Locatelli (el biógrafo audiovisual de Orsai), que grabó y editó la firma del contrato:

GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN


GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN

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Escrito por Por Manuel Freytas / Redes Alternativas JMG
Jueves, 21 de Abril de 2011 20:02
 

Los medios de comunicación se han convertido en la columna vertebral de las estrategias de dominio del sistema capitalista a escala globalLos medios de comunicación se han convertido en la columna vertebral de las estrategias de dominio del sistema capitalista a escala global

La cuarta guerra mundial ya comenzó. Mientras Ud. descansa, mientras Ud. consume, mientras Ud. goza de los espectáculos que le ofrece el sistema, un ejército invisible se está apoderando de su mente, de su conducta y de sus emociones. Su voluntad está siendo tomada por fuerzas de ocupación invisibles sin que Ud. sospeche nada. 

Las batallas ya no se desarrollan en espacios lejanos, sino en su propia cabeza. Ya no se trata de una guerra por conquista de territorios, sino de una guerra por conquista de cerebros, donde Ud. es el blanco principal. El objetivo ya no es matar, sino controlar, las balas ya no apuntan a su cuerpo, sino a sus contradicciones y vulnerabilidades psicológicas. Su conducta está siendo chequeada, monitoreada, y controlada por expertos. Su mente y su psicología están  siendo sometidas a operaciones extremas de guerra de cuarta generación. Una guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, donde Ud., es a la vez, la víctima y el victimario.

I. GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN: CUIDADO, SU CEREBRO ESTÁ SIENDO BOMBARDEADO

1. Guerra de Cuarta Generación

Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare – 4GW) es el término usado por los analistas y estrategas militares para describir la última fase de la guerra en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas.

En 1989 comenzó la formulación de la teoría de la 4GW cuando William Lind y cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, titularon un documento: «El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación».

Ese año, el documento se publicó simultáneamente en la edición de octubre del Military Review y la Marine Corps Gazette.

Si bien en sus primeros tramos de la década del noventa la teoría no fue precisada ni se expresó claramente qué se entiende por 4GW, el concepto luego fue asociado a la Guerra Asimétrica y a la «Guerra Contraterrorista».

William Lind escribió su esbozo de teoría, en momentos en que la Unión Soviética ya había sido derrotada en Afganistán e iniciaba su colapso inevitable como sistema de poder mundial.

Por lo tanto, a la Guerra de Cuarta Generación se la visualiza como una hipótesis de conflicto emergente de la pos-Guerra Fría, en tanto que algunos analistas relacionan su punto de partida histórico con los atentados terroristas del 11-S en EEUU.

En cuanto a la evolución de las fases de la guerra hasta la cuarta generación, se la describe así:

Fase inicial: arranca con la aparición de las armas de fuego y alcanzaría su máxima expresión en las guerras napoleónicas. Las formaciones lineales y el «orden» en el campo de batalla constituyen sus principales rasgos y el enfrentamiento entre masas de hombres, su esencia. La Guerra de Primera Generación corresponde a los enfrentamientos con tácticas de líneas y columnas.

Fase segunda: comienza con el advenimiento de la Revolución Industrial y la disponibilidad en el campo de batalla de medios capaces de desplazar grandes masas de personas y de desatar poderosos fuegos de artillería. El enfrentamiento de potencia contra potencia y el empleo de grandes recursos, constituye el rasgo esencial de esta generación. La Primera Guerra Mundial es su ejemplo paradigmático.

Fase tercera: se caracteriza por la búsqueda de neutralización de la potencia del enemigo mediante la detección de flancos débiles con la finalidad de anular su capacidad operativa, sin necesidad de destruirlo físicamente. La Guerra de Tercera Generación fue  desarrollada por el Ejército Alemán en el conflicto mundial de 1939-1945 y es comúnmente conocida como “guerra relámpago” (Blitzkrieg). No se basa en la potencia de fuego, sino en la velocidad y sorpresa. Se identifica esta etapa con el empleo de la guerra psicológica y tácticas de infiltración en la retaguardia del enemigo durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1991, el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén Martín Van Creveld publicó un libro titulado «La Transformación de la Guerra», que aportaría sustento intelectual a la teoría de la 4GW.

El autor sostiene que la guerra ha evolucionado hasta un punto en que la teoría de Clausewitz resulta inaplicable.

Van Creveld prevé que en el futuro las bases militares serán reemplazadas por escondites y depósitos, y el control de la población se efectuará mediante una mezcla de propaganda y terror.

Las fuerzas regulares se irán trasformando en algo diferente a lo que han sido tradicionalmente, señala Van Creveld. También prevé la desaparición de los principales sistemas de combate convencionales y su conversión en conflictos de baja intensidad (también llamados Guerras Asimétricas).

La variante «contraterrorista»

Tras los ataques terroristas del 11-S en EEUU,  la Guerra de Cuarta Generación se complementa con el uso del  «terrorismo mediatizado» como estrategia y sistema avanzado de manipulación y control social.

Se produce, por primera vez, el uso sistematizado del «terrorismo» (realizado por grupos operativos infiltrados en la sociedad civil) complementado con Operaciones Psicológicas Mediáticas orientadas al aprovechamiento social, político y militar del hecho «terrorista».

La «Guerra Contraterrorista» (una variante complementaria  de la Guerra de Cuarta Generación) borra las fronteras tradicionales entre «frente amigo» y «frente enemigo» y sitúa como eje estratégico de disputa la guerra contra un enemigo universal invisible diseminado por todo el planeta: el terrorismo.

La lógica del «nuevo enemigo» de la humanidad, identificada con el terrorismo tras el 11-S, se articula operativamente a partir de la «Guerra Contraterrorista» que compensa la desaparición del «enemigo estratégico» del capitalismo en el campo internacional de la Guerra Fría: la Unión Soviética.

La «guerra preventiva» contra el «terrorismo»  (como veremos más adelante) produce un salto cualitativo en la metodología y en los recursos estratégicos de la Guerra de Cuarta Generación al servicio de los intereses imperiales de la potencia hegemónica regente del sistema capitalista: EEUU.

La «guerra inter-potencias» (o inter-países») expresada en la confrontación «Este-Oeste», desaparece con la Unión Soviética, y  es sustituida, a partir del 11-S,  por la «Guerra Contraterrorista» librada por todas las potencias y por el Imperio regente (EEUU)  contra un sólo enemigo: el terrorismo «sin fronteras».

El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convertirán a la Guerra Psicológica Mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW, en su variante «contraterrorista».

Las operaciones con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas, y la acción psicológica con el «terror» sustituye a las armas en el teatro de la confrontación.

De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano, la «Guerra Contraterrorista» y la «Guerra Psicológica», conforman las dos columnas estratégicas que sostienen a la Guerra de Cuarta Generación, con los medios de comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.

2. Guerra Psicológica (o Guerra Sin Fusiles)

En la definición conceptual actual, la columna vertebral de la Guerra de Cuarta Generación se enmarca dentro del concepto de «guerra psicológica», o «guerra sin fusiles», que fue acuñado, por primera vez, en los manuales de estrategia militar de la década del setenta.

En su definición técnica, «Guerra Psicológica», o «Guerra sin Fusiles», es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de la armas.

Los ejércitos militares, son sustituidos por grupos operativos descentralizados especialistas en insurgencia y contrainsurgencia, y por expertos en comunicación y psicología de masas.

El desarrollo tecnológico e informático de la era de las comunicaciones, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convertirán a las operaciones de acción psicológica mediática en el arma estratégica dominante del la 4GW.

Como en la guerra militar, un plan de guerra psicológica está destinado a: aniquilar, controlar o asimilar al enemigo.

La guerra militar y sus técnicas se revalorizan dentro de métodos científicos de control social, y se convierten en una eficiente estrategia de dominio sin el uso de las armas.

A diferencia de la Guerra Convencional, la Guerra de Cuarta Generación no se desarrolla en teatros de operaciones visibles.

No hay frentes de batalla con elementos materiales: la guerra se desarrolla en escenarios combinados, sin orden aparente y sin líneas visibles de combate, los nuevos soldados no usan uniforme y se mimetizan con los civiles.

Ya no existen los elementos de la acción militar clásica: grandes unidades de combate (tanques, aviones, soldados, frentes, líneas de comunicación, retaguardia, etc.)

Las bases de planificación militar son sustituidas por pequeños centros de comando y planificación  clandestinos, desde donde se diseñan las modernas operaciones tácticas y estratégicas.

Las grandes batallas son sustituidas por pequeños conflictos localizados, con violencia social extrema, y sin orden aparente de continuidad.

Las grandes fuerzas militares son sustituidas por pequeños grupos operativos (Unidades de Guerra Psicológica) dotados de gran movilidad y de tecnología de última generación, cuya función es detonar desenlaces sociales y políticos mediante operaciones de guerra psicológica.

Las unidades de Guerra Psicológica son complementadas por Grupos Operativos, infiltrados en la población civil con la misión de detonar hechos de violencia y conflictos sociales.

Las tácticas y estrategias militares, son sustituidas por tácticas y estrategias de control social, mediante la manipulación informativa y la acción psicológica orientada a direccionar conducta social masiva.

Los blancos ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc.), sino al control del cerebro humano.

Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos, etc.) son sustituidas por un gran aparato mediático compuesto por las grandes redacciones y estudios de radio y televisión.

El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático: Las consignas y las imágenes sustituyen a las bombas, misiles y proyectiles del campo militar.

El objetivo estratégico ya no es el apoderamiento y control de áreas físicas (poblaciones, territorios, et) sino el apoderamiento y control de la conducta social masiva.

Las unidades tácticas de combate (operadores de la guerra psicológica)  ya no disparan balas sino consignas direccionadas a conseguir un objetivo de control y manipulación de conducta social masiva.

Los tanques, fusiles y aviones son sustituidos por los medios de comunicación (los ejércitos de cuarta generación) y las operaciones psicológicas se constituyen en el arma estratégica y operacional dominante.

3- El blanco

En la Guerra sin Fusiles, la Guerra de Cuarta Generación (también llamada Guerra Asimétrica), el campo de batalla ya no está en el exterior, sino dentro de su cabeza.

Las operaciones ya no se trazan a partir de la colonización militar para controlar un territorio, sino a partir  de la colonización mental para controlar una sociedad.

Los soldados de la 4GW ya no son militares, sino expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia, que sustituyen a las operaciones militares por las operaciones psicológicas.

Las balas militares son sustituidas por consignas mediáticas que no destruyen su cuerpo, sino que anulan su capacidad cerebral de decidir por usted mismo.

Los bombardeos mediáticos con consignas están destinados a destruir el pensamiento reflexivo (información, procesamiento y síntesis) y a sustituirlo por una sucesión de imágenes sin resolución de tiempo y espacio (alienación controlada) .

Los bombardeos mediáticos no operan sobre su inteligencia, sino sobre su psicología: no manipulan su conciencia sino sus deseos y temores inconscientes.

Todos los días, durante las 24 horas, hay un ejército invisible que apunta a su cabeza: no utiliza tanques, aviones ni submarinos, sino información direccionada  y manipulada por medio de imágenes y titulares.

Los guerreros psicológicos no quieren que usted piense información, sino que usted consuma información: noticias, títulos, imágenes, que excitan sus sentidos y su curiosidad, sin conexión entre sí.

Su cerebro está sometido a la lógica de Maquiavelo: «divide y reinarás»: Cuando su mente se fragmenta con titulares desconectados entre sí, deja de analizar (qué, porqué y para qué de cada información) y se convierte en  consumista de órdenes psicológicas direccionadas a través de consignas.

Los titulares y las imágenes son los misiles de última generación que las grandes cadenas mediáticas disparan con demoledora precisión sobre su cerebro convertido en teatro de operaciones de la Guerra de Cuarta Generación.

Cuando Ud. consume titulares con «Bin Laden», «Al Qaeda», «terrorismo musulmán»:   su mente está consumiendo consignas de miedo asociadas con «terrorismo», y su cerebro está sirviendo de teatro de operaciones a la «Guerra Contraterrorista» lanzada para controlar a las sociedades a escala global.

Cuando Ud. consume prensa internacional sin analizar los qué y los para qué, los intereses del poder imperial que se mueven detrás de cada noticia o información periodística, Ud. está consumiendo Guerra de Cuarta Generación.

II Operaciones psicológicas: Su mente está siendo controlada por expertos

A. Principios estratégicos
(controlar para dominar)

Para aproximarnos a la  comprensión de lo que los estrategas militares y los expertos en comunicación estratégica definen comoGuerra de Cuarta Generación es preciso, primero, ingresar a una enmarcación global de la «Guerra» como concepto significante y evolutivo-transformacional de la historia humana.

En primer lugar, debemos precisar que la Guerra de Cuarta Generación fue concebida, en sus aspectos teóricos-prácticos, como una guerra de conquista (también diseñada como antídoto contra la guerra de liberación), por estrategas y expertos en comunicación estratégica del campo imperial-capitalista de la era trasnacional.

Por lo tanto, la Guerra de Cuarta Generación es una variante emergente de la evolución estratégica, doctrinaria y operacional, de las guerras imperiales desarrolladas a lo largo de la historia como principio de la dominación del hombre por el hombre que rigió, sin excepción, en todas las civilizaciones dominantes conocidas hasta ahora, incluido el sistema capitalista, como su último estadio de desarrollo.

En segundo lugar, y según lo que surge como comprobación fáctica y estadística de cualquier estudio estratégico, las guerras imperiales no se hacen para matar, sino para controlar y dominar.

(Cuando esgrimimos el concepto «guerra» nos referimos, claro está, a las guerras de conquista, y no a las guerras de resistenciaque los pueblos y sociedades fueron oponiendo a las civilizaciones imperialistas, y que no es materia de este trabajo).

En tercer lugar, la destrucción material y los genocidios humanos que producen las guerras (de conquista imperial) vienen comoconsecuencia de la búsqueda de control y dominio sobre un oponente que resiste, y no al revés.

Las guerras (de conquista imperial) no se planifican para matar, sino para apoderamiento de un objetivo estratégico siguiendo la motivación imperialista central de controlar para dominar, y su concepto de aplicación va desde territorios hasta sociedades y hombres.

El que planea una guerra de conquista no lo hace para matar, sino que lo hace con un objetivo estratégico de controlar y dominar blancos de apoderamiento trazados de antemano, sean territorios (guerra militar), recursos económicos y mercados (guerra económica), países y sociedades (guerra social), o mentes (guerra psicológica).

El objetivo estratégico de cualquier guerra de conquista (sea de orden militar, económico, político, o psicológico) es el de controlar para dominar.

El control del oponente es la base del dominio, a nivel del hombre y su entorno primero, y de los sistemas (políticos, económicos y sociales) que rigen las sociedades, después.

Cuando el primer hombre primitivo controló y dominó por medio de la fuerza a otro, estaba estableciendo el principio de ladominación del hombre por el hombre que rigió el desarrollo de todas las civilizaciones imperialistas conocidas hasta ahora, y cuya máxima expresión de desarrollo estratégico se da con el sistema capitalista.

Toda acción de dominación del hombre por el hombre (implícita en la guerra de conquista imperial) se rige por un axioma estratégico: para dominar, primero hay que controlar por medio de la guerra.

Por eso la dinámica funcional de la historia humana (en todos sus estadios) se rige por las estrategias de control y dominación desarrolladas por medio de las guerras imperiales.

La búsqueda del control y el dominio, a su vez, definen el carácter imperialista de las distintas civilizaciones que fueron marcando la evolución y el trazado de la historia humana a partir del dominio hegemónico.
B. Evolución 
(De la Guerra Militar a la Guerra Psicológica)

Desde la prehistoria hasta la actualidad, todas las civilizaciones dominantes se valieron de la guerra imperialista para controlar y dominar: 
A) Territorios (espacio físico)

B) Recursos naturales (espacio económico)

C) Sociedades (espacio social)

D) Individuos (espacio mental)

Por lo tanto, la historia de la humanidad es la historia del imperialismo y de la dominación del hombre por el hombre (en distintos estadios), cuyas estrategias fueron evolucionando de lo simple a lo complejo:

A) Guerra militar (conquista territorial) = Control político

B) Guerra económica (conquista de recursos) = Control económico

C) Guerra Social (conquista de las sociedades) = Control social

D) Guerra Psicológica (conquista de las mentes) = Control ideológico

Los imperios antiguos (Grecia, Roma) sólo habían llegado a la conquista territorial (guerra militar) y a la conquista de recursos(guerra económica), y apenas habían tocado el primer estadio de la guerra social (conquista de la sociedad), imponiendo sus idiomas o sus creencias religiosas en los territorios conquistados (caso del latín con Roma, o caso de la religión católica con los imperios de la Edad Media).

Con el Imperio del sistema capitalista, la guerra por el dominio y el control completa el ciclo evolutivo con la guerra social(conquista de las sociedades) y la guerra psicológica (conquista de las mentes).

Esta instancia de guerra por el control y el dominio de las sociedades y de las mentes, se posibilita por el advenimiento de laRevolución Industrial en el siglo XIX, que luego condujo a la Revolución Tecnológica e Informática del siglo XX.

Es decir que  la guerra por el  dominio y control de las sociedades y de las mentes, sólo se produjo a partir de la interacción funcional de la tecnología (medios de comunicación) y de la informática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de control y dominio mediante una estrategia comunicacional.

Esos tres factores (medios de comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales) posibilitaron que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.
II. GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN: EL CONTROL Y LA CONQUISTA DE LAS MENTES

A. La Guerra Psicológica 
(Principios estratégicos)

Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare – 4GW) es el término usado por los analistaas y estrategas militares para describir la última fase de la guerra imperialista de conquista, en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas.

Si bien la Guerra de Cuarta Generación cuenta con un nivel de desarrollo militar contenido en los principios teóricos de su doctrina escrita por estrategas militares, a partir de la década del 80, nuestro trabajo solo tocará los aspectos de desarrollo social de la misma.

El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a la Guerra Psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW, a la que se agrega una variante«contraterrorista» tras los ataques explosivos del 11-S en EEUU.

De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano,  la «Guerra Psicológica» (con su variante  la «Guerra Contraterrorista»)conforma la columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.

La Guerra Psicológica conforma el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.

En la Guerra Psicológica (columna vertebral de la Guerra de Cuarta Generación, sin uso de armas) las operaciones con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas.

La Guerra Psicológica, a su vez, nace en un particular estadio del capitalismo caracterizado por una revolución en el campo de las ciencias sociales y de la comunicación estratégica.

Dicha revolución se complementa con una revolución en el campo de la tecnología de las comunicaciones y de la informática,creando las bases para una comunicación estratégica globalizada basada en principios científicos.

A su vez las técnicas científicas de comunicación, potenciadas a escala masiva y planetaria por los grandes conglomerados mediáticos del capitalismo, crearon las bases para su utilización en estrategias de manipulación y de control socialdesarrolladas a partir de los objetivos de la dominación imperial-capitalista.

Esta situación creó las bases operativas y estratégicas para el control y dominio de las sociedades y países, sin recurrir a la utilización de la guerra militar.

De esta manera (y con pocas excepciones como Irak y Afganistán, y otros objetivos en carpeta del Imperio, como Irán y Siria) la actual guerra imperialista por apoderamiento de mercados y países ya no se desarrolla en el plano de la conquista militar-territorial, sino en el plano de la conquista psicológica-social instrumentada mediaticamente.

Los nuevos gerentes de enclave en el mundo dependiente (los políticos modernos) sustituyen cada vez más la represión y el control por medios policiales, por la represión y el control por medio de operaciones mediáticas con aplicación de consignas de«criminalización» de los conflictos sociales.

En su definición técnica, «Guerra Psicológica», o «Guerra sin Fusiles», es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de la armas.

Los ejércitos militares, son sustituidos por grupos operativos  descentralizados especializados en insurgencia y contrainsurgencia, y por expertos en comunicación estratégica y psicología de masas.

El desarrollo tecnológico e informático de la era de las comunicaciones, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a las operaciones de acción psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW.

Como en la guerra militar, un plan de guerra psicológica está destinado a: aniquilar, controlar o asimilar al enemigo.

La guerra militar y sus técnicas se revalorizan dentro de métodos científicos de control social, y se convierten en una eficienteestrategia de dominio sin el uso de las armas.

A diferencia de la Guerra Militar convencional, la Guerra de Cuarta Generación no se desarrolla en teatros de operaciones visibles.

No hay frentes de batalla con elementos materiales: la guerra se desarrolla en escenarios combinados, sin orden aparente y sin líneas visibles de combate, los nuevos soldados no usan uniforme y se mimetizan con los civiles.

Ya no existen los elementos de la acción militar clásica: grandes unidades de combate (tanques, aviones, soldados, frentes, líneas de comunicación, retaguardia, etc).

Las bases de planificación militar son sustituidas por pequeños centros de comando y planificación  clandestinos, desde donde se diseñan las modernas operaciones tácticas y estratégicas.

Las grandes batallas son sustituidas por pequeños conflictos localizados, con violencia social extrema, y sin orden aparente de continuidad.

Las grandes fuerzas militares son sustituidas por pequeños grupos operativos (Unidades de Guerra Psicológica) dotados de gran movilidad y de tecnología de última generación, cuya función es detonar desenlaces sociales y políticos mediante operaciones de guerra psicológica.

Las unidades de Guerra Psicológica son complementadas por Grupos Operativos, infiltrados en la población civil con la misión de detonar hechos de violencia y conflictos sociales.

Las tácticas y estrategias militares, son sustituidas por tácticas y estrategias de control social, mediante la manipulación informativa y la acción psicológica orientada a direccionar conducta social masiva.

Los blancos ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc), sino al control del cerebro humano.

Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos, etc) son sustituidas por un gran aparato mediáticocompuesto por las grandes redacciones y estudios de radio y televisión.

El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático: Las consignas y las imágenes sustituyen a las bombas, misiles y proyectiles del campo militar.

En la Guerra sin Fusiles, la Guerra de Cuarta Generación (también llamada Guerra Asimétrica), el campo de batalla ya no está en el exterior, sino dentro de las mentes.

Las operaciones ya no se trazan a partir de la colonización militar para controlar un territorio, sino a partir  de la colonización mental para controlar una sociedad.

El objetivo estratégico ya no es el apoderamiento y control de áreas físicas (poblaciones, territorios, etc.) sino el apoderamiento y control de la conducta social masiva.

Las unidades tácticas de combate (operadores de la guerra psicológica)  ya no disparan balas sino consignas direccionadas a conseguir un objetivo de control y manipulación de conducta social masiva.
B) Soldados invisibles
(Alienados Programados-AP)

En su desarrollo mediático-social, los jefes y oficiales de Estado Mayor de la Guerra Psicológica (4GW) ya no son militares, sino expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia, que sustituyen a las operaciones militares por las operaciones psicológicas (OPS).

Ya no desarrollan sus planificaciones en unidades  o cuarteles militares, sino en laboratorios encubiertos de comunicación estratégica donde se diseñan los planes de Guerra Psicológica a ser ejecutados por las grandes estructuras mediáticas de comunicación masiva, infiltradas por la inteligencia de la OPS.

El nuevo soldado, y su vez blanco táctico de las operaciones psicológicas, es el individuo-masa modelado a partir de la ideología consumista nivelada planetariamente como estrategia de mercado por las trasnacionales capitalistas.

En la Guerra Psicológica, la potencia de fuego del soldado militar es sustituida por la potencia social del individuo-masa con su conducta manipulada hacia objetivos de control y dominación social, fijados por el capitalismo trasnacional para conquistar mercados y controlar a las sociedades consumistas.

Manipular, controlar, y convertir a este individuo-masa en potencia social direccionada con fines de control y dominio político-social es el objetivo estratégico clave de la Guerra Psicológica.

Mediante la manipulación y direccionamiento de conducta por medios psicológicos el individuo-masa se convierte en «soldado cooperante» de los planes de dominio y control social establecidos por el capitalismo trasnacional y la potencia imperialista regente.

Es a la vez, víctima y victimario, de las operaciones psicológicas, ya que se convierte en una célula consumista-trasmisora tanto de planes de consumismo capitalista como de planes de control  y represión social manipulados sin el uso de las armas.

Por ejemplo:

El movimiento piquetero (desocupados) de la Argentina fue desactivado, virtualmente sacado de la calle y condenado socialmente, a partir de consignas que lo asociaban con la vagancia, la violencia, y el desorden,  hábilmente recreadas y manipuladas por las estructuras mediáticas del sistema.

El blanco de esas consignas era el AP (Alienado Programado), tanto de clase alta, media o baja, que a través de esas consignas machacadas día y noche en su cabeza, terminó viendo al piquetero como el enemigo número uno de la sociedad.

Esto permitió al gobierno de Kirchner encarcelar a sus dirigentes y mandar a reprimirlos policialmente con total impunidad, e indiferencia por parte de la sociedad de los AP.

De esta manera, y a través de este ejemplo, se verifica la doble condición de víctima, y la vez victimario, del Alienado Programado (AP) a partir del consumismo, no ya de productos sino de eslóganes y titulares recreados por el consumismo informativo.
B) Colonización mental
(Del «consumismo de productos» al «consumismo de información»)

El individuo-masa, o AP (Alienado Programado), se desarrolla en la primera fase de las operaciones psicológicas orientadas a imponer la sociedad de consumo capitalista en las áreas dependientes del Tercer Mundo, a fines de la década del 50, y  experimenta su máximo nivel de desarrollo con el advenimiento de la era de las comunicaciones globalizadas a fines de los 80.

El Alienado Programado (AP) es el prototipo de «hombre universal» modelado por las políticas niveladoras consumistas impuestas por las trasnacionales capitalistas a escala planetaria.

EL AP no está programado para pensar (desarrollo reflexivo) sino para consumir productos capitalistas por medio de consignas (eslóganes) y de imágenes sin ninguna relación entre sí.

Utilizando técnicas y estrategias de la Guerra Psicológica,  los laboratorios estratégicos de comunicación publicitaria comenzaron a modelar al individuo-masa (el AP)  a partir del surgimiento de la sociedad de consumo capitalista en  los años 50.

Un AP está programado para consumir: desde productos, espectáculos, modas, hasta presidentes (gerentes de enclave de las trasnacionales capitalistas) vendidos por medio de técnicas de marketing y de campañas  electorales manipuladas por operaciones psicológicas.

A excepción de los casi tres mil millones de marginados de la sociedad de consumo capitalista, que no alcanzan los niveles de supervivencia, el resto de la sociedad mundial (tanto en el mundo dependiente como en el mundo de las potencias capitalistas dominantes) está programada a partir de una estructura piramidal de AP (individuos-masa) nivelados por la ideología del consumo capitalista.

Un AP es un nivelado universal por la cultura del consumo.

El consumo (no el pensamiento razonado con lógica de qué y para qué), rige y parametra sus pautas de comportamiento social e individual.

Un AP de Asia, Africa, o Latinoamérica (más allá del idioma y la raza) viste de la misma manera y consume los mismos productos que un AP de EEUU o de Europa.

Ropa, cortes de cabello, música, fútbol, deportes, creencias, modas, gustos consumistas, estereotipos de conducta social, son nivelados por igual en los AP por las trasnacionales capitalistas que han convertido al planeta en un «gran mercado».

Un AP (Alienado Programado), técnicamente, es una terminal de consumo para abrir nuevos mercados y nuevas fuentes de ganancia capitalista a escala planetaria.

Así como la acelerada concentración y centralización del poder capitalista trasnacional impuso la incorporación masiva de la informática para la toma de decisión económica, la sociedad de consumo requirió de la utilización en gran escala de la publicidad comercial destinada a crear las bases psicosociales del consumismo.

La manipulación psicológica con el consumismo desarraigó al individuo-masa de los valores de su propia cultura, historia y tradiciones de origen, y lo convirtió en un alienado universalizado y sin conciencia.

El colonizado mental, el AP, el individuo-masa, es un lumpen social cuya máxima ambición es emigrar de su país de origen hacia los grandes centros consumistas del Imperio, como está ocurriendo en Europa y en la frontera con México.

El máximo objetivo de un AP es consumir sin interrogarse sobre los fenómenos de genocidio económico y las lacras sociales emergentes de la explotación del hombre por el hombre, a los que vive en forma alienada, sin vincularlos al sistema capitalista, del que que tampoco sabe de que se trata.

Un AP, es la célula y la materia prima emergente de las operaciones psicológicas trazadas para el control y direccionamiento de conducta con fines colonizadores que lo despojó de todo atisbo de pensamiento reflexivo y de conciencia social.

Un AP de clase baja es un declasado sin patria (exactamente la contrapartida del proletario revolucionario con conciencia social emergente de la Revolución Industrial) que sirve como carne de cañón y mano de obra barata (cuando consigue trabajo) de las trasnacionales, también sin patria, extendidas por los cuatro puntos cardinales del Planeta.

Un AP, de clase media o alta, también es un desclasado sin patria que alimenta (desde el vértice y el medio de la pirámide) las estructuras gerenciales, políticas, burocráticas y/o profesionales del sistema capital-imperialista trasnacionalizado.

Pero antes que nada, un AP (más allá de cualquier grupo de pertenencia clasista) es un alienado social construido a la imagen y semejanza de las trasnacionales y sus necesidades de mercado.

En este cambio sutil de las matrices mentales y culturales de las sociedades dominadas subyace la culminación de un minucioso proceso de colonización psicológica-cultural, cuyo objetivo central se orienta a borrar las fronteras entre el dominador y el dominado.

El perfeccionamiento del AP fue simultáneo a la destrucción de los Estados nacionales por medio de la imposición del «libre mercado», la «apertura económica»  y las privatizaciones de empresa públicas impulsadas por el capitalismo trasnacional desde Washington, en la década del 90.

La etapa de la «colonización de las sociedades» con el consumo de productos, comenzada en la década del 60, posibilitó la era de la «colonización mental» con el consumo de información perfeccionada con el advenimiento masivo de Internet y de las comunicaciones globalizadas en la década del 90.

Cuando el sistema capitalista trasnacional, por medio del consumo, niveló un «modelo único de pensamiento», sentó las bases psicosociales para el control político-ideológico por medio de la información periodística manipulada por operaciones psicológicas .

De manera tal, que el control de las sociedades, en la primera etapa, por medio de la publicidad, posibilitó la segunda fase: elcontrol ideológico, a través del consumo de información periodística, también nivelado  a escala planetaria por el aparato mediático controlado por las trasnacionales del Imperio.

Con la nivelación consumista se establecen las bases para el AP consumidor de «órdenes psicológicas» manipuladas a través de la información fragmentadora y «anti-reflexiva» del llamado «periodismo espectáculo».

De esta manera el AP, se convierte en la célula terminal del sistema de colonización mental nivelado a escala universal por el aparato mediático-informativo controlado por el capitalismo trasnacionalizado.

Sin la primera fase de colonización de las sociedades por medio del consumismo, la colonización de la mente del hombre por medio de la información manipulada, hubiera sido imposible.
C) Objetivo estratégico
(La función de la Guerra Psicológica)

Los nuevos proyectos geopolíticos de conquista imperialista en la era trasnacional de las comunicaciones requieren de sofisticadas estrategias de Guerra Psicológica para su imposición sin el uso de las armas.

Los fines prescriptos por la estrategia de dominación con la Guerra Psicológica son los mismos que se utilizan con la guerra militar: dividir, atomizar, controlar al individuo-masa de las sociedades dependientes (el AP). Es la lógica de Maquiavelo aplicada por medios científicos y tecnológicos.

La Guerra Psicológica librada en el plano de la comunicación estratégica y de las grandes estructuras mediáticas (los nuevos ejércitos de conquista) no se hacen por la conquista misma, sino en la búsqueda de un objetivo estratégico orientado en los intereses económicos de las potencias y las trasnacionales capitalistas.

La función de la Guerra Psicológica imperial-capitalista actual se orienta en tres objetivos claves:

1) Conquista de mercados emergentes (sociedades y países periféricos), mediante la imposición de la «cultura consumista» nivelada y globalizada por los medios masivos de comunicación, actuando sobre la psicología del hombre AP convertido en individuo-masa.

2) Control y dominación social (en los países dependientes), orientado a la represión y/o neutralización de conflictos sociales que amenacen el desarrollo de los planes empresariales y la acumulación y expansión de la ganancia capitalista trasnacional.

3) Disputas ínter-potencias por los mercados, destinada a sustituir a la guerra militar por áreas de influencia (también por conquista de mercados) enterrada con la guerra Fría.

Una plan de Guerra Psicológica,  no se hace con soldados y armas militares sino con medios de comunicación e individuos masificados (los AP) nivelados universalmente por los mismos estereotipos culturales y sociales.

El mensaje mediático nivela y masifica al individuo universal en una sola frecuencia comunicacional.

La realidad es sustituida por la percepción de la realidad a través del mensaje mediático-periodístico convertido en consignas, eslóganes y títulos,  antes que en pensamiento reflexivo totalizado.

A través de la manipulación psicológica y el control ideológico, la sociedad civil, el individuo-masa suplanta a los soldados militares en el campo de batalla.

En la Guerra Psicológica, la potencia de fuego del soldado militar es sustituida por la potencia social del individuo-masa con su conducta manipulada hacia objetivos de control y dominación social, fijados por el capitalismo trasnacional para conquistar mercados y controlar a las sociedades consumistas.

Manipular, controlar, y convertir a este individuo-masa en potencia social direccionada con fines de control y dominio político-social es el objetivo estratégico clave de la Guerra Psicológica de última generación.
D) Las operaciones psicológicas
(Falsa percepción de la realidad)

Veamos un ejemplo de operación psicológica con el «terrorismo»:

Después de los atentados en Londres las cadenas televisivas y los grandes diarios titulaban en molde «catástrofe»: «Los ataques terroristas en Londres desatan el temor mundial», o el «El terrorismo amenaza al mundo», rezaban algunos de esos titulares.

Los titulares iban acompañados de imágenes catastróficas, con caos y terror reflejados en los rostros de los que lograron escapar de los atentados en el metro de Londres.

Esas imágenes y titulares fueron  repetidos hasta el infinito durante las primeras veinticuatro horas, con las grandes cadenas trasmitiendo en vivo, mientras los conductores y analistas recreaban sin cesar las consignas de «miedo al terrorismo».

La operación psicológica-mediática se complementaba con funcionarios que, desde Bush y Blair para abajo, acusaban de los atentados al «terrorismo internacional» y advertían sobre la «amenaza de nuevos ataques».

En la realidad,  durante el 7-J habían detonado tres bombas matando a 57 personas en Londres, con un efecto destructivo circunscripto a un pequeño radio de la ciudad.

Ante el titular de la CNN: «el terrorismo causa otra tragedia mundial» por la muerte de 57 británicos, si la mente fragmentada y bombardeada del AP nivel promedio estadístico realizara correctamente la operación información-procesamiento-síntesis, concluiría que solo en Irak mueren todos los días esa cantidad de personas, y ninguna cadena titula: «El Imperio norteamericano causa otra tragedia mundial».

Y ni que hablar del efecto que causaría en la mente de un  AP un bombardeo mediático, en vivo, y durante las 24, con un titular de la CNN y de las otras cadenas que dijese, por ejemplo: «Tragedia mundial: Cada tres segundos un niño muere de hambre en el mundo».

Pero ese titular nunca va a aparecer ni va ser objeto de un bombardeo mediático por parte de la CNN y las otras cadenas, sencillamente, porque los hambrientos no son materia de utilización de operaciones psicológicas con fines de control social, que realiza el mismo sistema de poder que produce los hambrientos.

El atentado del 7-J fue localizado en Londres, pero el bombardeo mediático posterior con imágenes y consignas de terror(difundidas en vivo y simultáneamente por todo el planeta), potenció el miedo haciendo que que el televidente sufriera sus efectos como si hubiera ocurrido en su barrio.

De esta manera, los efectos de la manipulación psico-mediática del hecho terrorista ocurrido en Londres, con sólo tres bombas detonadas a distancia, se multiplicó infinitamente (casi como una bomba nuclear) borrando las fronteras entre realidad e irrealidad.

Por el mismo mecanismo psicológico con que el individuo-masa (mujer u hombre) vive una película o telenovela como si fuera su propia realidad, la inducción mediática masiva del terror por vías psicológicas, hizo que la mayoría viviera el hecho terrorista (solo circunscripto a un sector de Londres), como si el terrorismo y la «amenaza terrorista» fueran parte integrante de su realidad diaria.

De esta manera, y mediante la potencia niveladora y globalizadora de la imagen y de las consignas mediáticas el hecho particular (el ataque a Londres) se convirtió en un hecho general masivo falsamente percibido por las mayorías niveladas por la comunicación globalizada.

El individuo-masa, el AP, manipulado psicológicamente, incorporó una realidad ajena y localizada (el ataque terrorista con tres bombas en Londres) como si hubiera ocurrido en su barrio o en el living de su casa.

La realidad se convirtió en percepción mediática de la realidad y desató una «conducta de terror» manipulada a distancia por los operadores psicológicos de la Guerra de Cuarta Generación.

Las imágenes, títulos y consignas disparados en forma de «bombardeo mediático» hicieron que el televidente recreara su propios miedos en el ataque terrorista de Londres, lejano y distante de su realidad existencial concreta.

Desde que Bush y el Imperio estadounidense instalaron la «guerra contraterrorista» (una variante táctica de la guerra psicológica) tras los atentados terroristas del 11-S, no ocurrió ningún otro ataque en suelo norteamericano.

En el orden internacional, no ocurrieron más de 10 atentados terroristas en todo el mundo, entre los que deben computarse los más mediatizados: el 11-M español, y el 7-J británico.

No obstante esta realidad, estadísticamente localizada y circunscripta, las sociedades norteamericana y mundial incorporaron masivamentete el «miedo al terrorismo» y la «amenaza terrorista» como parte de su realidad diaria.

Por otra parte, todos los sondeos revelan que, tras un bombardeo mediático con imágenes y consignas de miedo, no solamente la sociedad norteamericana, sino la europea y el resto de la sociedad mundial, priorizan el terrorismo como la principal amenaza que acecha a la humanidad.

Estudios posteriores a las presidenciales norteamericanas de noviembre de 2004, demostraron que la aparición de Bin Laden amenazando a EEUU en un video, difundido a pocas horas de los comicios, fue clave para arrimar votos indecisos a la candidatura por la reelección de Bush.

Este es el mejor ejemplo de como, a través de las operaciones psicológicas mediáticas globalizadas, se induce un hecho lejano y localizado (el ataque terrorista) como si fuera la mayor amenaza que azota a la humanidad sin distinción de países.

De esta manera se hace realidad el objetivo clave de la Guerra Psicológica: convertir al individuo-masa (Alienado Programado-AP) en «soldado cooperante» de los planes imperiales de control y dominio social, tanto en el Imperio como en el mundo dependiente.

E) Plan de Guerra Psicológica
(Niveles tácticos interactivos)

En un plan estratégico de Guerra Psicológica, los operativos de la OPS (Operaciones Psicológicas) diseñan y ejecutan  planes y estrategias de control social, en tanto que los Grupos Operativos Especiales (GOE) diseñan y ejecutan planes y estrategias de conflictos y detonantes sociales como complementos operativos de la OPS.

Operativamente, la Guerra Psicológica se desarrolla en tres niveles tácticos-interactivos:

A) Un Plan de Conflicto = Detonante Primario

B) Un Plan de Operación Psicológica = Manipulación y Objetivo

C) Un Plan de Acción Política = Aprovechamiento y Beneficiario

Veamos un ejemplo práctico:

A) Plan de Conflicto:
Unidades OPS de la CIA y el Mossad detonan una provocación religiosa contra la comunidad islámica internacional operando la publicación de caricaturas ofensivas de Mahoma en la prensa europea.
Simultáneamente (y en forma interactiva) los GOE, infiltrados entre grupos fundamentalistas islámicos, detonan protestas violentas contra las caricaturas de Mahoma, con muertos, heridos y quemas de embajadas en Europa, Asia,  África y Medio Oriente.
Objetivo Táctico: detonar el conflicto y crear el contexto de las operaciones psicológicas.

B) Plan de Operación Psicológica:
Unidades OPS infiltradas en las grandes cadenas mediáticas operan un plan de consignas y de imágenes (bombardeo mediático) articulado en dos movimientos tácticos:
1) difusión potenciada de las imágenes con los hechos más violentos protagonizados por los grupos infiltrados por los GOE.
2) Acompañamiento de las imágenes con titulares y comentarios que contienen  tres consignas clave: «violencia (islámica)»,«guerra religiosa (islámica)»«protestas violentas (islámicas)», que se encuentran simultáneamente en todas las cadenas acompañando a las imágenes con disturbios, edificios ardiendo y represión con muertos y heridos. El «islamismo fundamentalista» es el protagonista central en el bombardeo mediático durante una semana.
Objetivo Táctico: vincular al mundo islámico con la violencia, la guerra y el desorden social.

C) Plan de Acción Política:
Simultáneamente a las protestas violentas y a las imágenes y consignas manipuladoras difundidas a escala planetaria, Bush y sus funcionarios de primer nivel (Cheney, Rumnsfeld y Condoleeza Rice), asesorados por OPS del equipo estratégico de la Casa Blanca, salen a denunciar a Irán como el instigador principal de los disturbios violentos con muertos, heridos, e incendios de embajadas.
Sincronizadamente, el Estado Mayor militar y el gobierno de Israel (por medio de sus principales funcionarios) también denuncian a Irán como el principal responsable de las protestas religiosas violentas.
Washington y Tel Aviv, en sus denuncias, también asocian, sutilmente, a Irán con un plan de «terrorismo nuclear».
Objetivo Táctico: situar a Irán como promotor de un plan del «fundamentalismo islámico violento» desatado en todo el mundo.

D) El Resultante:
El resultante se define por una verificación del objetivo buscado con el plan OPS: sondear el consenso (dentro y fuera de EEUU) para un ataque militar a Irán.
Tras una semana de acción mediática combinada de las operaciones A, B, y C, dos sondeos revelaban que casi dos tercios de la sociedad norteamericana respaldaba un ataque militar de EEUU a Irán.
Los dos sondeos (realizados respectivamente por el Centro Pew y  Los Angeles Times) indicaban también que la misma cantidad de estadounidenses (casi dos tercios) consideraban  a Irán como «la amenaza número uno«, por delante de China, Irak y Corea del Norte.
Un 82 por ciento aseguró que, de completar con éxito el enriquecimiento de uranio, Irán facilitaría armamento nuclear terroristas.
De realizarse en Europa, seguramente los sondeos arrojarían resultados parecidos. Las mediciones de los OPS son secretas.
E) Clave de la operación:
El plan OPS con las caricaturas sirvió como modulo experimental y operación de testeo para un plan estratégico de Guerra Psicológica orientado, en su primera fase,  a «preparar el terreno» (consenso internacional y estadounidense) para  unaoperación militar contra Irán argumentada en dos consignas y una conclusión: «Terrorismo Nuclear»+»Violencia Islámica» =«Peligro Irán».

La nueva lógica del control en la crisis

III. GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN: EL ROL DE LOS MEDIOS COMO NUEVO EJÉRCITO REPRESIVO DEL SISTEMA

Por su altísimo potencial formador y orientador de conducta social a escala masiva (conseguido a través de la manipulación informativa) los medios de comunicación se han convertido en la columna vertebral de las estrategias de dominio del sistema capitalista a escala global. El papel que van desarrollar en la crisis social que se avecina.

A) Los dueños de las «noticias»

La función esencial de la empresa mediática  (los medios de comunicación) se define esencialmente  por la manipulación informativa orientada hacia el control de la «opinión pública», pero sus objetivos no son sociales ni desinteresados como describe la mitología de la «objetividad periodística».

Las famosas banderas «éticas» del periodismo: imparcialidad, objetividad, libertad de expresión, no son nada más que mitos encubridores del multimillonario negocio mediático que moviliza a diario el mercado de la información a escala global.

El proceso de fabricación y distribución de la información, no está motivado por la necesidad de «informar» sino por la necesidad capitalista de vender noticias (el producto).

Para ello los medios (al igual que cualquier empresa capitalista)  generan necesidades masivas de consumo en la sociedad (el mercado), y trazan estrategias informativas destinadas a favorecer su crecimiento empresarial y posicionarse para competir con éxito en el mercado (la búsqueda de ganancia).

En primer lugar, la información es una mercancía destinada a producir rentabilidad económica como cualquier otro producto comercial en oferta en el mercado capitalista.

En términos funcionales (y más allá de la leyenda que se fabrican a su alrededor) las empresas periodísticas no están guiadas por fines sociales sino por la búsqueda del lucro económico.

En segundo lugar, y por el carácter estratégico de la función comunicacional que desarrollan (desde el punto de vista de la preservación de la «gobernabilidad» del sistema) los medios son herramientas claves para el control (y/o manipulación) de los procesos económicos, políticos y sociales.

Los medios de comunicación (al contrario de lo que pregonan sus mitificadores) no practican la «objetividad informativa» ni la independencia editorial por dos razones prácticas principales:

A) Son empresas que no funcionan con objetivos sociales sino con objetivos comerciales sujetos a ley de la búsqueda de rentabilidad capitalista.

B) Su dependencia estructural al sistema de poder económico que controla todos los resortes de la producción, las finanzas y el comercio internacional, por encima de los países y a escala planetaria.

El accionar de los grandes conglomerados mediáticos (tanto a nivel local como internacional) no está orientado -como se quiere hacer creer- a servir al innterés de la sociedad sino a servir al interés de los grupos económicos y políticos dominantes que constituyen su mayor fuente de financiación y rentabilidad comercial.

El poder (tanto en los países centrales como periféricos del sistema capitalista «globalizado») sólo invierte dinero en los medios a cambio de una contraprestación de servicios.

En el negocio de la información, como en cualquier emprendimiento comercial, los medios sólo trabajan para quien paga (o puede pagar) por sus servicios «informativos».

Así como las grandes corporaciones económicas fijan las reglas del mercado y forman los precios, las grandes corporaciones mediáticas fijan las reglas y determinan a diario (a través de la cartelización monopólica) lo que «es noticia» y lo que «no es noticia» en el mercado de la información a nivel local e internacional.

La «valorización» de las noticias difundidas a escala masiva no está determinada por la búsqueda del conocimiento o de la compresión de los procesos económicos, políticos y sociales, sino por la búsqueda de ganancias o por la defensa de intereses puntuales del sistema (corporativo) del cual extraen el fuerte de su rentabilidad comercial.

Además de las ventas al público y de las suscripciones, el grueso de la  rentabilidad comercial del gigantesco y multimillonario negocio de los monopolios periodísticos, se nutre principalmente de dos fuentes de financiación:

A) Los grandes grupos económicos concentradores de la economía  y del comercio exterior.

B) El Gobierno y los grupos políticos del Estado capitalista (tanto centrales como periféricos).

La gran tajada de rentabilidad de los conglomerados mediáticos es aportada por los grandes consorcios bancarios, industriales o de servicios, que conforman la porción mayoritaria de la «torta» publicitaria pautada comercialmente en los monopolios de la información.

La relación comercial que las empresas mediáticas mantienen con gobiernos y organizaciones políticas (tanto en los países centrales como periféricos del sistema)  se establece en dos niveles funcionales:

1) La publicidad institucional (oficial) que los gobiernos pautan en los medios de la corporación mediática a los fines de publicitar su gestión y generar consenso electoral entre los diferentes grupos sociales.

2) Las pautas publicitarias o las diferentes vías de negociaciones en negro que los operadores comerciales de los consorcios mediáticos (hegemonizadores y formadores de las «noticias diarias»)  establecen con los políticos y partidos con el objetivo de instrumentar operaciones de prensa en contra de sus competidores, o en contra del propio gobierno,  durante las campañas electorales.

Esta relación de «supervivencia mutua» con el establishment de poder (agregada a su función manipuladora y orientadora de conducta social masiva) convierte a los grandes conglomerados mediáticos en una herramienta estratégica clave para el control y orientación de los procesos económicos, políticos y sociales que los tienen como protagonistas claves.

B) El nuevo ejército represivo

Su altísimo potencial orientador y generador (a través de la manipulación informativa) de conducta social a escala masiva convirtió a la corporación mediática en un instrumento irreemplazable para el dominio del sistema capitalista tanto en los países centrales como periféricos.

La condición esencial para el funcionamiento del Estado capitalista (tanto en América Latina como en el resto del mundo) se resume en tres factores: Estabilidad económica, gobernabilidad política y «paz social».

La «estabilidad económica» garantiza el funcionamiento ordenado de la explotación (y los negocios) capitalistas, y la «paz» es el sostén de la «gobernabilidad» del sistema a escala global. Cuando (a causa de algún conflicto de orden social, político o económico) se altera alguno de estos tres parámetros, el sistema activa inmediatamente mecanismos de supervivencia para recuperar el control político y social.

Esas tres condiciones son básicas para que el «sistema» (la estructura funcional) de los negocios y la rentabilidad capitalista funcionen sin interferencia y no se alteren las líneas matrices de la propiedad privada y concentración de riqueza en pocas manos.

Cuando por alguna razón se altera alguno de estos tres factores, el sistema entra en crisis, y debe generar inmediatamente alternativas para preservar su supervivencia.

Por ejemplo en Latinoamérica, durante la Guerra Fría por aéreas de influencia con la URSS, cuando la «subversión comunista» (la guerrilla revolucionaria) amenazaba con la ruptura de la «estabilidad económica», la «paz social» y la «gobernabilidad», las corporaciones trasnacionales y el Departamento de Estado activaban un golpe militar con represión para restablecer el «orden».

Luego de la sustitución del dominio «duro» (militar) por el dominio blando (democrático) tras la caída de la URSS, el fin de la Guerra Fría y la desaparición de la lucha armada revolucionaria, los métodos del control político y social para preservar la «gobernabilidad» del sistema ya no son militares sino psicológicos.

El desarrollo tecnológico e informático de la era de las comunicaciones, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública, convirtieron a las operaciones de acción psicológica mediática en un arma estratégica de importancia clave para el control político y social.

La etapa de la «colonización de las sociedades» con el consumo de productos, comenzada en la década del 60, posibilitó la era de la «colonización mental» con el consumo de información perfeccionada con el advenimiento masivo de Internet y de las comunicaciones globalizadas en la década del 90.

Manipular, controlar, y convertir al  individuo-masa en potencia social direccionado con fines de control y dominio político-social es el objetivo estratégico clave de la Guerra Psicológica desarrollada en los medios masivos de comunicación.

La represión ya no se ejercita en forma de acción militar (suprimir y/o neutralizar al enemigo en forma física) sino por vía de la acción psicológica (captación de la voluntad y manipulación de conducta colectiva).

A diferencia de los ejércitos militares, el ejército mediático no hiere ni mata para reprimir, sino que aísla y demoniza socialmente a los grupos que utilizan metodologías de lucha social que perjudican la «estabilidad» (o sea, la rentabilidad) del sistema capitalista.

Los objetivos del control social ya no se sitúan en un plano visible y con presencia de brutalidad militar, sino en un plano invisible y sin presencia de aparatos armados: La represión militar (orientada a preservar la «gobernabilidad» del sistema) fue sustituida por la represión psicológica mediática (que orienta conducta social masiva en la defensa de la «gobernabilidad» del sistema).

El dominio por medio de la represión militar -utilizado por las antiguas dictaduras digitadas por Washington- fue sustituido por las campañas masivas de acción psicológica mediática orientadas a que la sociedad legitime ese dominio en las urnas.

«Miro la televisión y luego existo»: El axioma elemental del humano convertido en un microchip  programado por las trasnacionales capitalistas de la información.

Cuando el sistema capitalista trasnacional, por medio del mensaje televisivo consumista, niveló un «modelo único de pensamiento» a escala global, sentó las bases psicosociales para el control político-ideológico por medio de la información periodística manipulada por operaciones psicológicas .

El individuo-masa, o Alienado Programado (AP) fabricado por la TV, se desarrolla en la primera fase de las operaciones psicológicas-mediáticas-publicitarias imperiales orientadas a imponer la sociedad de consumo capitalista en las áreas dependientes del Tercer Mundo, a fines de la década del 50, y  experimenta su máximo nivel de desarrollo con el advenimiento de la era de las comunicaciones informáticas globalizadas a fines de los 90.

El Alienado Programado (AP) es el prototipo de «hombre universal» modelado por las políticas niveladoras consumistas impuestas por las trasnacionales capitalistas a escala planetaria.

El AP de la era informática rompe definitivamente con la matriz cultural del viejo «Estado nacional» y se proyecta como un microchip nivelado del nuevo «Estado trasnacional» de las corporaciones capitalistas que han divido el mundo en «gerencias de enclave».

El AP no está programado para pensar (desarrollo reflexivo) sino para consumir productos capitalistas por medio de consignas (eslóganes) y de imágenes sin ninguna relación entre sí.

Sus emociones y pensamientos (programados por el mensaje televisivo) duran y se terminan con las imágenes en la pantalla: El AP es el hijo de la «patria televisiva» nivelada mundialmente como primer «agente socializador» en reemplazo de la familia, la escuela y las tradiciones culturales de su lugar de nacimiento.

Mediante la manipulación y direccionamiento de conducta por medios psicológicos el individuo-masa se convierte en «soldado cooperante» de los planes de dominio y control social establecidos por el capitalismo trasnacional y la potencia imperialista regente.

Es a la vez, víctima y victimario, de las operaciones psicológicas, ya que se convierte en una célula trasmisora tanto de planes de consumismo capitalista como de planes de control  y represión social manipulados sin el uso de las armas.

C) La nueva lógica represiva

Quien observe atentamente el mapa político y social tanto de los países centrales como de los periféricos, podrá comprobar que el uso de la represión policial y militar de los (hoy reducidos y escasos) conflictos sociales y sindicales es mínima y solo se la utiliza en casos extremos.

Y eso tiene una explicación: Los gobiernos del mundo (técnica y funcionalmente, gerencias de enclave de los bancos y corporaciones trasnacionales) no se mueven dentro de un esquema militar (el viejo sistema de dominación) sino dentro de un esquema político-democrático (el nuevo sistema de dominación).

Por lo tanto, si caen en la tentación de reprimir policialmente, la corporación mediática les arroja la sociedad en contra calificándolos de «represivos y violentos».

Los gobiernos que cometen el error de reprimir militarmente son inmediatamente rechazados por la sociedad masivamente nivelada en la condena a » toda forma de violencia», más allá de sus contenidos.

De la misma manera que en la década del setenta, los medios de comunicación utilizaban la figura del «subversivo» (como expresión de demonización social justificatoria de la represión militar), hoy utilizan la figura del «violento social» para aislar, deslegitimar y condenar socialmente las luchas sindicales y sociales que atentan contra la «estabilidad económica», la «gobernabilidad» y la «paz social» del sistema.

De esta manera, y a la luz del crecimiento desmesurado a nivel global de los activos empresariales y de las fortunas personales (con su contracara de pobreza y exclusión social masiva)  se verifica aquel axioma que expresa que «la paz es el negocio del dominador».

Y prueba la efectividad de las técnicas mediáticas para controlar las protestas sociales y sindicales con la lógica represiva de la «antiviolencia» predominando sobre las razones de los reclamos.

No importa que el que corte ruta sea un hambriento o un desocupado (en el mundo hay 1000 millones de hambrientos y más de 2000 personas que viven por debajo de las necesidades básicas), la opinión pública está masivamente «adoctrinada» (por los medios de comunicación y sus conductores) para rechazar (sin ningún análisis de las causas) las huelgas y los cortes de ruta que generan «violencia social».

La nueva estrategia represiva tiene su matriz funcional en la nivelación masiva de una conciencia y opinión «antiviolencia» que se superpone a cualquier lógica de legitimidad o de justicia social expresada por los grupos que cortan calles, rutas o hacen huelgas para reclamar por sus derechos o por una mayor distribución de la riqueza.

Así como durante las dictaduras militares se demonizaba al «subversivo» para descalificar su proyecto de cambio del sistema capitalista por otro más justo, a los que ahora hacen huelga y cortan rutas se los demoniza como «violentos» para deslegitimar las luchas sociales por un mejor reparto de la riqueza.

En términos concretos (y disfrazados de servidores públicos de la comunicación social), los consorcios mediáticos que realizan el control político y social (en sustitución de los militares) son auxiliares complementarios de la «Justicia» (del sistema)  en la tarea represiva, y el sujeto a reprimir ya no es el «subversivo comunista» sino el «violento social».

Se trata de una represión sin fusiles, donde la acción militar es sustituida por la manipulación mediática en alta escala orientada al direccionamiento pasivo de la conducta social hacia los objetivos de preservación del sistema capitalista.

En este escenario, las fuerzas policiales y militares tienen como función principal: disuadir antes que reprimir, para preservar a su vez, los acontecimientos que pudieran desbordar y alterar la «paz social» del sistema.

Es así que el gobierno que decide utilizar la fuerza policial o militar, también pierde inmediatamente legitimidad política y apoyo social, tarea de la que se encargan los propios medios de comunicación, cuya misión es preservar el «sistema democrático» (de dominación capitalista) en los parámetros establecidos de la «estabilidad económica, la «gobernabilidad política» y la «paz social».

D) El control en la crisis

Hoy, la ecuación que resume la supervivencia del sistema capitalista (estabilidad económica, gobernabilidad política y «paz social») se encuentra claramente amenazada por una «crisis global» resumida en tres escenarios: Crisis financiera recesiva mundial, quiebre de empresas, y despidos laborales cada vez más masivos.

El resultante de ese proceso, por lógica interacción, amenaza con romper la «estabilidad económica», la «gobernabilidad política» y la «paz social» mediante procesos de protestas y conflictos  encadenados que comienzan a  extenderse desde los países centrales a las áreas emergentes y subdesarrolladas del mundo capitalista «globalizado».

El quiebre de la «paz social»,  que podría llegar a desarrollarse a escala planetaria (con el consecuente quiebre de la «estabilidad económica» y la «gobernabilidad política»)  coloca al sistema capitalista ante la alternativa de reprimir los conflictos y las protestas sociales que comienzan a extenderse desde Europa a todo el planeta.

Pero el sistema se enfrenta a una disyuntiva: El actual esquema de dominación y explotación capitalista mundial, ya no se rige por la doctrina militar setentista  de la «seguridad nacional» sino por la doctrina del «sistema democrático»,  y por lo tanto los actores de la represión como los «alteradores del orden» cambiaron de identidad.

Hoy el conjunto de la sociedad (a causa de la crisis recesiva global y sus emergentes sociales), ya no está amenazada por el peligro de la «violencia subversiva»  sino por el peligro de la «violencia social» expresado en las huelgas y protestas masivas que ya se verifican en las metrópolis de Europa, principalmente en los países más pobres del Este.

Consecuentemente,  los que hoy amenazan con quebrar el orden y  la «paz social» (con huelgas y reclamos sociales)  ya no son los «subversivos» (contra quienes se dirigían los golpes y la represión militar), ni tampoco los «terroristas» de la era Bush (que sirvieron para legitimar las nuevas invasiones militares) sino los «violentos» que cortan rutas, calles, y peden llegar a alterar el proceso de la «gobernabilidad» a escala global.

La amenaza de desocupación masiva es el núcleo esencial, el detonante central de los conflictos sociales y sindicales que comienzan a extenderse por vía de los bancos y empresas transnacionales que hoy ya están despidiendo masa laboral tanto en EEUU, Europa como en los países emergentes y subdesarrollados de Asia, África y América Latina.

Este proceso a su vez, y a medida que avancen los conflictos sociales y sindicales producidos por la crisis, va a impulsar una profunda reestructuración en la estrategia y en los métodos del control político y social «sin represión» que los medios de comunicación venían implementando de la mano de la democracia imperial.

Los ejércitos y los aparatos de seguridad, que fueron relegados a un segundo plano por la estrategia de dominio con el «poder blando», van a adquirir un nuevo rol represivo para contener a las protestas violentas causadas por los despidos, las bajas de salarios y la imposibilidad de acceder al consumo elemental para la supervivencia por parte de las mayorías que van a ser desplazadas del mercado laboral y del consumo.

¿Pero cuál va a ser el papel de los medios represores durante la crisis social que se avecina?

En primer lugar, los medios internacionales y locales ya se orientan a presentar la crisis encuadrada en la figura del «peligro de caos económico y social» que amenaza a la sociedad mundial en su conjunto.

Así como en las anteriores etapas de dominio asustaron con el «subversivo comunista» y el «terrorista» como potenciales causales de ruptura de la estabilidad económica, de la gobernabilidad y la paz social, en el presente se orientan a presentar a los conflictos sindicales y sociales (emergentes de la crisis)  como causales de un proceso de «subversión social» que puede llevar al «caos y a la ingobernabilidad» del planeta.

En segundo lugar, la experiencia manipuladora-represiva de la corporación mediática va a utilizar la figura del «subversivo social» (como detonador del rechazo colectivo) para neutralizar, aislar  y/o desactivar los conflictos y movilizaciones sociales que empiezan a proyectarse como emergente de la crisis financiera recesiva a escala global.

De la misma manera, los ensayos que ya se están haciendo  con el temor a la «subversión social»  sirve para configurar una nueva psicología masiva funcional a la represión policial que los consorcios mediáticos van a instalar cuando estallen los conflictos sociales y sindicales previstos para cuando el escenario de la crisis recesiva mundial impacte como «crisis» social a nivel mundial.

Con la teoría y prédica de los «extremos violentos»  encuadrados en la figura de «subversión social» (y dentro de un esquema de democracia blindada), la corporación mediática prepara el advenimiento y la legitimación  de un proceso de represión policial de los levantamientos sociales y sindicales derivados de los despidos y rebajas salariales.

De nuevo van a utilizar la lógica del «subversivo» (esta vez encarnada en las víctimas sociales de los despidos y de la crisis alimentaria) para dividir las protestas y generar nuevas alternativas de dominio en «paz y democracia» combinando la represión militar con gobiernos constitucionales.

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